James Bond en busca de un nuevo rostro

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Daniel Craig está harto del papel y pide relevo tras la última entrega.

Nombres

El agente 007 acaba de cumplir 58 años en la pantalla y luego de que el británico Daniel Craig lo encarnara se busca al nuevo sucesor.

Han pasado ocho rostros distintos, pero para muchos el verdadero fue el de Sean Connery. Los fanáticos del personaje toman el 5 de octubre como el “día internacional de James Bond” porque ese día de 1962 se estrenó su primera versión cinematográfica. El recio Daniel Craig es el último actor que prestó su figura para encarnar al agente 007, pero juró que nunca volvería a interpretarlo. En abril de 2021 se estrena la última película de Bond con Craig al volante del Ashton Martin. Y de allí en más es una incógnita cuál será el nuevo rostro del agente con licencia para matar.

Una lista de nombres y potenciales sucesores continúa alargándose desde que Craig proclamó su hastío del personaje. El último es Henry Cavill, el ex hombre de acero que dijo estar encantado de ponerse en la piel del súper agente. Pero todavía no hay nada decidido.

El creador de James Bond fue el escritor británico Ian Flemming, un inquieto periodista que durante la Segunda Guerra Mundial prestó servicios en la inteligencia naval británica. De hecho, su personaje nació siendo el “comandante de la Marina Real” James Bond. Solo más tarde en la serie de novelas que protagonizó pasaría a prestar servicios en el ultrasecreto MI6, el servicio secreto exterior del Reino Unido cuya existencia fue oficialmente negada hasta 1994.

El actor Henry Cavill dijo que estaría encantado de ser el nuevo 007.
El actor Henry Cavill dijo que estaría encantado de ser el nuevo 007.

Las aventuras de Bond se inician con la novela Casino Royale, precisamente llevada al cine con Craig como 007 bajo la dirección de Martin Campbell. La misma novela había sido versionada antes nada menos que por John Huston en 1967 con David Niven como Bond. Lo cierto es que esta primera historia es tal vez una de las más realistas de la saga, donde Fleming describe a su agente como un hombre frío y elegante, pero duro e implacable.

El prototípico personaje de Fleming adquiere rasgos definidos no solo desde el punto de vista físico, sino por varios de sus objetos y hábitos que comienzan a formar parte de su universo personal y distintivo. Desde la legendaria marca que conduce -el Ashton Martin DB5-, hasta su cóctel preferido, el Vesper: tres partes de ginebra, una parte de vodka, media del vermut Kina Lillet, agitado, no mezclado y servido frío con una filigrana de limón. Y, por supuesto, las “chicas Bond”, que merecerían un capítulo propio.

Cuando Fleming tuvo que buscar un nombre para su personaje sus ojos tropezaron con la portada de un libro: Pájaros de las Indias Occidentales, del ornitólogo estadounidense James Bond. “¡Este es el nombre!”, exclamó. Era corto, simple y masculino de forma contundente. Era todo lo que quería para su criatura.

A propósito del nombre hay una anécdota graciosa que pinta tanto a Fleming como al poderoso mito que había creado. Tiempo después de la publicación, la esposa del ornitólogo le escribió para amenazarlo con humor con una demanda por utilizar el nombre de su esposo. Fleming le respondió enviándole un ejemplar autografiado de Solo se vive dos veces y le dijo que la autorizaba a utilizar su nombre para el propósito que quisiera. El ornitólogo así lo hizo y bautizó como Ian Fleming a una exótica ave jamaiquina.

Para muchos Sean Connery fue el Bond definitivo e inigualable.
Para muchos Sean Connery fue el Bond definitivo e inigualable.

En cuanto al famoso código del agente, el número 007, hay varias teorías. Una de ellas señala que, durante sus tiempos de espía al servicio de Su Majestad, el propio Fleming veía muchos documentos clasificados que llevaban el prefijo doble cero. Otra, un tanto más romántica pero más ajustada al mito también, señala que ese fue el número secreto del primer espía británico en tiempos de la Reina Isabel I (1558-1603), el legendario John Dee, un viajero incansable, seductor y respetado por sus profundos conocimientos de matemática y filosofía. La leyenda dice que el doble cero representaba los ojos (“solo para sus ojos”, la advertencia de los documentos ultrasecretos) y el siete, en tanto, era el número de la suerte de Dee.

Sin embargo, la figura que aparentemente inspiró a Ian Fleming fue la de un legendario espía latino que conoció en sus tiempos en la fuerza naval. Porfirio Rubirosa fue un conocido playboy dominicano, diplomático, piloto de automóviles, jugador de polo y, por supuesto, incansable seductor. Este hombre había participado en innumerables intrigas internacionales y durante muchos años el FBI lo había vigilado de cerca.

Cuando en 1952 Fleming se disponía a crear su personaje encontró en el glamoroso Rubirosa un modelo perfecto. Lo cierto es que los biógrafos de Fleming creen que el autor había construido en realidad una suerte de alter ego idealizado, inspirando en sus propias andanzas.

Luego de la primera aventura Fleming continuó la saga a razón de un título por año hasta su muerte. Vive y deja morir; Moonraker; Los diamantes son eternos; Desde Rusia con amor; Dr. No; Goldfinger; Solo para tus ojos; Al servicio secreto de Su Majestad; Solo se vive dos veces; El hombre de la pistola de oro, Octopussy, conforman la saga que luego sería llevada al cine.

Roger Moore introdujo grandes dosis de humor al súper agente.
Roger Moore introdujo grandes dosis de humor al súper agente.

Sin embargo esta extensa lista de novelas y adaptaciones cinematográficas, éxitos de ventas y de taquillas respectivamente, puede resultar abrumadora para la carrera de un actor. Tal parece ser lo que experimenta Daniel Craig por sus declaraciones. “Preferiría cortarme las venas antes de volver a ser James Bond”, dijo en 2015 luego de la pálida Spectre.

Luego del proclamado hartazgo la lista ha ido en aumento. Idris Elba, Tom Hiddleston, Tom Hughes, Tom Hardy, Michael Fassbender, Damian Lewis y el más reciente: el musculado Henry Cavill, quien dijo que si lo elegían iría “corriendo” a vestir el smoking y pronunciar la frase más improbable para un agente secreto: “Mi nombre es Bond, James Bond”.

Brosnan, elegante y cool es una de las mejores encarnaciones de Bond.
Brosnan, elegante y cool es una de las mejores encarnaciones de Bond.

Los 007 más recordados de su filmografía

Sean Connery. Para muchos es la encarnación por antonomasia del agente al Servicio de Su Majestad. Entre 1962 y 1967 el actor escocés le puso rostro al agente 007 en los siguientes títulos: El Satánico Dr. No; Desde Rusia con amor; Goldfinger; Operación Trueno; Solo se vive dos veces. En 1971 vuelve para hacer Los Diamantes son Eternos y completar así la época clásica del héroe británico por excelencia.
Roger Moore. El actor británico se había hecho célebre en la serie El Santo y transfirió los aires de pícaro típicos de este personaje -un sofisticado ladrón de guante blanco- a Bond. Con buenas dosis de humor encarnó a Bond en siete títulos, algunos memorables: Vive y deja morir; El hombre de la pistola de oro; La espía que me amó; Moonraker; Solo para sus ojos; Octopussy; En la mira de los asesinos.
Pierce Brosnan. Muchos coinciden en que fue el mejor en la nueva generación de Bonds. Y probó su valía en cuatro títulos cargados de acción, donde trajo de vuelta al tapete lo mejor del personaje. Entre 1995 y 2002 actuó en: GoldenEye, el regreso del agente 007; El mañana nunca muere (con una banda de sonido inolvidable); El mundo nunca es suficiente; Otro día para morir.

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