LA OBSESIÓN "LIGHT": La clave es la cantidad

Mientras crece el consumo de edulcorantes, los expertos alertan sobre cuál es el límite saludable y, sobre todo, lo que pueden tomarlos niños en un mercado repleto de esos productos

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LEONEL GARCIA

El placer de consumir algo dulce sin culpa. Ese es el marketing hecho sabor de los edulcorantes artificiales como la sacarina, aspartamo, acesufame K, ciclamato o sucralosa. También supone un alivio gustativo para todas aquellas personas que deben ser cuidadosas con el azúcar en su dieta, tales como los diabéticos o quienes tienen sobrepeso.

Especialistas uruguayos consultados afirmaron que el uso de edulcorantes "es una opción de consumo" utilizada por personas que por alguna razón deben excluir el azúcar de la dieta, entre ellos y particularmente los diabéticos, obesos o quienes sufren hipertrigliceridemia. Sin embargo, "no es aconsejable su uso en personas con el peso corporal normal o que hayan adelgazado y que no presenten estas enfermedades", según explicaron las doctoras Estela Skapino y María Acuña de la Escuela de Nutrición de la Universidad de la República (Udelar).

Asimismo, profesionales de la Sociedad Uruguaya de Pediatría (SUP) señalaron que si bien no hay una prohibición del uso de edulcorantes en niños mayores de 3 o 4 años, éstos no son recomendados en pacientes sanos. En una época en que estas sustancias se agregan a muchos de los productos de uso cotidiano, entre ellos bebidas light, gelatinas, postres y hasta jugos artificiales, el tema adquiere relevancia a la hora de decidir si conviene o no que los más chicos consuman edulcorante. Sin embargo, reconoció la pediatra Cristina Estefanel, secretaria de la Comisión de Nutrición de la SUP, el uso de estos edulcorantes artificiales en los niños todavía no ha sido debatido en la sociedad.

Varias teorías han alertado sobre la relación de edulcorantes y cáncer. Un reciente estudio de la Fundación Europea de Oncología y Ciencias Medioambientales concluyó que ingerir grandes cantidades de edulcorantes artificiales como el aspartamo puede "provocar linfomas y leucemias en ratas hembras, incluso en dosis muy parecidas a la diaria admitida por el hombre". Científicos europeos aseguraron que aun falta la confirmación de los resultados de esa investigación.

TOPE. "No hay mejor o peor edulcorante", afirman en la Escuela de Nutrición. Sí, señalan, que se deben tomar en cuenta varios aspectos para su selección tales como los costos (el ciclamato y la sacarina son los más económicos) y la forma de preparación. Por ejemplo, los productos con sucralosa son los que resisten mejor las altas temperaturas de cocción.

El límite existente está marcado por la denominada Ingesta Diaria Admitida (IDA), definida como la centésima parte de una cantidad que suministrada diariamente no produce daño en animales y que se expresa en miligramos por kilo de masa corporal en la persona. Esto representa el "tope" permitido en el consumo de edulcorantes. Cada uno tiene su propio IDA y el "tope" es, entonces, dependiente del peso del consumidor.

PONER EJEMPLOS. Según las expertas de la Escuela de Nutrición de la Udelar, el peligro sobreviene si la persona no respeta la IDA. "La mayor preocupación ocurre con los niños, ya que por tener menor peso se corre mayor riesgo de sobrepasar ese tope. En un adulto, en cambio, es difícil de superarlo", señaló Skapino.

Ambas profesionales destacan que las previsiones que se deben tomar a la hora de elegir un edulcorante son las mismas que con cualquier producto: vida útil vigente, autorizaciones correspondientes y buen estado de los envases. Aún así, puntualizan que quienes padecen fenilcetunoria —una enfermedad hereditaria provocada por la falta de una enzima que sintetiza la fenilalanina y puede causar retraso mental— no pueden consumir aspartamo.

"Los edulcorantes por sí mismos no adelgazan", enfatizan ambas médicas. Simplemente permiten manejar un plan de alimentación que incluya sabores dulces que no aportan las calorías del azúcar.

Y este sabor es muy apreciado. Estudios internacionales demostraron que seis de cada diez personas prefieren lo dulce a lo salado.

PEDIATRÍA. Como conclusión, los profesionales de la Sociedad de Pediatría recomiendan que los niños sanos no consuman edulcorantes. Pero tanto los azúcares sintéticos como los productos light pueden ser "sugeridos" en casos extremos como adolescentes con obesidad mórbida (un índice de masa corporal superior a 40).

"En lo que siempre se hace énfasis es en una alimentación balanceada. Esta tiene que tener un 15% de proteínas, entre 40 y 50% de carbohidratos y el resto en grasas. De estas últimas, solo el 10% deberían ser del tipo saturadas (manteca, leche)", dijo la doctora Estefanel.

Los niños son grandes consumidores de dulces y en un ambiente con hábitos alimenticios inadecuados, el escenario para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares debido al exceso de peso puede ser más nocivo. De hecho, un chico con un padre obeso tiene un 40% de posibilidades de serlo. Si ambos padres lo son, las chances aumentan a 80%.

Aun así, los edulcorantes pierden terreno a la hora de las recomendaciones pediátricas en lugar de las frutas o los jugos naturales. Dosificar las golosinas y sustituir bebidas colas por sus variantes light son pasos previos que apuntan a una alimentación balanceada.

"No se recetan edulcorantes. Lo que se hace es enseñar a comer", señaló la doctora María José Moll, también integrante de SUP, tarea que comienza —o debería comenzar— desde los primeros años de vida.

Dosis controladas

SACARINA. Tiene un poder edulcorante 300 a 400 veces superior al azúcar. No aporta calorías. No tolera temperaturas elevadas. Está prohibida en Francia y Canadá. En Estados Unidos, los productos que la contengan deben tener un mensaje de advertencia que rece que este componente "produce cáncer en animales de laboratorio". Ingesta Diaria Admitida (IDA): 2,5mb/kg. de peso. Ejemplo: una persona que pesa 70 kilos puede consumir 175 mg. al día.

CICLAMATO. Tiene un poder edulcorante 30 a 60 veces superior al azúcar. No aporta calorías. No tolera temperaturas elevadas. No aprobado por la Food and Drug Administration de Estados Unidos, al igual que en Japón, Gran Bretaña y Francia. Se acepta en 50 países incluyendo a Uruguay. IDA: 11 mg/kg. de peso. Ejemplo: una persona de 70 kilos puede consumir 770 mg. al día. En humanos se baraja la posibilidad de que interfiera en la síntesis de las hormonas tiroideas y produzca alergias. La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que podría tener potencialidades cancerígenas. Se desaconseja su consumo en niños y mujeres embarazadas.

ACESULFAME K. Poder edulcorante 200 veces superior al azúcar. No aporta calorías. Tolera temperaturas elevadas. IDA: 9 mg/kg de peso. Ejemplo: si se pesa 70 kilos se puede consumir 4.900 mg. al día.

ASPARTAMO. Poder edulcorante 160 a 220 veces superior al azúcar. Aporta 4 Kcal/g pero debido a que se utiliza en pequeña cantidades, su aporte calórico es ínfimo. No tolera temperaturas elevadas, excepto el encapsulado. IDA: 40 mg/kg. de peso. Ejemplo: un hombre que pese 70 kilos puede consumir 2.800 mg al día.

SUCRALOSA. Poder edulcorante 600 veces superior al azúcar. No aporta calorías. Tolera temperaturas elevadas. IDA: 15 mg/kg de peso. Ejemplo: para 70 kilos de peso, el límite son 1.050 mg al día.

Fuente: Nutriguia ( www.nutriguia.com.uy ) y Portal de Salud

Aumentan ventas

En lo que va del año, la cadena de supermercados Disco ha trabajado con 58 referencias distintas en lo que a productos edulcorantes se refiere, de acuerdo con su departamento de marketing.

Estos productos han registrado un aumento en su facturación del 10% en el período enero-setiembre de 2005 con respecto al mismo período del año anterior. Entre ellos, el edulcorante Leader Price es el más vendido ya sea en sus variantes líquida o en polvo.

En lo referido a las bebidas light, estas representan el 31.1% del mercado de refrescos. Como ejemplo, en Disco se vende una botella light por cada 2.85 "comunes".

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