Alguien organiza su viaje en torno a recorridos que tienen que ver con lugares emblemáticos de la serie, otra persona participa de juegos en que se conoce cada detalle de la historia, otra tiene en su living un cuadro con un momento muy representativo de la presentación, un matrimonio monta su negocio gastronómico emulando el lugar de encuentro de los personajes, una docente planifica sus clases utilizando capítulos de esta ficción… algunos ejemplos de cómo varios uruguayos expresan su fanatismo por Friends.
Este mes la serie está cumpliendo 30 años de su estreno y, por cómo era el acceso a series y películas en 1994, es muy difícil que existan uruguayos fanáticos de la primera hora. El programa tardó unos años en llegar al Uruguay, pero cuando lo hizo comenzó a cosechar seguidores o sino los fue generando en el camino al punto que hoy se los puede encontrar de distintas edades y con diferentes características.
Domingo habló con algunos de ellos buscando eso que los hace definirse fans y proclamarlo con orgullo.
Recreando escenas
Hace unos días que Agustín Gil (30 años), a quien muchos conocerán como conductor de los programas locales de Gran Hermano, volvió de unas vacaciones en Nueva York y Miami. En la Gran Manzana se encuentra el edificio en el que viven cuatro de los seis personajes de Friends y al que mucha gente se acerca a sacarle fotos (aunque sepan que solo se trata de la fachada).
Otros van un poco más lejos, como Agustín, que quiso copiar lo que otro fanático hizo en el lugar y, como él, convertirlo en un reel de Instagram. “Cuando lo vi dije: ‘Yo quiero ir y hacerlo también’”, cuenta a Domingo sobre el momento en que aparece repitiendo la reacción de Phoebe —con la voz original de ella— cuando descubre que Monica y Chandler son pareja al verlos juntos en la ventana del edificio.
Considera que ha sido lo más loco que ha hecho por la serie. “En una ciudad que tiene mil opciones, dedicás parte del mediodía puntualmente a ver ese lugar o, estando en Los Ángeles, preferís irte hasta los estudios de la Warner, que están un poco alejados del centro. Ver dónde se grababa Friends fue lo que más me voló la cabeza. En los viajes he hecho eso, generar un itinerario para estar al menos un poquito cerca de ese mundo”, señala sobre otros viajes.
En la Warner hay toda una sección dedicada a en la que los visitantes pueden recrear una escena. “Me acuerdo que me tocó hacer de Ross, tenía que leer un telepronter y te ponían risas”, comenta.
En su último viaje Agustín fue con su hermana, lo cual fue muy importante para él porque es el responsable de que tanto ella como su otro hermano también se hicieran fanáticos de la serie.
Recuerda que se hizo fan muchos años después del final, que fue en 2004. Le encantaban las sitcoms, veía Nickelodeon, la serie Sabrina… todo lo cual lo fue llevando a una madrugada descubrir Friends en el cable.
“Al principio fue una mezcla de dos cosas: mi yo adolescente tratando de buscar un contenido más maduro, con mi yo adolescente tratando de encontrar un contenido que me ayudara a entender el idioma inglés”, explica sobre la serie que lo atrapó desde el día uno y que también le significó compartir mediodías con su padre. “Él venía a almorzar del trabajo y nos sentábamos a ver por lo menos tres o cuatro capítulos”, apunta.
Cuando supo que las temporadas estaban en el videoclub, no paró de alquilarlas. Con el tiempo las empezó a pedir como regalo de cumpleaños o para Navidad. “La última que tuve fue la primera temporada, que fue una colecta que hicieron mis amigos del liceo para mi cumpleaños”, rememora.
Dice que le gusta mucho el personaje de Chandler (Matthew Perry) por la forma cómo utiliza el recurso del humor para tratar de sortear momentos incómodos. Sigue esporádicamente la carrera de los actores de la serie y relata como curiosidad que a Jennifer Aniston la conoció primero por las comedias que en realidad había filmado después de la serie. Confiesa que le cuesta desprender a Matt LeBlanc y a Lisa Kudrow de sus personajes de Joey y Phoebe respectivamente.
“Friends es mi serie favorita porque me acompañó en una etapa donde necesitaba mucho la comedia. Me gusta mucho cómo están organizadas las sitcoms de 20 minutos porque sirven para acompañar un almuerzo, una ida en bondi o simplemente están para cuando necesitás ver algo para salir del paso”, rescata, al tiempo que destaca especialmente el valor sociológico de Friends. “Cuando la gente más la necesitaba estuvo ahí. Como la temporada 8, que vino muy pegadita al atentado de las Torres Gemelas y fue de las más vistas de Friends y de las series más vistas de ese año. Los norteamericanos necesitaban reírse”, concluye.
Desinhibidor
En octubre van a hacer 10 años que Noel Calcaterra está viviendo en Los Ángeles, donde realiza trabajos de doblajes, locuciones y shows musicales. Le cuesta definirse como fan de Friends porque dice que no es fanática de nada, pero si pensamos que vio 10 veces cada temporada de principio a fin, que se sabe escenas de memoria y que se acuerda de detalles de capítulos que nadie advertiría, no hay forma de que escape a esta calificación.
“Empecé a ver la serie cuando me mudé a Montevideo y alguien me la recomendó”, señala quien, a pesar de haber nacido en la capital uruguaya, se crió en Dolores (Soriano). A sus 20 años se vino a estudiar Administración de Empresas, pero también trabajaba y estudiaba Comedia Musical en las noches.
Era una chica muy tímida y le costaba acostumbrarse a la ciudad y hacer amigos. Entonces Friends fue clave. “Es de esas series que te hacen sentir que sos parte de un grupo y al hablar de ella te hace conocer otra gente”, destaca y agrega que cuando empezó a verla desde el inicio y a entender todos sus personajes, se convirtió en su serie favorita.
Noel también hizo el tour de la Warner, en dos oportunidades. Se sacó muchas fotos y, por supuesto, grabó la escena, aunque no recuerda si interpretó a Rachel o a Monica, su personaje preferido por ser tan exigente con el orden y la limpieza como ella.
Hoy sigue las cuentas de Instagram de los actores de la comedia y ve algunas de las cosas que han hecho luego en cine o en TV. “Estoy viendo The Morning Show, la serie con Jennifer Aniston”, acota.
Comenta que lo que le sucede con Friends es que, aún sabiendo lo que va a pasar en cada escena, siempre le saca una carcajada. “Me divierte y cuando tengo ganas de reírme, sé que es algo seguro. Veo un capítulo, me deja sonriente y me voy a dormir pensando en otra cosa. Me parece que es una serie que no tiene desperdicio”, resume.
Por el hermano
Vanessa Moreira (33) recuerda que tendría unos 10 años cuando escuchaba las carcajadas de su hermano mayor, que miraba televisión en el cuarto de al lado. No tiene claro si era al mediodía o de noche, pero sí que una vez no pudo más de curiosidad y se pasó para ese cuarto. Fue su primer contacto con Friends.
“Si bien miraba la serie con mi hermano, yo me convertí en fan de grande”, cuenta a Domingo quien hoy define a su fanatismo como “muy fisura”. “Es la serie que miro todo el tiempo. Llego de trabajar, y así como hay gente que pone el informativo, yo pongo Friends y meriendo viendo la serie”, señala.
Se vio todas las temporadas y en más de una ocasión, salvo el capítulo final que solo pudo ver una vez porque le provoca nostalgia. Con el resto se ríe como la primera vez, se sabe escenas y diálogos de memoria, y utiliza muchas frases para comunicarse con una amiga tan fan como ella. “Por ejemplo el I’m fine que repite Ross. Además, nos hacemos algún chiste que solo va a entender alguien que vio Friends”, acota.
En el living de su casa hay un cuadro que recrea a los seis amigos en una de las poses de la presentación, la que están con los paraguas. “Me lo hicieron especialmente para mí”, reseña quien trabaja como productora de espectáculos en DS Producciones.
Estuvo en Nueva York en un par de oportunidades. La primera fue al Central Park en busca de la fuente que aparece en la presentación y la segunda quiso hacer un tour específico sobre las locaciones de la historia, pero había tal demanda que le daban hora para cuando ya estaba de regreso en Uruguay.
Le encantó La reunión, el especial en el que los seis actores se juntaron para recordar la serie y que fue la última vez en que se los pudo ver juntos antes de la muerte de Matthew Perry (ver recuadro).
Chandler, Ross (David Schwimmer) y Monica (Courteney Cox) son sus personajes preferidos, y se identifica mucho con Phoebe. “Es un personaje que siempre intenta tener una vida normal y no puede, pero al final lo logra”, analiza.
Destaca que Friends fue una serie que la ayudó a sobrellevar el encierro de la pandemia y por eso temió que le quedara asociada a un momento de su vida que prefiere olvidar. “Por suerte no pasó”, se alegra.
Considera que “es una serie relinda para ver en distintos momentos de la vida. Podés estar triste, podés estar contento, podés estar pasando por muchas cosas, y es una serie que te acompaña siempre y su mensaje es siempre positivo”.
El dolor de perder a Matthew Perry
"Yo estaba en un cumpleaños y de repente en mi celular veo que empiezan a caer ventas, ventas, ventas... En un momento alguien dice: ‘Murió Matthew Perry’ y fue la explicación”, relata Marce sobre uno de los fines de semana en que la tienda Darkside Bros. vendió más Funko Pop de Chandler.
Perry fue encontrado muerto en octubre de 2023 en su jacuzzi, siendo la ingesta de ketamina la principal causa de su muerte.
Casi todos los fans consultados por Domingo coincidieron en que esa muerte les pegó fuerte.
“Fue de las primeras muertes de una celebridad que sentí más personal. Estaba despidiendo a un actor que hizo un personaje que durante mucho tiempo me dio muchas sonrisas. Sentí que se terminaba una etapa”, confiesa Agustín Gil.
“Me afectó muchísimo. Creo que pasé un mes buscando nuevas cosas sobre él. Quise escuchar su audiolibro y tuve que parar porque no pude soportarlo”, recuerda Patricia Ara.
“Fue como perder un miembro de la familia. Me dio mucha tristeza que tuviera que vivir así, con esa necesidad de gustar y de hacer reír”, señala Noel Calcaterra.
A Vanessa Moreira la sigue afectando: “En un momento me costó mirar la serie sabiendo que él estaba pasando por todo eso y que transmitía algo totalmente distinto. Volver a verlo actuar me chocaba mucho”.
Café temático
“Con mi esposa Verónica estábamos buscando un nombre para la cafetería y éramos fanáticos de Friends de años. Un día, viendo la serie en la tele, nos miramos y dijimos: ‘¡Central Perk!’”
Así rememora Gabriel Di Lascio el camino para bautizar a su emprendimiento gastronómico más mimado (tiene otros). Pero la historia no termina ahí porque, por temas de licencia, ese nombre no podía ser usado; le buscaron la vuelta y nació Central Friends: Dinner and Coffee Shop, que abrió sus puertas el 1° de junio de 2018 en Franzini y Sarmiento.
“Yo viví muchos años en Estados Unidos, entonces conocí la serie estando allá. Siempre me sentí muy identificado con esa clase de humor y de comedia”, relata quien residió en Nueva York entre 1989 y 2007, con idas y vueltas en el medio.
Cuenta que la clientela se compone tanto de gente que no sabe nada de Friends, como de fanáticos —la mayoría— que se sacan fotos en todos los rincones.
“Es impresionante cómo se renueva el fanatismo en los adolescentes, lo digo y no dejo de sorprenderme. Pila de veces te encontrás con gente que llora, como pasó con una chica de 14 años a la que la madre trajo de sorpresa”, relata. En otra oportunidad se aparecieron tres chicas vestidas de novia imitando una de las escenas emblemáticas de la serie.
Gabriel y Verónica intentan organizar eventos en fechas especiales de la comedia y hasta abren sus puertas a la música en vivo. La reunión, por ejemplo, la transmitieron en directo, el local se llenó y quedó gente afuera. Para el próximo 22 de setiembre, en que se cumplen los 30 años del estreno de Friends, están preparando un evento con muchas sorpresas.
La pareja siente mucho cariño por Central Friends, algo que han sabido transmitir también a sus tres hijos que, salvo el más grande que vive en España, también son asiduos al lugar junto con sus amigos.
Un sillón que costó un poco reproducir
En Central Friends cada detalle está vinculado a la serie, siempre dentro de lo que permiten las licencias. Cuando la cafetería abrió, tenía una gigantografía de los personajes de Friends para que la gente se sacara fotos, pero debió retirarla.
Entonces sus propietarios, Gabriel y Verónica, fueron por detalles más sutiles, como que todos los cuadros que hay colgados en los dos pisos del local refieren a algún momento de la comedia. Y no fallaron porque los fanáticos los reconocen y se hacen fotos con ellos.
De todas formas, la estrella de Central Friends es el sillón, idéntico al de la serie y que solo está reservado para tomarse fotos. “Cuando hubo que conseguir al mueblero para que lo hiciera, nadie quería agarrar el trabajo porque le parecía que no podía. Al final lo encontramos y, como yo soy un poquito exigente con los detalles, buscamos una tela lo más parecida posible, cosa que también costó”, cuenta Gabriel.
Por estos días estaba instalando la característica lámpara Tiffany. La idea es siempre estar sumando objetos, muchos de los cuales les mandan amigos de Nueva York.
Por el lado del menú, las opciones hacen referencia a lugares de la serie o comidas americanas.
En cuanto a la pantalla de TV, lo único que emite son episodios de la sitcom.
¿Curiosidad?: los indios y los brasileños son parte fuerte de la clientela por la serie.
Fan y estudiosa
“Soy el público al que primero le habló Friends”, sostiene Patricia Ara (53), quien vivía en Estados Unidos cuando se estrenó la comedia. Al volver al Uruguay siguió viéndola y luego, cuando se mudó a España, fue su principal acompañamiento, sobre todo durante su embarazo de alto riesgo y luego, cuando tuvo un bebé prematuro.
Nunca soportó los episodios doblados al español, por eso uno de sus hermanos le regaló un DVD para que pudiera verlos en el idioma original y, si quería, pudiera habilitar los subtítulos.
“Yo creo que si hay una cosa que define a Friends es que conecta y que vos conectás con sus personajes, que es lo que más estamos necesitando en este momento, conectar”, asegura y dice que sus preferidos son Rachel, Chandler y Phoebe. Cree que esta última es el personaje más despegado de todos. “Es el más auténtico y trascendente. Desde un punto de vista semiótico y antropológico es uno de los personajes más inteligentes. Lo entendió todo. Con todo lo que le pasó supo ser resiliente y feliz”, evalúa.
Hay que aclarar que Patricia —Licenciada en Comunicación— utiliza Friends como una herramienta para sus clases de comunicación o para los talleres que organiza como coach.
“Una de las cosas que está estudiada en Friends es que fue la primera vez en la televisión mundial que un grupo de amigos se eligió de esta forma, como tribu. Se eligen como familia y cambia el formato de la familia, cambia el paradigma”, explica alguien que estudió el impacto del cine y las series en la cultura popular en la Universidad de Kansas.
La académica sostiene que nada en Friends es casual, que todo está muy estudiado.
“Todas las series tienen una frecuencia energética para conectar de manera emocional con el público. Lo que ocurre en Friends es que tus neuronas espejo realmente hacen clic con las neuronas espejo de estos personajes. O sea que hay algo que se estudió de manera científica y se logró”, detalla aplicando sus conocimientos de neurociencia.
Yendo a su vida personal, siente que esta comedia es terapeútica. “Si necesito distraerme, no importa cuándo sea, yo pongo Friends, escucho sus voces y ya está, entro en otra sintonía”, asegura. Y agrega: “Es tal cual dice la canción de la presentación: I’ll be there for you, voy a estar ahí para ti”.
Segunda con más ventas tras Harry Potter
“El cliente de Friends es un cliente feliz, ve algo de la serie y se derrite instantáneamente”, relata Marce, agregando a la frase el suspiro que emite el fanático de la comedia cada vez que en su tienda Darkside Bros. (Pocitos) se topa con un nuevo producto de la franquicia.
Marce tiene este local con su hermano Fernando desde hace nueve años y comenzó a importar merchandising de Friends cuando descubrió que había varias marcas con licencia que se ocupaban del tema. Están desde los famosos Funko Pop con distintos muñecos de los personajes, hasta la marca Pyramid, que tiene todo tipo de productos, fundamentalmente artículos para el hogar.
“El fan de Friends por lo general tiene más de 35 años, entonces es gente que tiene casa y busca esas cosas”, detalla. Es así que se pueden encontrar las enormes tazas de Central Perk, vasos, alfombras, cuadros, relojes, marcos para la puerta… todo eso sumado a llaveros, pins, libretas, imanes, frases icónicas de los personajes y muchísimo más.
“Son todas cosas que te hacen viajar, significan algo para vos y crean una conexión emocional con ese capítulo en el que te mataste de la risa. Todo eso hace que te gusten tanto”, interpreta Marce, quien además se confiesa fan de la sitcom al igual que su esposa y su hermano.
Cuenta que la primera vez que trajeron Funko Pop de la serie y lo anunciaron en las redes, al otro día tenían cola de gente esperando en la puerta a que abrieran.
Friends es la segunda franquicia que más vende; la número uno es Harry Potter. En ambos casos son productos que se comercializan y renuevan todo el año, no como puede suceder con otras series o películas que llaman la atención en determinadas fechas. Igual tiene sus momentos altos, por ejemplo cuando llega la época del Amigo Invisible y es una elección que no falla.
“Cuando entran acá les cambia la cara, están en su mundo”, destaca Marce al definir ese cliente que compra para regalar, pero también para regalarse. Agrega que con la aparición de las plataformas hubo un resurgimiento no solo de Friends, sino de muchas otras series viejas. “La gente se siente muy identificada con Friends porque habla de las relaciones humanas”, sostiene Marce y comenta que se identifica con el personaje de Joey y que le gusta leer todo lo que tenga que ver con el detrás de cámaras de esta comedia.
Nostálgicos
X Uruguay abrió sus puertas en 2007 vendiendo muchos productos de lo que se llama la “cultura geek” (fanáticos de la tecnología, cultura pop, cómics, videojuegos, películas, series, etc.). “Friends es parte de eso”, dice Gabriel Dittrich, uno de los dueños de esta empresa que hoy tiene tres locales (dos en el Centro y uno en Pocitos).
De la serie vende muchos Funko Pop, variedad de puzzles de más de 1.000 piezas —había unos en 3D que se agotaron—, alcancías con la forma del famoso sillón de Central Perk que tienen su costo. “Tuvimos el apartamento de Friends de Lego, que fue un boom si bien valía cerca de $ 8.000”, recuerda y lamenta que Lego no reitere sus líneas por tratarse de coleccionables.
Aclara que siempre están renovando mercadería que, en el caso de Friends, es demandada por un público que supera los 30 o 40 años de edad.
“La venta tiene altibajos. En 2021, cuando hicieron el especial La reunión, eso reflotó zarpado la franquicia, parecido al momento en que la serie estaba en la cumbre”, relata.
Otro momento destacado fue cuando falleció Matthew Perry. “Todo el mundo salió a buscar el Funko Pop de Chandler y no solo que se agotó, sino que se agotó también cuando fuimos a reponer en Estados Unidos y ya fue imposible conseguirlo. Al ser un coleccionable no lo hacen más”, explica Gabriel.
Otro de los Funko Pop muy solicitados también correspondió a Chandler, fue el que el personaje estaba disfrazado de conejo rosa para celebrar Halloween. “Era peludito y se vendió un disparate. Lo tuvimos en stock poco más de un año”, comenta.
Gabriel destaca que en X Uruguay todo lo que se vende son productos con licencia y la gracia es rotarlos continuamente.
“Hoy en día nosotros vendemos nostalgia, vendemos ese producto que te hacer acordar a esa serie que uno ama tanto, ese producto que cuando eras niño te marcó”, sintetiza el emprendedor.
Diez años de seis amigos en Nueva York
Creada y producida por Marta Kauffman y David Crane, Friends se estrenó el 22 de setiembre de 1994 en la cadena NBC.
Contaba la historia de seis amigos en Nueva York: Rachel Green (Jennifer Aniston), Monica Geller (Courteney Cox), Phoebe Buffay (Lisa Kudrow), Joey Tribbiani (Matt LeBlanc), Chandler Bing (Matthew Perry) y Ross Geller (David Schwimmer).
Fueron diez temporadas de un promedio de 24 capítulos cada una; el último se emitió el 6 de mayo de 2004.
Ganó varios premios (entre ellos seis Emmy y un Globo de Oro) y lideró todo tipo de rankings.
En 2019, The Hollywood Reporter la eligió la mejor serie de la historia.
En las dos últimas temporadas sus actores ganaban US$ 1.000.000 por episodio.