COMPORTAMIENTO
Máxima productividad y plena motivación conforman lo que se conoce como la zona de poder. Conocerla ayuda a potenciar la personalidad, según expertos.
Identificar las fortalezas de cada persona es, según la psicóloga Ilona Boniwell, fundadora y primera directora de la European Network of Positive Psychology, vital para acercarse a lo que se conoce como "zona de poder": estado en el que las personas desarrollan al máximo su potencial en la vida laboral y en los proyectos personales. Cuando la zona de poder se activa, el entusiasmo empuja y todo parece tener sentido.
En cambio, según esta profesional de nacionalidad letona, rusa y británica, gastar energía en corregir lo que hacemos mal no parece ser la estrategia adecuada. "Toda la investigación disponible demuestra que mientras más usemos nuestras fortalezas, seremos más felices, más productivos, y nos sentiremos más satisfechos con nuestro desempeño. Cuando esto ocurre, nos sentimos más seguros de nosotros mismos y queda poco espacio para el miedo y la inseguridad", acota desde su oficina en París, donde hoy está radicada, esta columnista de las revistas Psychologies y Psychology Today y autora de siete libros sobre psicología positiva, corriente que estudia científicamente las experiencias evaluadas como "buenas" y los caminos para lograr su desarrollo.
Es tentador ponerse a pensar en logros pasados para identificar cualidades propias. Recordar los premios, las calificaciones, los éxitos laborales de antes, aparece como una herramienta útil para saber en qué somos buenos y así acercarnos más a la zona de poder. Pero esto, según los expertos, no es útil. La mente, dicen, es solo parte del juego. Eso explica por qué, en momentos de baja autoestima, pasar lista a lo que se ha logrado previamente no logra levantarla. "Lo racional no es suficiente para impulsar la motivación. Puede que haga sentido, que suene muy lógico, pero al final lo que estimula, lo que da impulso, es conectarse con lo que nos hizo sentir energía y placer", precisa Boniwell.
Pero, recalca, a la hora de identificar las cualidades propias, a veces no basta con la visión que se tiene de sí mismo. Es fácil autoengañarse, creerse el cuento de que uno tiene habilidades que tal vez no existen. "Siempre hay un sesgo. Creemos que tenemos ciertas fortalezas y esto puede o no ser el caso. Por eso es importante contar con el feedback de otros. Yo, por ejemplo, creía que una de mis cualidades fuertes era el optimismo, hasta que dos amigos, de manera separada, me comentaron que yo les parecía pesimista", dice.
La psicóloga analizó su manera de mirar la vida y llegó a la conclusión de que en realidad no era pesimista, sino que tendía a mirar el futuro con una visión demasiado aterrizada, que los demás entendían como pesimismo. Ella habría preferido otro adjetivo: realista.
Según la profesional, este sesgo se puede contrarrestar, entre otras estrategias, con la ayuda de tests psicológicos de buen nivel. Entre ellos, el más prestigioso a nivel global fue creado por el VIA Institute of Character, centro de investigación de renombre internacional, con sede en Cincinnati, Ohio, famoso por haber identificado 24 fortalezas, de las cuales se desprenden todas las demás. Más de seis millones de personas han hecho este test virtual gratuito, traducido a 39 idiomas, desde que se subió a Internet en 2001. Consta de 240 ítems, donde los participantes contestan, en una escala del 1 al 5, qué de lo descrito es "muy como yo" o, en el extremo contrario, "para nada como yo".
"El test identifica cómo ranquea cada persona en fortalezas específicas, del 1 al 24, y permite descubrir las 5 distintivas de una persona", cuenta desde sus oficinas en Estados Unidos el psicólogo Ryan Niemic, director de educación de este instituto que fue creado a fines de los años 90 por los psicólogos Christopher Peterson y Martin Seligman. Una vez identificadas las fortalezas, es necesario trabajar con ellas. Usarlas consciente y activamente con el fin de desarrollar todo nuestro potencial. Para esto, Niemiec quien en su último libro propone 70 intercepciones para descubrir y utilizar las fortalezas de carácter, invita a activar las cualidades propias para evitar que se debiliten, usando el análisis y el racionamiento, pero también los sentimientos y la acción. Un músico talentoso, ejemplifica, necesita de paciencia para las largas horas de práctica. Sin ella, su talento puede desvanecerse.