Jodie Foster siempre está. El tema es si se la ve más o menos. Pero siempre está. Si no se encuentra trabajando en un nuevo personaje, está preparando una historia para dirigir. Porque esta actriz que debutó haciendo comerciales con tan solo 3 años de edad, también supo reinventarse detrás de cámaras. Y, lo que considera muy importante, supo ganar la autoridad suficiente para al día de hoy, con 61 años, decir sin miedo lo que se le antoja.

Por estos días está especialmente en la primera línea de la fama por dos grandes trabajos que la han hecho, además, transitar más de una Alfombra Roja. Hablamos de su protagónico en la cuarta temporada de True Detective (HBO), que lleva por nombre Night Country (Tierra oscura), y su rol de reparto en Nyad, el film de Netflix que cuenta la historia real de la nadadora Diana Nyad (Annette Bening), quien a los 60 años se propuso completar el desafío de cubrir el trayecto de 177 kilómetros a nado en mar abierto entre Cuba y Florida.

Foster encarna a su mejor amiga y entrenadora, papel por el cual estuvo nominada al Globo de Oro y al Critics Choice Award, y está en carrera para llevarse un premio del Sindicato de Actores (SAG) y nada menos que el Oscar, que podría ser el tercero de su carrera. Ya lo ganó por Acusados (1989) y por El silencio de los inocentes (1992).

Tanto en True Detective como en Nyad, Foster se puso al servicio de directoras mujeres (en el caso de Nyad, Elizabeth Chai Vasarhelyi comparte la dirección con Jimmy Chin), un rol que quiere retomar en breve. “Tengo ganas de volver a dirigir, así que no creo que me vean en la pantalla en el corto plazo”, anunció hace poco en entrevista con La Nación.

Allí también valoró el avance que han tenido las mujeres directoras. “Cuando empecé a actuar veía a mujeres en el set cumpliendo solo dos roles: estaba la maquilladora en el rodaje y después la actriz que interpretaba a mi mamá en la película”, señaló en el medio argentino sin dejar de reconocer lo mucho que aprendió de directores hombres. “Pero así como cambió la forma de ver el cine, también deben cambiar las historias”, agregó quien considera que los relatos comandados por mujeres “siguen siendo subversivos”.

Tampoco es complaciente a la hora de opinar de los actores de la Generación Z. “Son realmente molestos, sobre todo en el trabajo. Te dicen: ‘No, hoy no me encuentro bien, vendré a las 10:30’. En los correos electrónicos, por ejemplo, les digo que algo es gramaticalmente incorrecto, que no han revisado la ortografía, y me contestan: ‘¿Por qué iba a hacerlo? ¿No es un poco limitante?’”, expresó a The Guardian en unas declaraciones que causaron polémica.

También fue polémica, por la época en que ocurrió y porque no se esperaba de ella, que en los Globo de Oro de 2013, al recibir el premio Cecil B. DeMille a la trayectoria, decidiera finalmente admitir públicamente su homosexualidad. “Espero que no estén decepcionados porque no vaya a dar un gran discurso en el que salga del armario, porque yo ya salí del armario hace mil años, en la Edad de Piedra, cuando una chica joven se lo contaba a sus amigos de confianza, familia y trabajadores para gradualmente acabar contándolo muy orgullosa a todo el mundo que conocía”, señaló en esa oportunidad.

En ese momento estaba en pareja con Cydney Bernard, a la que le dedicó una parte del discurso. Estuvieron juntas 15 años y tuvieron dos hijos nacidos en 1998 y 2001 (Foster es la madre biológica). Desde 2014 está casada con la actriz y fotógrafa Alexandra Hedison, con la que lleva adelante una relación muy perfil bajo.

Foster tenía apenas 14 años cuando sorprendió a todos en Taxi Driver, dirigida por Martin Scorsese, consiguiendo su primera nominación al Premio de la Academia (la otra que tiene es por Nell, en 1995). En TV, en tanto, participó aisladamente en episodios de series y prestó su voz para Pugsley en La familia Addams (1973) y también para Maggie Simpson en un capítulo de Los Simpson (2009). Night Country viene a ser su primer gran papel en la categoría series de TV.

En el cine lo más reciente en actuación antes de Nyad fue The Mauritanian, película que no se estrenó en Uruguay y que le dio a Foster el Globo de Oro como Actriz de Reparto.

En dirección, en tanto, lo último más destacado estuvo en la TV, dirigiendo capítulos de las series Black Mirror, Orange is the New Black o House of Cards.

Lo importante es que siempre está, se la podrá ver más o menos, pero Foster no abandona esta industria que ha marcado mucho de lo que es tanto puertas adentro como puertas afuera.

“Yo venía actuando con menos frecuencia porque soy rara para elegir mis proyectos, para mí hacer dos ficciones en un mismo año es un montón”, le confesó a La Nación. Agregó que lo mejor que ha visto últimamente en materia de actuaciones está en el streaming. “Por eso como artista seguiré haciendo lo que hago y no me importa dónde me vean, me gusta ser parte de este nuevo panorama”, sentenció.

Sus tres últimas caras

Nancy Hollander

En The Mauritanian (2021) encarna a la abogada de un recluso de la prisión estadounidense de Guantánamo. Es la historia real de Mohamedou Ould Slahi, quien estuvo encerrado 14 años sin haber sido acusado de ningún delito. “De Hollander me atrajo que es la más dura de la trama, reservada, enfática... La auténtica Nancy es más agradable y aún así intimida bastante”, dijo Foster sobre el rol por el que ganó el Globo de Oro.

Bonnie Stoll

En Nyad interpreta a la mejor amiga y entrenadora de Diana Nyad (Annette Bening), quien a los 60 años se propuso cruzar a nado de Cuba a Florida (Estados Unidos). Por este trabajo aspira al tercer Oscar de su carrera, en este caso en la categoría de reparto (Bening es candidata como Actriz Principal) y también está nominada para el premio del Sindicato de Actores (SAG), entre otros galardones.

Liz Danvers

Una policía que investiga un misterioso caso en Alaska es su personaje en la cuarta temporada de True Detective (HBO). “Es un personaje complicado y eso me gusta, soy muy parecida a ella en algunas cosas, sobre todo en esa compulsión a decir las cosas de frente sin vueltas”, señaló a La Nación. La directora Issa López contó que Foster quiso que Liz fuera “más cabrona, una antiheroína” y lo logró.