Miles de escritores en busca de editor

| Para un autor ignoto, llegar a publicar es casi un milagro. De 1700 originales que se presentan, sólo el 15% se convierte en libro. Sepa cómo no morir en el intento.

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CATERINA NOTARGIOVANNI

Las editoriales están abarrotadas de originales que esperan publicación. Sólo el 15% lo logrará. ¿Cuáles son los criterios de selección? ¿Qué vale más, escribir bien o ser mediático? Los editores responden y aconsejan sobre los pasos a seguir para llegar al primer libro publicado.

Érase una vez un escritor desconocido que tenía entre manos una novela sobre la cual había "puesto muchas esperanzas". Dispuesto a publicarla, envió una copia a la editorial Seix Barral. El texto fue rechazado. Sin un centavo en el bolsillo, el escritor y su mujer decidieron hacer otro intento en la editorial Sudamericana de Buenos Aires. Destinatario: el editor Francisco Porrúa. Cuando llegaron al correo descubrieron que no tenían el dinero suficiente para el envío y decidieron mandar la mitad del texto. Tiempo después recibieron una carta del editor: la novela se publica, mándeme el resto del texto y tenga US$ 500 de adelanto.

El escritor es Gabriel García Márquez, y la obra Cien años de soledad, libro que hoy lleva vendidos más de 30 millones de ejemplares y que ha sido traducido a 35 idiomas.

A la luz de los resultados, la decisión de publicar Cien años... parece sencilla. Pero hizo falta conocimiento de literatura, olfato y una buena dosis de riesgo para hacer un tiraje de 8.000 ejemplares del texto de un perfecto desconocido. García Márquez podrá tener todo el talento del mundo, pero sin editores como Porrúa nunca sería quien es.

La historia de la literatura está plagada de anécdotas como esta. En definitiva, todos los grandes nombres fueron alguna vez desconocidos. Ahora, ¿cuáles son las variables que determinan la publicación de un libro? ¿La calidad de la pluma? ¿La trayectoria del escritor? ¿El tema? La respuesta es todo eso. Quizás la única diferencia entre el hoy y aquel 1967 es la incidencia de los medios de comunicación, que en muchos casos es determinante.

ASPIRANTES. A juzgar por un sondeo realizado en ocho editoriales locales, el Uruguay está lleno de obras sin publicar y, por ende, de escritores frustrados. De un promedio de 1.700 originales que reciben al año, apenas un 15% termina en las librerías. El problema, comentan fuentes editoriales, es que el mercado uruguayo no tiene espacio para esta catarata de letras. Por eso, la decisión de publicar debe ser cuidadosamente meditada. Ese es el trabajo que hacen a diario los editores y los lectores profesionales contratados para evaluar, aceptar o rechazar un texto.

"Importa que sea una historia bien contada porque así se genera el boca a boca. También incide el prestigio del escritor, a veces el tema y también lo mediático. Por ejemplo, el lanzamiento de El sentido del sexo (Dr. Gastón Boero) coincidió con su programa de televisión y vendimos 14.000 ejemplares", cuenta Alcides Abella, director de Banda Oriental. Vale recordar que el tiraje promedio de un libro medio es de 700 ejemplares. La editorial debe vender la mitad para desquitar los costos de impresión.

"Nosotros evaluamos el texto, cómo está escrito y el grado de interés que puede generar. Hacemos un análisis concienzudo", dice Graziela Espina, de Ediciones de la Plaza.

Edmundo Canalda, director de Fin de Siglo, cuenta que allí evalúan "la calidad (si es técnico: los antecedentes del autor; si es una investigación periodística o histórica, el respaldo documental o empírico; si es estrictamente literario, la siempre subjetiva medida de quien lo lea) y la viabilidad económica (el público al que se puede acceder con el libro)".

Para Trilce, lo más importante es la calidad. "Apostamos a la diversidad cultural. Rechazamos la superficialidad".

La Casa editorial HUM realiza un "estudio arquitectónico, de estructura. Que funcionen sus partes y el todo. Respecto al léxico o el estilo, son particulares de cada autor".

"En el análisis hay muchos ingredientes. Puede ser que venga un ilustre desconocido y tenga un librazo o puede que venga un semejante personaje con un libro terrible. Suponiendo que nada desentona, lo fundamental es que sea un tema interesante, ya sea ficción o no ficción. Lo primero es que esté bien escrito porque si llega algo que hay que re-escribir, probablemente lo boches. Salvo que sea, por ejemplo, Mujica, entonces ahí lo ponés entre dos tapas y hacés negocio", explican fuentes de editorial Sudamericana.

Para Claudia Garín, editora de Planeta, en el análisis juegan todos los aspectos antes mencionados, pero según el caso alguno podrá incidir más que otros: "Por ejemplo: no ser conocido para Planeta no significa una limitación, siempre estamos abiertos a recibir a autores desconocidos", explica.

De un tiempo a esta parte, la historia reciente (tanto en formato ensayo como testimonial, o de corte periodístico), los libros infantiles y juveniles, y los de auto ayuda encabezan las preferencias de los lectores. En todos los casos se observa un fuerte interés por contenidos nacionales.

QUIERO Y NO PUEDO. El nombre de Claudia Amengual es por todos conocido. Pero diez años atrás, cuando recorría las editoriales con el original de La rosa de Jericó, era una ignota. "En todas me decían que regrese a los tres meses. Cuando lo hice me pasaron cosas como que en algunas habían perdido el manuscrito. En otras, no sabían de qué estaba hablando o me lo devolvían cerrado. Pero la más espectacular fue que me lo devolvieran abierto y con una lista de supermercado al dorso de la primera página", explica a las carcajadas. "Ahora me río, pero en su momento me dio un dolor espantoso", agrega. Para fortuna de los lectores, una pequeña editorial llamada Doble Click decidió publicar la novela. Los 500 ejemplares se vendieron enseguida y con ese dinero se financiaron más ediciones. Hoy los derechos los compró la editorial Alfaguara.

¿Cuál es el camino que debería tomar un escritor inédito para poder publicar? La respuesta la tienen los editores.

"Para publicar por primera vez no hay principios establecidos, aunque siempre será bien recibido un tema interesante y bien presentado en CD. Si vas a recorrer editoriales lo fundamental es que esté prolijamente presentado. Hemos recibido manuscritos desastrosos", cuentan fuentes de Sudamericana.

"Participar en concursos, ahí empieza la historia. Es el primer paso. Después, frente a un editor, el autor se presenta con el libro que fue tal o cual premio, o mención. Te da una suerte de primer aval", opinan en Banda Oriental.

"Siempre sugiero que relea su trabajo, que no se deje embaucar por ciertos `profesores de talleres literarios`, que los entusiasman sin fundamento; que el camino no es fácil, que puede lograr editar a su propio costo, pero que eso es solamente satisfacer una vanidad porque lo importante es que se pueda establecer el vínculo autor-lector y eso no se garantiza", recomiendan desde Ediciones de la Plaza.

"El autor ideal de nuestra editorial es el que tiene claro qué escribir y para quién. Como recomendación general: leer, leer, leer, escribir, leer, leer, leer…", dicen en Fin de Siglo.

En Trilce sugieren que "esté seguro qué es eso lo que quiere. Si es así que nos lo envíe que lo leeremos con mucho gusto. Es bueno aclarar que después de leerlo solamente respondemos por la afirmativa o la negativa (sin comentarios)".

"Que salga al ruedo con su texto, lo oree, mastique y amase. Y que también lo deje descansar un rato. Luego sí: que lo mande a concursos y editoriales", señala el editor de Casa editorial HUM.

Planeta no hace recomendaciones generales: "Que nos llame, concretamos una reunión y con gusto le explicamos los pasos a seguir y examinamos posibilidades".

Eso sí, intenten no cometer el error de García Márquez, que en aquel envío por partes de Cien años de Soledad, puso en el sobre la mitad final del libro.

Las cifras

1700 Es la cantidad aproximada de manuscritos que llegan anualmente a ocho editoriales de la capital. La mayoría son inéditos.

15% Es el porcentaje de ese total que terminan publicados luego de un proceso de selección que involucra "lectores profesionales"

700 Es el primer tiraje de un libro medio. Llegar a vender 1.500 es muy difícil, según fuentes del sector. Los más vendidos superan los 10.000.

¿Cómo fue la primera vez que publicaron?

Mario Delgado Aparain, que de paso admite que "nunca" pensó en publicar, tuvo mucho más fortuna que Claudia Amengual (ver nota).

La insistencia de una amiga lo convenció de mandar un cuento a un concurso latinoamericano. Ganó. Días más tarde le escriben desde editorial Arca: "¿No tenés media docena de cuentos como ese?". Tenía 25. Así nació su primer libro: Causa de buena muerte. Consultado por Rúben Castillo (primer reportaje de su vida) sobre en qué estaba trabajando Delgado cuenta que en un "western de matreros". La entrevista la lee Heber Raviolo (Banda Oriental) y lo llama para publicarla. Era Estado de gracia. Después gana un concurso municipal con La Balada de Johnny Sosa, libro que llegó a manos de una agente literaria alemana que lo llamó para representarlo. La señora era agente de Saramago y Rosa Montero, entre otros. La balada... fue traducida en 13 idiomas.

Teresa Porzecanski llevó sus cuentos a Arca por consejo de un amigo. Al tiempo la llamaron. Para publicar la autora se presentó ante el BROU, que por entonces daba créditos para editoriales. Los textos fueron evaluados por un tribunal de notables y se aprobó el préstamo a nombre de Arca. "La plata que me dieron era para hacer una edición no lujosa pero tampoco espantosa", cuenta. De ahí en más se hizo una rutina: cada vez que terminaba un libro pensaba en una editorial y lo presentaba. "Fui bastante afortunada", admite.

Hugo Fontana y Rafael Courtoise publicaron poesía por primera vez en la misma editorial: Ediciones de la balanza. El primero lo hizo gracias al aporte de un tío que le dio la plata, porque en aquel tiempo (1977), sobre todo en poesía, "nosotros nos pagábamos el libro".

Hugo Achugar presentó en 1968 El derrumbe, libro de poemas, a un concurso de Banda Oriental y ganó. El premio incluía la publicación.

Porzecanski dice que siempre se vio apoyada por las editoriales y considera que escribir bien no es suficiente para acceder a la publicación. "Hay otra razones que tienen que ver con los medios, si se interesan o no por tus libros, y esas cosas no se pueden comprar ni pagar. El 80% de las cosas no dependen del escritor sino del mercado editorial", explica.

En opinión de Fontana, hoy las "editoriales multinacionales" le están dando la espalda a la ficción y están dedicadas a un "exceso absoluto de testimonios acerca de la dictadura". "Creo que si en Uruguay no hubiéramos tenido dictadura, la mitad de las editoriales estaban fundidas", afirma.

Amengual considera que las editoriales "no son monstruos", que el problema es que "no dan a basto". De paso tira una idea: "Sería una pegada que haya una editorial para Primeras Ediciones".

Los más vendidos por sello

Se llamaba Wilson, biografía de Diego Achard. Sello: Aguilar (Santillana).

Porrovideo, cuentos de Jorge Alfonso. Sello: Estuario editora/HUM.

Yo, Darwin, de Carlos Tanco. Sello: Sudamericana.

Historia del Uruguay en el siglo XX (1890-2005), del Departamento de Historia de Facultad de Humanidades. Coordinado por Ana Frega. Sello: Banda Oriental.

Caudillos, Doctores y Masones, ensayo de Profesor Mario Dotta Ostria. Sello: Ediciones de la Plaza.

Cosecha de sangre, investigación histórica de los principales hechos policiales del siglo XX de Yvette Trochon. Sello: Fin de Siglo.

No más dietas, ensayo sobre nutrición de Daniela Jakubowicz. Sello: Planeta.

Ranking de 2007

Interés general. Horóscopo Chino, de Ludovica Squirru (Atlántida).

No ficción, nacional. Yo, Paco, de Mario Bardanca (Sudamericana).

Ficción, nacional. El código Blanes, de Marciano Durán (Editorial Flor).

Infantil, Juvenil. Los cazaventuras y El tesoro de las Guayuanas, de Helen Velando (Alfaguara infantil)

(Fuente: Cámara uruguaya del libro)

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