NOMBRES
El futbolista argentino recorre sus últimos meses en el ciudadanos. Su futuro es todavía incierto y sus compañeros ya lo homenajean.
Es 13 de mayo de 2012. En algún lugar de la tribuna del estadio del Manchester City, un hincha celeste, furioso, con la boca apretada y los ojos entrecerrados le da la espalda al partido y golpea el banco. Mira de nuevo a la cancha. En ese momento, alargue del último partido de la Premier League de 2011-12, el anfitrión empata 2 a 2 con el Queens Park Rangers Football Club. Una vez más, en 20 años, el Manchester City se quedaría sin título en ese campeonato. Pero entonces, alrededordel minuto 93, el QPR pierde la pelota. Joleon Lescott, del Ciudadanos, se la pasa a Niguel de Jong que corre por el centro del campo hasta la pared delantera que habían formado Kun Agüero y Mario Balotelli. De Kun a Mario, de Mario a Kun y al arco.
Fue con la derecha, su pierna confort. Unos minutos antes había abrazado la pelota y le pidió a Dios o al Universo o a la vida una oportunidad. Sergio Kun Agüero jugó en el Manchester City desde el 2011 y ese día, en el minuto 93.20, fue parte de la historia de la primera vez que el Sky Blue ganó una Premier League. También hacía 44 años, desde 1968, que el equipo no ganaba una liga inglesa de primera división. Kun se convirtió en héroe para equipo e hinchas.
“Mi partido no estaba siendo del todo bien, más los nervios y la ansiedad, no me salía lo que yo quería hacer”, dirá Kun Agüero cinco años después en el documental 93:20 del Manchester City. “Fueron dos segundos en los que pensé un montón de cosas. Pensé en patear, la paré, pienso que me van a hacer penal, luego no. Y ya me quedó el último momento que decidí pegarle al arco y cuando hice el gol, la verdad que no me acuerdo mucho, solo que estaba tan furioso que me saqué la camiseta”.
Domingo 25 de abril de 2021. El Manchester City juega por la Carabao Cup (Copa de la Liga) y gana por cuarta vez consecutiva este campeonato. Kun no entra a la cancha. Desde hace meses viene menguando su participación en el equipo por problemas en una rodilla y un positivo de coronavirus en el medio. Lleva 257 goles, es el máximo goleador en la historia del equipo, pero está en sus meses de despedida. El 30 de junio será suúltimo díaante Pep Guardiola.
25 de abril de 2021. El equipo de los ciudadanos gana y se corona como campeón de la Copa de la Liga. El capitán, el brasileño Fernandinho, levanta el trofeo. Lo alza frente al público. Se escuchan gritos. Besa la copa.
Segundos después, busca a su compañero, el Kun, y posan juntos frente a la cámara. En las fotos que recorrerán el mundo los días siguientes, el argentino es tan parte del éxito del equipo como siempre. Sus compañeros lo sienten así.
El sueño que nació en Quilmes
Fines de los años 90. En Los Eucaliptos, una villa al sur de Quilmes, Sergio Agüero —sus abuelos le dicen Kun—, de 11 o 12 años, juega al fútbol por centavos. Sale de la escuela, llega a su casa a mediodía y espera el golpe en la puerta. Cuando suena, son los amigos del barrio y se van con la pelota a un campito.
Cada uno apuesta algún centavo y el que gana se queda con el lote. Una plata con la que, por lo general, Kun se compra un alfajor Capitán del Espacio.
“Siempre viví en Quilmes, en zona sur, y para la zona sur era el mejor alfajor, el típico que todos queríamos. Entonces jugábamos a la pelota por plata y cuando tenía 25 centavos lo compraba. O por ahí juntaba que mi viejo me daba 10 centavos cada dos días ponele y en la semana juntaba los 25. Entonces me daba el gustito”.
Año 2020, plena cuarentena, en un vivo por Twitch, Kun hablará sobre ese alfajor y ese barrio y esa vida mientras lo critican por comerse un alfajor de limón y salirse de la dieta.
El canal de twitch
EnTwitch, Kun es un niño que solo piensa en la broma, el juego, el matar el rato libre que trajo la pandemia. Y es, con sus 3 millones de seguidores, una estrella del streaming. A través de su canal (luego también comparte los videos en YouTube), el argentino se graba mientras participa en juegos online de moda. Actualmente juega al Grand Theft Auto V y Valorant.
Años 90. Por la época la vida no es cosa fácil para él ni para los suyos. Hasta entonces son cuatro hermanos (serán siete). Viven en una casita de dos cuartos (su padre construirá otro). El barrio todavía es tierra conocida para él. Pasa la mayor parte de sus días afuera, jugando a la pelota. En ocasiones su madre, Adriana Agüero, se enoja. “A veces volvía de noche y mi vieja me quería matar. Todo por un peso…”, dirá en 2005.
Antes, a los 7 u 8 años, jugando en Loma Alegre, Kun ya empezó a vivir la transición del juego al sueño. Primero fue su padre, Leonel del Castillo, el que lo incentivó. “Pensaba ‘que no esté, que no esté’”. A veces, contará a Gastón Pauls en Dos solos, su padre lo espiaba por un hueco detrás de las tribunas porque sabía que su hijo se ponía nervioso. Si lo veía, sabía que tenía que empezar a jugar bien. “A la larga me sirvió, porque después de todo eso yo siempre quería más”. Y dirá que su padre lo intentó todo para encontrar trabajo y apoyar a su familia, que tenía confianza en la habilidad de su hijo.
Cuando entra a Independiente Kun es la esperanza y la salvación de su propia familia. Allí juega entre 2003 y 2006, son sus primeros 23 goles en primera división. “Mis viejos trataban de traer algo para comer y éramos muchos —dice a Olé—. Papá era remisero y mamá ama de casa. Con 10, 15 pesos, tirábamos... El barrio era medio jodido. Nos dijimos que teníamos que salir de ahí por su peligrosidad. Andaban a los tiros y mis hermanitos siempre afuera. Por suerte, el club nos compró una casa en Don Bosco. Nos sacó”.
Después, en 2006, vendrá la selección mayor de Argentina. Con la mayor todavía debe ganar mundiales, pero lo logró en 2005 y 2007 con la Sub-20. Vendrá, también, el Atlético Madrid y los primeros títulos del otro lado del Atlántico, Europa League y la Supercopa de Europa. Vendrán premios y títulos personales, vendrán amores, desamores, su hijo Benjamín, la vida misma. Y el futuro, ahora rodeado de especulaciones, está por verse.
Su amistad con Leo Messi
“¿Vos cómo te llamas? Me contesta ‘Lionel’. Y yo le digo ‘¿y tu apellido?’; ‘Messi’, me responde. ‘¿No sabes quién es?’, me preguntaron los otros”, contó Kun a la revista Goal. Era 2005 y Leo ya era un nombre importante en Barcelona, pero Kun Agüero solo miraba fútbol argentino. Compartieron selección por primera vez y nació la amistad. Cada tanto Kun llama a Leo durante los streamings de su cuenta en Twitch.