“Dos por tres me ponía a charlar y terminaba hablando de música. Entonces venía Sergio Silvestri, director de la radio, y me decía: ‘¿Por qué no hacés algo musical?’. Y yo siempre ponía un ‘pero’, hasta que un día pensé: ‘¿Y por qué no?’. Fue algo muy natural, se dio sin ningún tipo de presión”. Así recuerda Aldo Silva (58 años) el nacimiento de Raíces, el programa radial que desde hace cinco semanas conduce por Sarandí 690 (viernes, a las 21 horas. Por Radio Futura va a las 23 horas. También está en Solari Radio, de La Paloma, Rocha).

El título remite a su vuelta a las raíces, porque Aldo entró en la comunicación por la puerta de la música (ver recuadro). Pero también alude al objetivo del programa: buscar las raíces de las canciones. “Se une mi pasión por la música con mi pasión por contar historias. Cuento las historias que hay detrás de las canciones”, señala a Domingo.

Para eso apela tanto a lo que ha vivido —“he tenido la suerte de estar en el momento adecuado, a la hora adecuada”, dice—, como a dialogar con los artistas. Y después hace algo de lo que disfruta mucho, que es investigar.

De todo se ocupa él, salvo de la edición, que está en manos de Sergio Glattli. “Es un programa con mucho trabajo de edición porque de repente tenés que resaltar la frase de una canción”, explica.

En cuanto a los contenidos, destaca que abre mucho el juego, que no quiere atarse a nada. “Por supuesto que si algo no me gusta no lo voy a pasar”, apunta y agrega que sus dos hijos —Julieta (24) y Emil (20)— son fuente de consulta ineludible. “Me han hecho comprender, por ejemplo, que el trap tiene cosas muy buenas. No podía estar toda mi vida pasando ACDC o Led Zepellin; el mundo cambió”, acota y remarca que la música uruguaya también está muy presente en Raíces.

Es consciente que en ese cambio entra la forma actual de escuchar radio, por eso este programa es atemporal. “De mañana en Sarandí tengo que estar dando la hora porque la gente toma como referencia la radio, en cambio Raíces está pensado para el que se está levantando, para el que sale a correr, para el que se está yendo para afuera”, comenta.

Como anécdota cuenta que la semana en que recreó la historia de la canción Losing my religion, de R.E.M. —“un tema que en su momento a mí me marcó”, indica—, la banda estadounidense volvió a tocar luego de 17 años de ausencia. “¡No lo podíamos creer!”, exclama.

Y no se olvida de un aporte que calificó como fundamental: “Mis hijos me dijeron: ‘Papá, todo el mundo sabe que sos un Buitre más, por favor que esto no sea un programa de los Buitres’”, cierra entre risas.

Inicios

Conductor y manager de bandas

Aldo Silva salió por primera vez al aire en 1986, en el programa de canto popular América del sol, en CX 26 Sodre, de la mano de Elías Turubich. No era la música que le gustaba, por eso ni bien se enteró de que había un espacio libre, se movió para ocuparlo. Así creó Poster musical, su “primer programa como solista”, en el que pasaba rock.

El gran salto fue cuando entró a Emisora del Palacio —hoy Océano FM—, donde integró el programa Otros latidos (de Marcelo Sena) y luego Ruta 66 (con Alfonso Carbone). “Todos los programas eran de rock y de rock de vanguardia”, destaca. Allí condujo Última generación (rock alternativo) y Sálvese quien pueda junto a Tabaré Couto. “Mi amigo y compañero de tantas”, dice.

Define como “periodismo musical” lo que hacía en esa época. Buscaba primicias, escuchaba y analizaba discos. Para él fueron sus comienzos como investigador de rigor.

También tuvo una etapa en El Dorado FM, donde hizo un programa nocturno con el que no le fue bien. De ahí pasó a Nuevotiempo 1010 AM, donde condujo programas musicales mechados con temas periodísiticos. De ahí en más —ya estaba en Telemundo— sus otras presencias radiales fueron periodísticas: Setiembre FM, Metrópolis FM, Universal y la actual Sarandí.

Aldo también fue manager de bandas musicales: Metamorfosis, La Trampa, La Tabaré, Los Traidores y, por supuesto, Buitres. Trabajó en el pub pocitense Laskina y eso lo llevó a interactuar con muchos músicos argentinos: Redondos, Juan Carlos Baglietto, Pedro Aznar, Los Ratones Paranoicos, Divididos, Fito Paéz. A este último lo llevó al cine a ver Jesús de Montreal y caminó con él por una 18 de Julio vacía.