La hora del nuevo trago

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Kika Levi

TENDENCIAS

El fenómeno del “conductor designado” y el desarrollo de nuevos gustos, impulsan la moda de estas bebidas sin alcohol. Un mundo nuevo de sabores y colores que no provocan resaca.

Tomar tragos sin alcohol está de moda. Y está de moda entre gente de alto poder adquisitivo, que vive en barrios privados y muchas veces encajan en el perfil del (o la) bon vivant. Y se sabe: lo que la gente "top" hace o deja de hacer muchas veces influye sobre los demás. Pero también entre gente de menos recursos hay una mayor demanda de bebidas que no incluyen brebajes espirituosos.

Esta tendencia es el resultado de varios factores. El más inmediato y contundente es, claro, la ley de tolerancia cero al alcohol a la hora de conducir. Con ventas récord de automóviles y otros vehículos en los últimos años, era previsible que surgiría una cantidad considerable de gente que, por la prohibición a conducir con alcohol en la sangre, se iba a inclinar a este tipo de consumo.

Sin embargo, también inciden otros elementos en este cambio de comportamiento. Kika Levi lleva 12 años sirviendo tragos a través de su empresa Glow! Para ella, además de la norma de tolerancia cero, influyen nuevos hábitos y gustos entre su clientela. "Sí, más allá de la ley, hay una voluntad de consumir de una manera más sana y saludable. Ya es mucho más normal ver gente que no toma alcohol. No lo consume, como tampoco consume tanta azúcar o comida muy procesada".

Ella arrancó atendiendo a un público empresarial; armaba barras de tragos para eventos de cientos de personas. Pero con el paso del tiempo se especializó en eventos numéricamente más reducidos y exclusivos. Actualmente, Levi cuenta con una cartera de clientes a los que "les gusta la buena vida y hacen fiestas para celebrarla", como dice. Gente de barrios privados como La Tahona y San Nicolás, entre las que hay "colonias de inmigrantes" de venezolanos, argentinos y brasileños, que pueden hacer este tipo de fiestas en lugares exclusivos.

Según su experiencia, buena parte de las ganas de consumir bebidas que no pongan en riesgo la libreta de conducir y no signifiquen un desafío para la billetera tienen su origen en el desarrollo de los nuevos gustos de los uruguayos. "La gente viaja más. Ve más cosas, se entera, se abre". Y eso resulta, de acuerdo a su línea de razonamiento, en el desarrollo de nuevas preferencias y una nueva conciencia acerca del peso de la comida y la bebida en la salud.

Juan Lamela, actualmente bartender del restaurante Manzanar en Carrasco, hace diez años que está en el negocio de atender una barra. Lo ha hecho tanto en Uruguay como en el extranjero, por ejemplo en Irlanda y Estados Unidos.

Lamela también opina que la cero tolerancia al alcohol en el tránsito está cambiando los hábitos de consumo de mucha gente. Él mismo dice que ya no toma bebidas alcohólicas cuando sale. "Hay varias opciones. Por un lado, están los jugos, por el otro las bebidas sin alcohol como la cerveza, que yo también tomo cuando salgo, y los tragos, los cócteles, sin alcohol", cuenta.

A Lamela, aunque ya lleva unos cuantos años preparando tragos, no le molesta que se los pidan sin alcohol, aunque reconoce que el esmero en la mayor parte de los casos está puesto en la creación de combinaciones que incluyen alguna bebida alcohólica. "Pero en realidad, el abanico de posibilidades para hacer tragos así es enorme".

Ahí entran a importar hierbas aromáticas, frutas, plantas y toda una gama de sabores y colores del mundo vegetal, como jengibre, pomelo rosado, albahaca, menta, tomillo, romero, y mucho más. "Yo siempre trato de hacer tragos que sean fáciles de tomar, a menudo algo cítrico y dulce", comenta Lamela y agrega que hay que saber cuándo hacer un trago así y cuándo no. "No haría un aperitivo sin alcohol. Que sea algo más refrescante".

Pero un trago —con o sin alcohol— es mucho más que una bebida en un vaso. Es también un acontecimiento social, y conlleva un componente cultural, con sus tradiciones y saberes. Como la norma ha sido, durante tanto tiempo, tomar algo con alcohol incluido, lo novedoso de tomar algo sin ese componente hace muchas veces que el cliente no domine ni conozca el mundo de este tipo de cócteles. Ahí tiene que entrar a jugar el bartender. Lamela dice que muchas veces vienen clientes que le piden "un mojito sin alcohol", lo cual no tiene sentido porque un trago así es una limonada. "No tenemos una carta específica de tragos sin alcohol, por eso es que ahí yo indago en los gustos personales del cliente: qué tipo de tragos le gustan, qué tipo de sabores, cosas así". Por ejemplo, puede salir un trago como este: jugo de pomelo, tomillo, almíbar de anís y agua tónica. "No le he puesto ningún nombre a ese trago. Son combinaciones que hacemos en la barra para gente que busca tomar algo en la cena o el almuerzo, porque hay mucha gente que está tratando de salirse del refresco gasificado, lo cual me parece muy bien.".

Andrés Jorges es bartender y también uno de los fundadores del recientemente inaugurado emprendimiento gastronómico y cultural Inmigrantes. Él dice a Domingo que una reunión en la que tres tomen algo con alcohol y uno no pueda (porque tiene que conducir), es algo a evitar. "En Inmigrantes vendemos muchos tragos sin alcohol, es algo que se ha incorporado por la fuerza de los hechos. Si vienen cuatro personas a cenar, y una de esas personas no puede consumir alcohol, eso condiciona a esa mesa. Ahí está en nosotros ofrecerle a esa persona algo divertido, para que no sienta que está en una mesa aparte", dice sobre el diálogo que se da cada vez más entre expertos cockteleros y consumidores que, a tientas, empiezan a indagar en el mundo de los tragos alcohol free.

Los expertos consultados para esta nota coinciden en que hay varios sabores y combinaciones que están en boga. "Más allá de los sabores clásicos, como por ejemplo la limonada con jengibre y menta, un trago que actualmente tiene muy buena aceptación es el de pomelo rosado con romero. Los licuados fueron. Ya nadie toma daiquiris", dice Levi.

Para Jorges, en tanto, lo que más funciona hoy es el jugo de maracuyá. "Esa es la tendencia actualmente. Aunque la limonada no deja de ser popular, el jugo de maracuyá es furor. Viene con menta fresca (o albahaca morada), agua y almíbar simple, que es una combinación de azúcar y agua que la llevamos al fuego. Otro trago que funciona es la pomerada, que consta de jugo de pomelo rosado, almíbar de jengibre, clara de huevo y romero".

Así, al influjo de una nueva demanda, los uruguayos van gradualmente adquiriendo conciencia sobre combinaciones de sabores y colores que además de no provocar resaca, evitan multas y retiro de licencias de conducir.

Tips para tragos seguros

Conductores, embarazadas, mujeres que amamantan y personas que directamente prefieren no consumir alcohol son quienes más apuestan por estos tragos. Kika Levi (foto), de Glow!, dice que se puede exprimir un pomelo rosado, agregarle una rama de romero, hielo picado y agua sin gas. O se puede probar una limonada "Frozen: "Una parte de exprimido de limón, dos partes de agua, 4 hojas de menta o 2 rodajas de jengribre, azúcar o edulcorante a gusto. Poner mucho hielo en una licuadora, y licuar. El secreto está en la cantidad de hielo y el tiempo de licuadora para lograr la textura frozen", dice la especialista.

tragos
Colores, sabores y nada de alcohol.

Obviamente, hay muchas recetas disponible en Internet, como por ejemplo la del "Arnold Palmer": hielo, media parte de limonada y media parte de Basic Iced Tea. Decorar con una rodaja de limón y listo.

Tomarse un "moctail" en La Barra

El artista visual —y apasionado del café— Francisco Supervielle trabaja junto a los empresarios tras La Madriguera y La Farmacia Café, Camila, Agustín y Martín Chamyan en Café Zinc, ubicado en La Barra (Ruta 10 y Camino Eguzquiza). Ahí crearon el "Moctail Cafeinado", que según lo que cuenta, se viene vendiendo muy bien. "Agua tónica marca Jariola, cáscaras de naranja, jengibre, unas gotitas de Amargo de Angostura, hielo y un espresso". Supervielle explica que partió de la base de la combinación espresso+agua tónica, que es una combinación clásica, y le fue agregando cosas. "Ponemos todo en un vaso y lo llevamos a la mesa, donde le ponemos el espresso a lo último, lo que da una textura mousse al trago". Todo eso a 150 pesos.

Café Zinc trago
Moctail Cafeinado, de Café Zinc

Jugos y licuados en la temporada

Natalia Abulafia representa a varios restaurantes de Punta del Este y zonas aledañas. De acuerdo a su apreciación de lo que viene siendo la temporada turística, la moda de los tragos sin alcohol no ha pegado tan fuerte entre turistas y locales, al menos por ahora. News Café es uno de los lugares para el cual Abulafia hace relaciones públicas, y cuenta que actualmente lo que se demanda en ese lugar es el jugo de remolacha, que a veces puede ir combinado con otros sabores. También jugo de naranja y zanahoria es una combinación popular. En el restaurante Boca Chica Puerto de Punta del Este, Elisa Dorna dice que más allá de algunas excepciones, el alcohol sigue imperando entre sus clientes.

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