Marie Kondo, la gurú del orden que tiró la toalla

Sus prioridades han cambiado: “La manera en la que gasto mi tiempo es la correcta para mí en esta etapa de mi vida”.

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Marie Kondo

Fue en el año 2014 cuando el nombre de Marie Kondo (38) comenzó a resultarnos familiar y su filosofía, “ordena tu espacio, transforma tu vida”, se hizo tan conocida como su receta para conseguirlo: tirar todas aquellas posesiones que no “inspiren alegría”. Su libro La magia del orden (Aguilar, 2015) conquistó las listas de lo más vendido en publicaciones de The New York Times, Los Angeles Times, Publishers Weekly y The Wall Street Journal. Con dos libros y un programa en Netflix después (¡A ordenar con Marie Kondo!, con el que obtuvo dos nominaciones a los premios Emmy y tres a los Critics Choice Adward), el método de organización KonMari ha influido en la forma en la que organizamos nuestros armarios, cajones, estanterías y despensas. Y también en las decisiones que tomamos para desprendernos de cosas. Inicialmente, el Método KonMari atrajo principalmente a mujeres entre los 30 y los 50 años, aunque en los últimos años los millennials adoptaron el fenómeno de la “chispa de la alegría”. Sin embargo, en 2023, la celebridad del orden presenta nuevo libro y nuevo método, el kurashi, que se traduce como “forma de vida” o “la forma ideal de pasar nuestro tiempo” y admite que, tras la llegada de su tercer hijo, ya no es capaz de seguir el método que la hizo mundialmente famosa: “Mi casa está desordenada, pero la manera en la que gasto mi tiempo es la correcta para mí en esta etapa de mi vida”. Así lo ha reconocido en una entrevista con el diario estadounidense The Washington Post, con motivo de la publicación de su nuevo libro El método kurashi: cómo organizar tu espacio para crear tu estilo de vida ideal (Aguilar).

Llegó el caos

Desorden
Convivir con un poco de desorden
Getty

Kondo y su marido, Takumi Kawahara, ya tenían dos hijas, Satsuki y Miko. La llegada de su tercer hijo en abril de 2021 cambió las prioridades de Kondo y la limpieza y la organización han pasado a un segundo plano: “Hasta ahora, era una limpiadora profesional, así que hice todo lo posible para mantener mi casa ordenada en todo momento. Me he dado por vencida en ese aspecto, en el buen sentido. Ahora lo importante para mí es disfrutar del tiempo con mis hijos en casa”.

Si el método KonMari mostraba los beneficios de mantener un espacio ordenado en tu vida diaria, traducidos en alegría y felicidad -implica reducir las pertenencias para tener exactamente lo que se necesita, donde se necesita y enseña a ordenar toda la casa en vez de un poco a la vez y por categoría y no por ubicación-, el kurashi extiende el objetivo de alegría y felicidad al resto de nuestra vida.

La ropa no es lo único que tiene sentimientos, según Kondo. La casa también y hay que saber dónde encaja cada cosa. Además, sugiere que hay ciertos métodos de clasificación que provocan más alegría que otros. La ropa dispuesta en un cajón en un degradado de color es más alegre. La ropa colgada en un ropero por tamaño -la más larga a la izquierda, la más corta a la derecha- es más alegre. “Algunos pueden cuestionar si prestar atención a estos detalles puede causar tal cambio”, escribió, “pero ¿por qué perder el tiempo dudando si incorporar esta emocionante magia en todos los espacios de almacenamiento podría mantener su habitación ordenada?” Cada uno se obsesiona con lo que quiere.

Pero, ¿funciona? Para Darby Saxbe, profesor de Psicología en la Universidad del Sur de California, la cuestión está en el estrés que nos genera el desorden. “Tradicionalmente percibimos el hogar como un lugar de respiro, un refugio del estrés del mundo exterior”, señaló Saxbe a Los Angeles Times. “Pero la casa puede terminar por ser la fuente del estrés crónico”. Aggie MacKenzie, otra gurú de la limpieza en Reino Unido, cree que hay cierta relación entre el desorden y la depresión. “Ocurre como con la disyuntiva del huevo o la gallina. No sé si la persona tiene problemas de depresión y por eso tiene ese desorden, o si el desorden le hace deprimirse. Imagino que es un poco de las dos cosas”, señaló a la BBC.

Marie Kondo, quien en 2015 fue incluida en la lista de las 100 personas más influyentes de la revista Time, no olvida el método que la dio a conocer, sino que lo interrelaciona con el nuevo e invita a los lectores a preguntarse qué es lo que realmente quieren poner en orden: “Un bloqueo en un área concreta del proceso de organización siempre se corresponde con otro en un aspecto de la vida de la persona, como sus relaciones o el trabajo”, escribe la autora en su nuevo manual.

Por eso, Marie Kondo anima ahora a todos a encontrar su propio ritmo y sus propias rutinas a través de pequeñas actividades diarias para traer paz y alegría a un nivel superior: “Ordenar es un proceso más profundo”, escribe la japonesa, “por eso es más efectivo abordar los bloqueos desde ambas perspectivas: nuestras pertenencias y nuestro yo interior”.

El nuevo método

La autora anima a sus fieles seguidores a relajarse y dejar algo de espacio para los imprevistos propios del día a día para encontrar la paz interior: “A veces, lleno mi agenda con tantas tareas que me siento agotada y abrumada por la ansiedad”, reconoce en otro pasaje del libro. Como profesional de limpieza, dice, se presionaba a sí misma para mantener su casa siempre en orden, pero las cosas han cambiado.

Ahora, con tres niños pequeños, sabe que sus estándares de organización no eran del todo realistas y propone un acercamiento menos estricto al poder de la organización en casa. Entre sus propuestas: que la entrada al propio hogar se sienta como “un suspiro de alivio”, para lo que recomienda tener tan solo un par de zapatos de cada miembro de la familia. El salón debe “fomentar la conversación” y “una buena cocina hace que cocinar sea divertido”. Entre los pasos a seguir para encontrar una rutina que aporte alegría, la gurú recomienda que la mañana incluya un buen desayuno, que los planes diurnos se amolden a un horario establecido y que se compren pijamas de algodón o de seda para dormir mejor.

La propia Kondo sabe que, cuando sus hijos crezcan, su kurashi o forma de vida cambiará de nuevo: “Seguiré mirando hacia adentro para asegurarme de estar liderando mi propio kurashi”, reconoce. “El verdadero propósito de ordenar no es reducir tus posesiones o desordenar tu espacio. El objetivo final es despertar la alegría cada día y llevar una vida alegre”, asegura la japonesa el libro. (Con información de El País de Madrid)

Como ella misma ha contado, a los 15 años, quedó cautivada por el oficio de la organización y la limpieza después de leer El arte de descartar, un libro que fue un éxito en Japón en ese momento. El resultado fue una completa obsesión con el orden -“He pasado más de la mitad de mi vida pensando en ordenar”, escribió en uno de sus libros-. Y llegó a la conclusión de que debía buscar razones para conservar los objetos que tenía en su casa. Así nació el concepto de “chispa de alegría” que hizo público en sus libros y serie de Netflix y que pregona que solo merece un espacio en el hogar aquello que nos da felicidad. Y como buena japonesa no arroja nada a una bolsa de basura así nomás: hay que hacer una despedida por cada objeto y mostrarnos agradecidos por los años que hemos compartido.

Bajo esa premisa, con 19 años, cuando era una estudiante universitaria de en Tokio, comenzó su negocio de consultoría de limpieza. Tras ganar miles de clientes, se mudó a EE.UU. y allí fundó su imperio con el que ha acumulado una fortuna de US$ 8 millones, según Celebrity NetWorth y recoge el diario español Expansión. En la actualidad, cuenta con 850 consultores KonMari certificados que trabajan en los hogares, oficinas y espacios personales de clientes en 60 países y seis continentes.

Pasión por la organización

Como ella misma ha contado, a los 15 años, quedó cautivada por el oficio de la organización y la limpieza después de leer El arte de descartar, un libro que fue un éxito en Japón en ese momento. El resultado fue una completa obsesión con el orden -“He pasado más de la mitad de mi vida pensando en ordenar”, escribió en uno de sus libros-. Y llegó a la conclusión de que debía buscar razones para conservar los objetos que tenía en su casa. Así nació el concepto de “chispa de alegría” que hizo público en sus libros y serie de Netflix y que pregona que solo merece un espacio en el hogar aquello que nos da felicidad. Y como buena japonesa no arroja nada a una bolsa de basura así nomás: hay que hacer una despedida por cada objeto y mostrarnos agradecidos por los años que hemos compartido.

Bajo esa premisa, con 19 años, cuando era una estudiante universitaria de en Tokio, comenzó su negocio de consultoría de limpieza. Tras ganar miles de clientes, se mudó a EE.UU. y allí fundó su imperio con el que ha acumulado una fortuna de US$ 8 millones, según Celebrity NetWorth y recoge el diario español Expansión. En la actualidad, cuenta con 850 consultores KonMari certificados que trabajan en los hogares, oficinas y espacios personales de clientes en 60 países y seis continentes.

(Con información de El País de Madrid)

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