Maldonado y su región es, sin dudas, el libro de Carlos Seijo que ha vencido al paso del tiempo y que hoy el Instituto Uruguayo-Argentino (IUA) de Punta del Este rescata del olvido. En este 2025 se cumplen 80 años de su primera edición y es de celebrar que una institución educativa haya llevado adelante la tarea de reeditarlo.

En una edición de lujo, tapa dura y de gran porte, el lector podrá recorrer a lo largo de 553 páginas, la historia del departamento. Desde sus orígenes, su geografía, personajes que hicieron su historia, los comienzos de la Punta del Este, hasta las investigaciones y descubrimientos que el propio Seijo hizo. A la obra original se le ha agregado un anexo que complementa el riquísimo trabajo hecho por el autor; se trata de la historia de La Comercial del Este, la empresa que durante décadas y hasta que llegó el ferrocarril a Maldonado prestó el servicio de diligencias.

Seijo (1862-1956), hijo de padre español y madre de ascendencia portuguesa, nació en Montevideo. Al finalizar sus estudios secundarios fue enviado por sus padres a estudiar pintura a Italia. En 1881 ingresó en la Real Academia de Bellas Artes de Florencia, donde dos décadas antes, bajo la dirección del reconocido maestro Antonio Ciseri, Juan Manuel Blanes aprendió dibujo y adquirió técnica pictórica.

Quiso el destino que Blanes se encontrara nuevamente en Florencia cuando Seijo desembarcó; esta vez porque sus dos hijos, Juan Luis y Nicanor, estudiaban en la Real Academia. El aprendizaje para Seijo fue por partida doble: no solo tomó clases con Ciseri y su discípulo Roque Lotufo, sino que también presenció cómo Blanes pintaba. A su regreso a Montevideo, Seijo se destacaría como paisajista y retratista.

Por entonces, en el Uruguay nacía la generación del Novecientos, un grupo extraordinario de escritores, pensadores y pintores que sentaron las bases y construyeron lo mejor de la cultura nacional. Ese conjunto de hombres y mujeres talentosísimos, entre quienes se encontraban José Enrique Rodó, Julio Herrera y Reissig, Horacio Quiroga, Carlos Vaz Ferreira, Florencio Sánchez, María Eugenia Vaz Ferreira y Delmira Agustini, ha sido estudiado casi exclusivamente desde la literatura. No obstante, su legado en las artes plásticas fue igualmente importante y determinante. Del Novecientos son Pedro Blanes Viale, Carlos Federico Sáez, Ernesto Laroche y Carlos María Herrera, entre muchos otros. Seijo debe ser considerado un integrante del Novecientos, aunque por haberse afincado en San Carlos no fue habitué de sus cenáculos ni gozó de la exposición pública de sus miembros en Montevideo. Algunas de las obras de Seijo, como muchas de las de sus compañeros de generación, se exhiben hoy en el Museo Nacional de Artes Visuales.

Simultáneamente a su actividad como pintor, Seijo comenzó a escribir prosa y poesía, así como a publicar artículos periodísticos. También empezó a dar a conocer sus investigaciones históricas, que llevaba adelante en todo Maldonado. Sumó ocho libros, fruto de profundas y reveladoras pesquisas.

Maldonado y su región es una investigación que aporta documentos de extraordinario valor histórico y que no solo retrata al departamento, sino también a sus fundadores y a muchos de sus personajes ilustres. Además, describe la evolución de un territorio que parece haber sido elegido por Dios o por el destino para tener un futuro venturoso. También es una crónica costumbrista que permite descubrir, conocer y recorrer una zona de nuestro país marcada por asedios de piratas, naufragios célebres en su costa, batallas por la independencia del territorio oriental y sueños superados por la realidad.

El lector se sorprenderá al leer sobre los orígenes de Punta del Este y ver el primer plano de la península, cuando se discutía la necesidad de fundar el pueblo Ituzaingó: “Situado en la Punta del Este de Maldonado. Levantado a los 4 días del mes de setiembre de 1834”. Un pueblo pensado entonces con “cien a ciento veinte manzanas”.

Maldonado y su región brinda información para descifrar los misterios que aún atesora la isla Gorriti, con sus canteras de mármol, y sus polvorines. Cartas, fotografías, mapas y testimonios ayudan a armar un puzle de enorme interés para el lector ávido de historia y de historias.

A esta nueva edición se le ha sumado un capítulo sobre La Comercial del Este, la empresa de diligencias que constituyó el único medio colectivo de transporte terrestre con que contó Maldonado durante décadas, hasta la llegada del ferrocarril, en 1910. Aporta también una ineludible crónica escrita en 1904 por el empresario italiano Giacomo Reborati, que relata aquellos viajes por médanos y caminos tortuosos en carruajes cuyo motor eran 11 caballos criollos y su conductor un mayoral.

Maldonado, hace más de una década, es un departamento en permanente cambio. Un aluvión de extranjeros y compatriotas del resto del país lo ha elegido para afincarse de forma permanente y construir allí su futuro. Llegan convocados por su majestuosa geografía, su tranquilidad y la bonhomía de su gente. Vienen a cumplir un sueño, quizás el mismo que inspiró a los pioneros y que Seijo retrató con encanto.

Pocas veces se encuentra en un solo libro tanta información e historia sobre un mismo lugar. Pocas veces se compila en un texto un material de gran valor, que permite al lector descubrir los orígenes de una zona del Uruguay predestinada a tener un rol clave en el desarrollo del país. Pocas veces una obra editada 80 años atrás exhibe un interés mayor que al publicarse por primera vez.