La vocación no da trabajo

| Casi el 50% de los estudiantes se inscribe en carreras sociales y humanas, aún cuando la inserción laboral es muy baja. Ciencia y tecnología: cero desempleo.

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El País

CATERINA NOTARGIOVANNI

Aníbal (18) le acaba de comunicar a su padre que decidió inscribirse en la Facultad de Humanidades para formarse como Licenciado en Filosofía. La pregunta no se hizo esperar: "¿Y de qué pensás trabajar?" Aníbal no tiene respuesta, sencillamente no se había puesto a pensar en eso. "No sé, veré, pero eso es lo que me gusta", atinó a decir.

Como Aníbal, son miles los que eligen su carrera por vocación y no por las posibilidades futuras de inserción laboral. Seguramente, por eso, la mayoría de quienes ingresan a la Universidad de la República se inscriben en carreras de corte humanístico para las cuales la oferta de mano de obra supera ampliamente a la demanda.

De hecho -y de mantenerse la tendencia del año 2006 (últimos datos disponibles)-, casi el 48% de los nuevos alumnos se inscribirá en Ciencias Sociales y Humanas, el 25,30% en Ciencias de la Salud, un 19,82% en Ciencias y Tecnologías, el 4,28% en Ciencias Agrarias y un escaso 2,83% en Artística. (Estadísticas básicas 2006, Ingresos de Estudiantes según Área. Udelar).

Así, casi la mitad de los estudiantes se inclinarán por formarse como contadores, economistas, licenciados en administración, sociólogos, abogados, escribanos, trabajadores sociales, comunicadores, publicistas, licenciados en letras, en lingüística, en filosofía, en bibliotecología y en ciencia política, entre otras.

Si Aníbal tiene suerte, una vez recibido ingresará al mercado a desarrollar los conocimientos en filosofía adquiridos en facultad. Si no, pasará a engrosar la lista de profesionales que se ganan la vida en tareas que nada tienen que ver con lo que estudiaron por años. Una investigación realizada en México arrojó como resultado que el 50% de los egresados no se dedica a lo que estudió. En Uruguay solo hay datos parciales, pero a juzgar por las diferencias existentes entre las preferencias de los estudiantes y la demanda de las empresas, son miles los que tienen el título guardado en un cajón.

Vocación vs. realidad. "A nivel local esas situaciones se dan por una razón principal que está asociada a un desencaje entre oferta y demanda en el mercado laboral; entre lo que las empresas necesitan y el tipo de profesionales que se produce en el ámbito universitario", señala el Lic. Neker de la Llana, Gerente de Servicios Profesionales de Manpower .

Del total de cargos que ofrece Manpower, entre un 40% y 50% corresponde a posiciones vinculadas al área tecnológica (ingenieros y técnicos); mientras que "otro gran componente se lo llevan las carreras vinculadas a la administración de empresas: contador, licenciado en administración y todas las técnicas", ilustra Neker de la Llana.

Paralelamente, un relevamiento realizado para este informe por la empresa KPMG, indica que el 40% de los que ocupan un puesto en el área Administración y Finanzas no trabajan de lo que estudiaron. En Recursos Humanos dicho porcentaje desciende al 30%; y en Comercial y Comunicaciones la proporción es 50% y 50%. En el sector Operaciones, el 100% de los postulantes están trabajando de lo que estudiaron. Ingenieros químicos o industriales, entre otros, integran ese estadística.

En el rubro Logística y Comercio Exterior, en tanto, sucede algo interesante: "Por ejemplo, hay personas que se postularon para cargos como Encargado de Logística y Depósito pero que, al investigar sus estudios terciarios, se observa que no coinciden de ninguna manera con los estudios para dicho puesto. Encontramos contadores, Licenciados en Administración de Empresas, Licenciados en Recursos Humanos, odontólogos, entre otros", cuenta Virginia Fasano, psicóloga, MBA y Gerente del área de consultoría en Recursos Humanos.

El director de la Consultora Ascênde, José Luis O`Neil, asegura que muchas veces y según los perfiles, las empresas buscan profesionales para desempeñarse en cargos que no necesariamente están vinculados (desde el punto de vista técnico) con los estudios que realizaron anteriormente. "Por ejemplo, para un cargo de Analista de Datos de un departamento comercial se puede buscar desde un ingeniero químico a un economista".

Incluso, explica, para muchas de las vacantes para Supervisor de Ventas o Vendedor Senior se piden profesionales formados en Administración de Empresas. "Es bastante común en las multinacionales la búsqueda de ese perfil", agrega.

"Cubrimos cargos de nivel gerencial y de áreas administrativas. Cuando realizamos llamados, los postulantes generalmente dan con el perfil," dice la licenciada en administración Rossana Grosso sobre Pricewaterhouse Coopers, empresa de la cual es Gerente de Consultoría en Recursos Humanos.

Por un aviso en el diario se reciben 100 currículum -agrega la experta- y a veces sucede que una gran cantidad de personas no cierra con el perfil. "No es porque no haya estudiado lo que requiere el cargo. Es difícil que si se solicita un Gerente Administrativo Financiero, con diploma de contador, se presente un psicólogo. A lo sumo se encuentran currículum de algún ingeniero que se dedicó al tema", aclara Grosso.

En Manpower, en cambio, existen antecedentes de psicólogos que se postulan para trabajar en un Call Center: "Se encuentran profesionales de carreras humanísticas que deben buscar vías alternativas de inserción porque en sus respectivas profesiones no la van a encontrar", explica Neker de la Llana.

"Sin embargo", agrega, "ningún recién egresado de ingeniería se dedicará a algo muy ajeno a su profesión". En este punto hay acuerdo en todas las empresas seleccionadoras de personal consultadas.

Una fija. Si un joven pertenece a ese casi 20% que este año se inscribirá en carreras vinculadas a Ciencias y Tecnologías, hay poco de qué preocuparse. Incluso es altamente probable que pueda ingresar a trabajos vinculados con su profesión antes de obtener el título. ¿Por qué entonces la mayoría se inclina por hacer carreras de perfil humanístico y social? "Tiene que ver con desinformación en relación a cuáles pueden ser las carreras con perspectivas más interesantes y quizás a no hacer hincapié en una mejor enseñanza en habilidades que son importantes como matemáticas, química, física. En general son disciplinas evitadas", dice el gerente de Manpower.

En Ascênde, por ejemplo, se recibe un promedio de 600 currículum para un cargo de auxiliar administrativo ("donde normalmente no se exige una formación tan importante, ni hay requisitos muy fuertes", señala José Luis O`Neil); mientras que para un puesto de ingeniero, "si uno recibe 50 o 60 curriculas considera que ha recibido un buen número".

Las cifras

47,7% Es el porcentaje de estudiantes que se inscribieron en carreras del área Ciencias Sociales y Humanas. (Udelar, 2006)

19,8% Es el porcentaje de inscriptos el mismo año en el área Ciencia y Tecnología, donde existe desempleo cero.

75% De los egresados en 2005 (Udelar) se formaron en Ciencias Sociales y Humanas, y Ciencias de la Salud. (Último dato disponible)

Mercado nacional poco flexible

Según algunos expertos, el mercado laboral uruguayo tiene una particularidad: poca flexibilidad.

Así lo explica Neker de la Llana. "Nuestro mercado es bastante tradicional, y la movilidad de un profesional de un tipo a otro de actividad a veces se hace difícil. Si eres un contador que se desempeñó en la actividad contable o financiera y quiere hacer un giro a un área de marketing o ventas, podrá hacer un posgrado en marketing, pero posiblemente, si tiene esa base de formación y no tiene experiencia asociada, el irse a otro sector le será difícil porque la especificidad en experiencia y en formación alineada es buscada. En otros mercados se encuentra más flexibilidad: personas de distintas disciplinas que pueden reconvertirse con mayor facilidad. Las compañías también son más flexibles a la hora de decidir poner un ingeniero en marketing, o a un contador en ventas. El otro fenómeno (desencaje entre oferta y demanda) es global, pero en Uruguay tiene un énfasis particular".

Algo similar plantea el director de Ascênde: "Las empresas, fundamentalmente las multinacionales, se flexibilizan buscando más potencial, más "madera" por decirlo de algún modo. Optan por la posibilidad de desarrollo que por tener las condiciones técnicas de experiencia para poder sostener el cargo. O sea, se flexibilizan desde el punto de vista de la experiencia apostando al talento", señala.

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