NOMBRES

Se veía venir: Johnny Depp terminó siendo el “ganador” en el juicio por difamación que le entabló a su exesposa, la actriz Amber Heard. Pero ¿a qué precio? La tremenda exposición pública que tuvo el proceso legal celebrado en el estado de Virginia, EE.UU. reveló demasiados paños íntimos y mostró a la pareja frente al mundo como dos personas tremendamente tóxicas.

Tras las denuncias de abuso físico y psicológico que hizo públicamente Heard, y que finalmente no pudo comprobar, Depp fue despedido de la saga Animales fantásticos y Disney habría cancelado su participación en Piratas del Caribe. Al parecer, ya no tenía el perfil para ser parte de una plataforma familiar como la de Mickey Mouse, aunque el representante de la compañía, que testificó en el juicio, aseguró que nunca hubo un acuerdo para que el actor protagonizara la sexta película de fantasía sobre piratas.

El veredicto popular -que siempre llega más rápido que el judicial, sobre todo en las redes sociales- había sido catastrófico para Depp, quien esperaba percibir más de US$ 22 millones por volver a interpretar al capitán Jack Sparrow.

Depp salió por la puerta grande del juzgado y la sentencia del público -ahora refrendada por la del jurado- le condonó sus posibles deudas frente al movimiento feminista; aunque tampoco, hay que decirlo, terminó indemne. De hecho, la responsabilidad de ambos en difamarse públicamente quedó plasmada en el fallo judicial, que estableció que Heard debe compensarlo con US$ 15 millones y Depp debe darle US$ 2 millones a ella.

La abogada de la actriz, Elaine Bredehoft, habló sobre lo que su defendida deberá pagar (unos US$ 13 millones si se descuenta lo que recibirá de su exmarido) y aseguró que ella no cuenta con los recursos necesarios. Según publicaron varios medios, se estima que la fortuna de la actriz, de 36 años, oscila entre los US$ 2 y los US$ 8 millones. A esto se le podrían sumar algunas propiedades que rondarían el millón. Prácticamente “nada” comparado con el patrimonio de Depp, quien esta semana cumplió 59 años.

Josh Mandel, exadministrador de los bienes del actor, llegó a cifrar en unos US$ 600 millones su fortuna, producto de lo que ha cobrado en su exitosa y extensa carrera cinematográfica y por contratos de patrocinio.

Aunque Depp tiene una vasta trayectoria como actor, muchos se acercaron a la persona y a los personajes que ha interpretado a partir de su mediático juicio. Así descubrieron, por ejemplo, que es bastante respetado en su menos conocida faceta de músico. El mes pasado, como una forma de apoyarlo durante el juicio, Paul McCartney reprodujo un video de Depp durante un concierto en Seattle. El exbeatle y el actor son amigos cercanos y colaboradores desde hace mucho tiempo: Depp ha protagonizado varios de los videos musicales de McCartney y este último incluso tuvo una participación en una de las películas de Piratas del Caribe (donde también ha aparecido, sin necesitar mucha producción y maquillaje, el guitarrista de los Rolling Stones Keith Richards). En las imágenes del concierto se lo ve a McCartney interpretando My Valentine frente a un video en blanco y negro de Depp que toca la guitarra y recita la letra de la canción en lengua de señas.

También se supo que el actor sacará un disco el mes próximo junto a otro de sus amigos, Jeff Beck. Así lo anunció el genio de la guitarra en el concierto en el que tocó junto a él en Gateshead (Reino Unido), el mismo día en el que se conoció el fallo judicial. (Es que Depp no ha parado de “festejar” su victoria, con fiestas y saludos a sus millones de fanáticos que le mostraron respaldo durante el proceso judicial). La dupla de artistas ya había colaborado con anterioridad en un cover de la canción Isolation de John Lennon.

La carrera actoral de Johnny Depp despegó definitivamente tras dos papeles protagónicos que hizo para el director Tim Burton, en El joven manos de tijera (1990) y Ed Wood (1994). Según una biografía escrita por Tomás Fernández y Elena Tamaro, el pequeño Johnny, hijo de un técnico y de una camarera, pasó sus primeros años en Vancouver. Será en esa ciudad canadiense que se integrará al under del rock, dando sus primeros pasos como guitarrista en grupos de clase B.

Tras las películas de Burton, participó en El sueño de Arizona (1992), una aventura de Emir Kusturica de escaso éxito. Y al año siguiente rodó ¿A quién teme Gilbert Grape?

En 1995 intervino en tres nuevos filmes. En Don Juan de Marco compartió cartel con Marlon Brando, pero el resultado no estuvo a la altura de sus carreras. Las otras dos fueron Dead man, que tampoco rebasó la esfera del cine de culto, y A la hora señalada. En 1998 participó en un polémico trabajo titulado Miedo y asco en Las Vegas, basado en el best seller de Hunter S. Tompson. Durante el año siguiente estrenó otras tres películas: La mujer del astronauta (junto a Charlize Theron), La novena puerta (adaptación de la novela de Arturo Pérez-Reverte El club Dumas) y Sleepy Hollow, una nueva fantasía de su amigo Tim Burton centrada en un asesino decapitador.

Siguieron otros filmes, de mayor y menor éxito, hasta que desembarcó en la exitosa Piratas del Caribe y sus secuelas (2003, 2006 y 2007), subiendo varios peldaños en la escalera de la fama. ¿Cómo seguirá su carrera? Hoy nadie lo sabe, pero lo cierto es que muchos ya han amagado con pedirle perdón por haberlo juzgado anticipadamente.