HISTORIAS
Una canción, 10 versiones, 10 videos, 10 pinturas y un documental que se estrenará al cumplirse dos años de la muerte del mejor futbolista; Eloy Carrizo, su creador relata esta pasión.
"Ad10s 11.25.20”. El 10 simula ser los números de una camiseta de fútbol. Pero no de una cualquiera porque tampoco ese fue un día cualquiera (la fecha está escrita en el orden que prefieren los estadounidenses): fue el día que murió Diego Armando Maradona. La noticia tomó por sorpresa a Eloy Carrizo, exfutbolista -“Me convocaron a la Sub 17 de la selección”, repasa; también jugó en el Sudamericano de 1993-, entrenador, músico y compositor uruguayo radicado en Miami.
Casi sin reaccionar, sin vergüenza por estar llorando, fue a tatuarse esa leyenda en el brazo derecho. Pero se equivocó. No le provocó el efecto deseado. No lo ayudó a canalizar la angustia de saber que el hombre al que consideró siempre su héroe y su mentor había fallecido a los 60 años.
“El Diego” le había enseñado lo más importante: a soñar. A soñar que pateando una pelota podría tener una vida distinta que comenzó en el barrio de la Aduana de Montevideo y continúo en el Pinar y cambió en Nueva York y Miami, una vida mejor para él y sus seis hermanos, una vida en la que les podría comprar una casa a sus padres. Carrizo vivió sintiéndose un “Maradona” más.
¿Entonces qué hizo tan solo unas horas después de tatuarse? Encerrado en el baño de su casa, con lágrimas que eran incontrolables, escribió el primer verso: “Se fue la magia, se fue la razón, se fue la gambeta directa hacia el gol”.
Cuando los versos brotaron desde adentro, las lágrimas comenzaron a secarse y ahí empezó una aventura de esas bien locas por las que hay que estar dispuesto a todo: un proyecto artístico en base a una canción con 10 versiones musicales, 10 videoclips, 10 obras plásticas y un documental que se está filmando en estos momentos y espera su estreno para el 25 de noviembre de 2022.
Un proyecto que se ha hecho entre Estados Unidos y Uruguay, con intervención de artistas de varios países de América Latina y que, en total, sobrepasa las 150 personas con un objetivo: homenajear al astro del fútbol mundial de una forma nunca vista y persistente, primero por un año y ahora por dos.
La locura
Cada 25 de mes, durante 2021, Carrizo y su equipo estrenaban una nueva versión de la canción. Pero para llegar a ese día con el tema y el videoclip (que cuenta una historia diferente aunque la letra sea la misma), el exfutbolista debía preparar el bosquejo de la melodía y la armonía que luego era pulido por sus colegas Adrián Antoine y Franco Polimeni. Carrizo lo hacía desde la cancha, entre las prácticas de equipos amateurs y profesionales; le tarareaba o le silbaba al celular. Luego se buscaba a los artistas más adecuados para cada estilo: tango, murga, piano bar, trap, samba, tropical, folclore, rock, flamenco y candombe -porque a pesar de reaccionar ante una muerte también se celebra la vida, la familia y la pasión por el fútbol y la música no tiene porqué ser triste-.
Todo tenía que ser a lo grande y único como el homenajeado (incluso, el productor debe moverse para averiguar si no le corresponde algún récord Guinness). A Carrizo también le entusiasmaba dar trabajo a los artistas uruguayos en medio de la pandemia.
El tango fue lo primero que se hizo, tal vez porque es una música que sabía cómo transmitir el dolor del alma ante el shock de la partida de Maradona y porque es algo compartido por ambos márgenes del Río de la Plata, a diferencia del candombe que es el rubro donde el compositor tiene más experiencia.
Ricardo Olivera es quien le pone voz a los versos: “Hacé lo que quieras, es tu decisión, termina el partido, terminalo vos / Debajo del brazo llévate el balón, con la 10 bien puesta, te despido AD10S” y al resto de la canción.
Luego vinieron los otros: una murga armada por Claudio Antúnez, Alejandra Díaz, El Arigón y Soffia Philo, Fernando Torrado, Mathías Prando, Marcos Agüero, Gonzalo Franco y Darío Píriz, los hermanos Silva y Cuareim 1080. Carrizo se ocupa del rock (el video de esta versión está hecho íntegramente en animación, a cargo del argentino Maxi Bearzi).
Y luego llegaron los artistas plásticos para acompañar cada canción con una pintura para el formato físico. Así participaron los uruguayos Daniel Pontet, Richard Barrenechea, Andrés Melián, Claudia Aguilera, Scorns y Miguel Ángel Díaz; el cubano Alfredo Valmaña; la chilena Lorena Vera; el colombiano Darío Posada; y el argentino Carlos Altamirano.
Solo lo bueno
Ni en los videos ni en el documental salen ni la cara ni los pies de Maradona. Es el registro del aporte de cada uno de esos 150 y pico de artistas y su proceso creativo en función del recuerdo del ídolo pero también sobre la hermandad entre Argentina y Uruguay y el resto de los países involucrados, el valor de la familia, el poder de la alegría, la condena de la soledad, entre otros pensamientos y uno que para Carrizo es fundamental: “El amor por el fútbol es más fuerte que el odio por el rival”. Porque así debe ser.
El objetivo es estrenar el documental -dirigido por Santiago Mosquera- el 25 de noviembre, dos años después del fallecimiento del ídolo, en cines, para culminar dos años de continuos homenajes. El productor está en tratativas con distintos servicios de streaming para que la historia de este proyecto tenga un mayor alcance; también es una oportunidad para recuperar algo de su inversión, puesto que Carrizo es el que sustenta económicamente la movida desde el inicio.
Muchas veces le han preguntado por qué no ha hecho lo mismo pero solo con artistas argentinos porque, en definitiva, Maradona era argentino. Pero el exfutbolista piensa, en primer lugar, que Maradona es universal; en segundo lugar, porque él mismo es uruguayo y no puede perder su identidad (por más que viva en Estados Unidos desde principios de la década del 2000, donde llegó con el sueño maradoniano de comprarle una casa a sus padres, Carrizo nunca dejó de difundir la cultura uruguaya, en particular el candombe, en eventos, concursos y festivales); y tercero, porque es una oportunidad para que artistas uruguayos se den a conocer fuera de fronteras.
Carrizo no oculta que “el Diego” fue como un hermano mayor, a pesar de que nunca lo conoció personalmente; era una guía que le marcaba dos caminos: el que hay que seguir con la pelota en los pies y el que hay que evitar. Así que escribió los últimos versos: “Diego Armando Maradona, el Río de la Plata implora, el paraíso te espera, la Tota y Don Diego tu emblema / Diego Armando Maradona gracias por tanta alegría / por ese tipo de amigo”.
Fútbol y música: dos mundos en uno
Eloy Carrizo pasó por los clubes de Nacional, Club Juventud de las Piedras, Huracán Buceo, Alianza Montevideo Fútbol Club. Integró las selecciones uruguayas Sub-17 y Sub-20. En Estados Unidos se unió a varios equipos hasta que comenzó a entrenar a estudiantes que compiten por puestos en equipos universitarios y a grupos de todas las edades para mejorar su técnica, táctica y estrategia. Es fundador de Soccer Life Miami y desde 2019 es director del Programa de Academia South Miami United FC. Por otra parte, la música siempre estuvo presente en su familia gracias a su abuelo y a su padre. Un día, relata a Revista Domingo, fue a vender caretas con su madre al desfile inaugural del Carnaval y terminó metido en una comparsa. Ahí se enamoró del candombe, ritmo y cultura que difunde en distintas actividades en Estados Unidos.