El objetivo inicial de pintar un mural en Plácido Ellauri y Osorio no era homenajear a los sobrevivientes y víctimas del accidente de los Andes, sino embellecer la esquina de Pocitos donde se ubica Pizza Piedra. Pudo haber sido la imagen de La sociedad de la nieve o cualquier otra que se le cruzara a Martín Laúz, dueño de la pizzería, y lo conmoviera mientras elegían el diseño.
Coincidió que esta historia de supervivencia única en la humanidad estaba en boca del mundo entero y acaparaba las noticias gracias a la película de Bayona, pero lo cierto es que Martín y su socio tenían una necesidad real: mejorar la esquina de su pizzería y de paso hacer una buena acción para el barrio.
“Hemos hecho reformas, pero esa parte del muro la pintábamos y la volvían a grafitear. Hablando con mi socio le dije ‘no tiene mucha vuelta, cualquier cosa que hagamos referente a la marca lo van a pintar arriba, a no ser que busquemos algo artístico’, porque sabemos que hay cierto código urbano que se respeta”, cuenta Martín a Domingo sobre la motivación inicial.
Se comunicó con la empresa de pintura artística Graff Express, les mostró el muro, les contó el plan y tiraron ideas hasta que Martín se topó con la foto original del momento del rescate a los 16 sobrevivientes de los Andes mientras leía una noticia de la película: “Me generó un montón de cosas y dije ‘es esta’”, expresa.
Él prefería usar esa foto que lo había conmovido, pero los artistas le sugirieron pintar la imagen de la película y respetó la decisión de los que saben: “Si lo tuviera que volver a hacer haría la foto original, me gusta más, es mucho más impactante”, confiesa.
Meditaron bastante si ir por ese diseño o no: les generaba incertidumbre lo sensible del tema. Finalmente resolvieron darle para adelante con una única condición: no hacer ningún tipo de publicidad al respecto. “No teníamos un fin comercial. Por una cuestión de respeto, tratar de sacar un rédito de esto no me atraía. Tampoco le pusimos un cartel para que reconozcan que es de la pizzería”, aclara.
Mantuvieron un perfil tan bajo que no publicaron nada del mural en el Instagram de Pizza Piedra (salvo el agradecimiento de Graff Express por confiar en ellos para el trabajo) y tampoco quisieron comunicarlo a los medios: "Me contactó una estudiante de periodismo española y me hizo una entrevista que nunca vi", cuenta.
El mural de 50 m2 se pintó en tres días. Graff Express publicó la foto el 23 de octubre y la repercusión fue inmediata. Pancho Delgado (sobreviviente de los Andes) se acercó al lugar un día después para sacarse una foto, la compartió Bayona y superó los 3.000 ‘me gusta’. Aunque lo más sorprendente fue que el director español se apersonara el 2 de noviembre para tener su propia foto.
La emoción de Bayona
Martín estaba convencido de que el mural no iba a pasar desapercibido y la repercusión se iba a dar de costado, aunque ellos no la buscaran, por lo valiosa que es la historia y lo que representa para Uruguay y el mundo, más en estos días con el éxito rotundo de La sociedad de la nieve. Sabía que iba a convocar a mucha gente interesada en fotografiarse con la imagen de la película y por eso antes de pintar la pared decidieron dejar más prolija toda la esquina: cortaron el pasto, arreglaron la vereda y pidieron a la comisión del barrio que les quitaran los contenedores de basura.
Lo que nunca imaginaron fue que el famoso director se iba a acercar hasta el lugar: “Que se saque una foto uno de los sobrevivientes o un familiar es hasta normal que pase porque viven acá, pero que Bayona, que ya era un grande y hoy es más reconocido, se tome el trabajo de ir hasta el mural estando en Uruguay y se saque una foto sí me sorprende”, asegura sobre esa imagen que dio la vuelta al mundo.
Bayona se acercó a la esquina de Plácido Ellauri y Osorio junto a Pablo Vierci el 2 de noviembre temprano. Ninguno de los empleados de la pizzería tuvo el privilegio de hablar con él: “Abrimos de noche y los chicos llegan a las cinco o seis de la tarde. Me hubiera encantado estar en el momento que vinieron Bayona y Vierci pero fueron al mural, no a la pizzería. La gente no reconoce el mural como parte de la pizzería”, expresa.
Y agrega que estetributo es también un regalo a los vecinos de Pocitos: “El barrio quedó súper feliz. Logramos el cometido de mejorar la esquina. Los chicos que trabajan en la pizzería me cuentan que los vecinos les dicen ‘la rompieron’. Están súper agradecidos”.