Igor Galo (Especial para Domingo)
Kuwait no es un destino para cualquier tipo de viajero, pero visitarlo puede proporcionar una comprensión más profunda del mundo actual y del mundo árabe. A pesar de ser menos conocido que otros destinos de la región, cuenta con monumentos icónicos, modernos skylines, lujosos centros comerciales, playas y resorts.
Después de la invasión iraquí de 1990, el país, traumatizado y enfocado en su reconstrucción, optó por la discreción internacional en lugar de las grandes campañas de marketing de sus vecinas Dubái, Abu Dabi y Qatar. Sin embargo, Kuwait City fue la primera ciudad de la región en demostrar su poderío económico a través de grandes edificios. En 1977, se inauguraron las Kuwait Towers, que en su momento fueron los edificios más altos de Medio Oriente.
Estos altos depósitos de agua, decorados con discos metálicos verdes y azules, siguen siendo el símbolo del país. Actualmente, se puede subir a su mirador para disfrutar de una de las mejores vistas del país y de la ciudad. Sus alrededores se han transformado en un paseo marítimo con restaurantes, ciclovías y playas, frecuentados por familias locales y trabajadores extranjeros al atardecer y cuando el calor lo permite. También son el mejor punto de partida para quienes visitan la ciudad por primera vez.
Pueblo con historia
La región que hoy ocupa Kuwait ha sido hogar de diversas civilizaciones desde tiempos inmemoriales. Sumerios, griegos, persas, portugueses y británicos han pasado y se han establecido en esta zona, especialmente en la isla de Falaika, aprovechando su posición estratégica para el comercio entre Arabia, India y el Creciente Fértil.
Situada a 20 kilómetros de las Kuwait Towers, la isla se puede visitar en tours de un día. Cuenta con varios yacimientos arqueológicos de distintas épocas, aunque las ruinas más visibles son las dejadas por los iraquíes hace tres décadas. La experiencia incluye la visita a tanques abandonados y casas destruidas por la guerra, junto con paseos en camello y espectaculares puestas de sol.
La historia del estado moderno de Kuwait comenzó en 1961, cuando obtuvo su independencia del Reino Unido. Sin embargo, los kuwaitíes suelen fijar el nacimiento de su nación hace 300 años, en la segunda mitad del siglo XVII, cuando varios clanes de la península se asentaron en la ciudad vieja. En 1776, llegó la familia Al-Sabah, que desde mediados del siglo XVIII se convirtió en la soberana de Kuwait y construyó la primera muralla alrededor de la ciudad.
En los últimos años, los viajeros pueden conocer la historia del país en el Palacio Museo Al Salam. Este antiguo palacio del jefe de Estado, muy dañado durante la invasión iraquí, ha sido reconstruido como un museo histórico con la última tecnología para divulgar su historia desde su propia perspectiva. Se ofrecen recorridos guiados en inglés que deben reservarse con antelación a través de la web.
Cerca del palacio, en el paseo marítimo de la ciudad, se encuentran otros puntos de interés como el moderno centro cultural Sheikh Jaber Al-Ahmad. Este centro combina arquitectura de vanguardia con formas tradicionales de la península arábiga y alberga la Ópera y varias salas de música.
En la zona también se encuentra el Museo Nacional, que sigue en proceso de reconstrucción desde la guerra del Golfo y suele estar cerrado. Parte de su colección, junto con una pequeña parte de lo recuperado de la colección Al-Sabah, la familia gobernante de Kuwait, se puede ver en el cercano Dar Museum. De acceso gratuito, este museo también cuenta con una pequeña exposición sobre la evolución de la arquitectura citadina en el último siglo.
Zocos y rascacielos
La vida de los nacionales y de los muchos expatriados, principalmente de otros países musulmanes, transcurre habitualmente entre los zocos y las mezquitas. Para sumergirse en su cotidianeidad, nada mejor que perderse por las callejuelas del zoco histórico de Al-Mubayakita, donde se puede encontrar desde juguetes de plástico, especias y humildes sandalias hasta ostentosas joyas de oro y perlas. La actividad suele comenzar al atardecer y el regateo no es una opción, es una obligación en esta tierra de comerciantes.
Una visita al centro de Kuwait no está completa sin pasar por la Gran Mezquita, la única que permite la entrada a no musulmanes fuera de las horas de rezo. Inaugurada en 1986, su interior es impresionante y está situada junto a importantes instituciones del país como el palacio presidencial Seif, el zoco y la Bolsa de Valores.
Cicatrices de la guerra
Kuwait vive entre el deseo de superar el trauma de la invasión y la necesidad de recordar su historia. Dos lugares conmemoran estos eventos. El Al-Qurain Martyrs Museum, ubicado en el barrio Al-Qurain, es una casa-monumento que recuerda a un grupo de jóvenes que resistieron al ejército iraquí. Esta casa ha sido reconstruida para preservar la memoria histórica y ofrece una visión de los barrios de clase media del país.
El otro es el Memorial Museum, que repasa tanto la invasión iraquí como las batallas más importantes de los tres siglos de historia de Kuwait. Este pequeño y tecnológico museo se encuentra en el parque Al-Shabeed, un jardín moderno con restaurantes, cafés, fuentes y lagos, situado frente al centro de la ciudad.
Excursiones por los alrededores de la ciudad
Algunos lugares de interés están alejados del centro de la ciudad, pero son accesibles en auto.
El Museo Tareq Rajab y el Museo de la Caligrafía Islámica son dos joyas ocultas sobre el arte y la cultura regional, situados en una zona residencial.
La Kuwait Oil Company, en su sede central a las afueras de la capital, ofrece una visión de la historia del petróleo, desde su formación geológica hasta su producción y exportación, en el museo interactivo KOC Oil and Gas Exhibition Center.
También en las afueras se encuentra The Avenues, el mayor centro comercial de la región. Aquí se pueden encontrar más de mil tiendas que ofrecen desde productos locales como dátiles, joyería y perfumes orientales, hasta ropa y accesorios de lujo.