Kate es uno de los miembros más queridos de la monarquía británica, famosa por su sonrisa y su saber estar. Pero la Corona no es inmune a los golpes de la vida y ahora la princesa de Gales afronta uno de los periodos más duros tras ser diagnosticada de cáncer.
Su ausencia de la vida pública desde que se sometió a una cirugía abdominal el 16 de enero, por la que estuvo 13 días ingresada en una clínica londinense, había disparado los rumores sobre su estado de salud, que ahora se disipan con la confirmación de su grave dolencia.
Es de esperar que Kate, cuyas campañas personales versan sobre la salud infantil, se centrará en proteger a sus tres hijos: George, de 10 años; Charlotte, de 8; y Louis, de 5.
De apariencia alegre, empática y refinada, Kate enseguida cautivó a los británicos como pareja del príncipe William, a quien conoció en 2001 cuando ambos estudiaban en la universidad de Saint Andrews, en Escocia. El hoy heredero al trono, de 41 años, apoyará en este trance a su compañera de vida, de 42, en un momento en que la monarquía británica está en horas bajas, con el rey Carlos III también en tratamiento oncológico y el príncipe Enrique en Estados Unidos con su familia.
Bajo la presión mediática.
Catherine Elizabeth Middleton nació en Reading (sur de Inglaterra) el 9 de enero de 1982, es la mayor de los tres hijos de Michael Middleton y Carole Goldsmith, que trabajaron como controlador de vuelos y azafata, respectivamente, en British Airways antes de fundar una empresa de artículos para fiesta que vendieron en 2023 al caer en quiebra. Pero los Middleton no eran del todo ajenos a la familia real. Su bisabuela paterna era integrante del linaje de la familia Lupton que contribuyó a la vida política del Reino Unido en las áreas de educación, vivienda y salud pública, durante varias generaciones. Su abuelo fue piloto junto al príncipe Philip durante un tour en Sudamérica en 1962.
La joven tuvo una educación de élite primero en el St. Andrews School y posteriormente en el internado de secundaria Marlborough College, donde destacó tanto en los estudios como en el equipo de hockey. Quienes la conocieron entonces, según ha publicado la BBC, la describieron como equilibrada, popular y talentosa.
En Saint Andrews, donde se licenció en Historia del Arte, conoció al primogénito del entonces príncipe Carlos y la difunta Diana, con quien compartió un apartamento y fueron amigos antes de iniciar su relación sentimental en diciembre de 2003.
Tras intentar un proyecto empresarial propio, en noviembre de 2006 fue asistente del área de compras de la cadena de ropa femenina Jigsaw, donde estuvo trabajando hasta noviembre de 2007.
La pareja fue fotografiada en público por primera vez durante unas vacaciones invernales en Klosters (Austria) en abril de 2004, y la gran expectación generada hizo que a partir de febrero de 2006 ella contase con seguridad propia.
Tanta era la presión mediática que en 2007 protestaron por acoso ante la Comisión de Quejas de la Prensa, temerosos del efecto en su relación y en sus vidas, tras la trágica muerte de la princesa Diana perseguida por fotógrafos en París en 1997. Ella también estuvo presente cuando el príncipe William recibió en abril de 2008 de manos de su padre sus alas de miembro de la RAF, la Fuerza Aérea británica, y en Windsor cuando se convirtió en Caballero de la Orden de la Jarretera en junio de ese año.
Una boda de película.
Con una gran ceremonia, Kate y William tuvieron una boda de ensueño el 29 de abril de 2011 en la Abadía de Westminster en Londres que siguieron más de 300 millones de espectadores por televisión. Ella vistió un vestido de Sarah Burton para Alexander McQueen. Entonces recibió de la reina Isabel II los títulos de duquesa de Cambridge, condesa de Strathearn y baronesa de Carrickfergus, para posteriormente convertirse en princesa de Gales cuando su suegro ascendió al trono el 8 de setiembre de 2022.
El príncipe George -hoy segundo en la línea de sucesión- nació el 22 de julio de 2013 en el hospital londinense de St. Mary. La princesa Charlotte, el 2 de mayo de 2015 y el 23 de abril de 2018 vino al mundo Louis en el mismo centro.
Después de que el príncipe Harry y la actriz estadounidense Meghan Markle anunciaran su compromiso en noviembre de 2017, las dos parejas protagonizaron algunos actos oficiales juntos, pero pronto la prensa empezó a compararlas y crecieron las tensiones entre ellos.
La princesa apoya a varias organizaciones benéficas a través de su propia entidad, la Fundación Real del Príncipe y la Princesa de Gales. Según apunta la BBC, en junio de 2021 lanzó el Centro para la Primera Infancia de la Fundación Real, una organización benéfica que se centra en crear conciencia sobre la importancia de las experiencias de la primera infancia. También es patrocinadora de organizaciones como Action on Addiction, East Anglia’s Children’s Hospices, Art Room, National Portrait Gallery, Place2Be, SportsAid, The 1851 Trust, 100 Women in Hedge Funds y el Museo de Historia Natural.
Las aficiones conocidas de la princesa son el buceo (se convirtió en buceadora avanzada en agosto de 2015) y la fotografía.
Un video que esperaba acallar los rumores.
Cuando Kate ingresó para su operación en la London Clinic, se dijo que no se trataba de cáncer y se aseguró después que la intervención había sido un éxito, si bien indicó que ella no reaparecería en público hasta después de Pascua.
Desde entonces estuvo convaleciente en la residencia de la familia en Windsor (a unos 40 kilómetros de Londres), rodeada de un aura de misterio que provocó todo tipo de teorías conspiranoicas en las redes sociales, que se agravaron cuando el 10 de marzo ella publicó en X (ex Twitter) una foto con sus hijos que admitió que había retocado. Más tarde, The Sun difundió un video en el que se veía a la pareja paseando tras hacer compras en una granja cerca de su casa, ella sonriente, aunque bastante delgada. Pero días después, ella emitió un mensaje en el que reveló que padece cáncer y que empezó una quimioterapia preventiva. “Brave Kate“ (Valiente Kate), titulaba el sábado The Sun, haciéndose eco de la conmoción en el Reino Unido. The Times se aferró al discurso positivo de la princesa en el mensaje en el que anunció su cáncer, con un esperanzador “superaré esto”.
Con su mensaje ella y su familia confían en que se acallarán las conjeturas, aunque, dado el interés que despierta en todo el mundo, esto no está garantizado.
(Con información de EFE)