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BLOOMBERG | SYDNEY

Aheda Zanetti desea que las musulmanas puedan bañarse en las playas australianas cubiertas por un traje de baño estilo islámico que también podría permitirles competir en eventos deportivos en todo el mundo.

El traje de baño de dos piezas que cubre a la mujer de pies a cabeza, creación de la diseñadora radicada en Sydney y conocida como burqini, fue adoptado por las nuevas salvavidas musulmanas de Australia este año. Las mujeres se ofrecieron como voluntarias para vigilar a los bañistas de Sydney luego que disturbios raciales durante el verano meridional del 2005 afectaron las relaciones en la comunidad.

"Encontré un hueco en el mercado``, dijo Zanetti, de 39 años, oriunda de Líbano y madre de cuatro hijos, quien ha vendido 5.000 trajes de baño con capucha en todo el mundo. "Nos centramos en las musulmanas``.

El burqini, un término que combina las palabras burqa y bikini, está atizando el interés en trajes deportivos ligeros que permiten a las musulmanas vestir de forma modesta y ser competitivas al mismo tiempo.

El poder adquisitivo de los 650 millones de musulmanas que hay en el mundo prácticamente no ha sido explotado por el sector de artículos deportivos, que mueve 235.000 millones de dólares al año.

"Sin duda el mercado en lugares como Indonesia, Malasia, Pakistán y algunos países del norte de África está lo suficientemente maduro``, dijo Andre Gorgemans, secretario general de la Federación Mundial del Sector de Artículos Deportivos de Lausana, Suiza, cuyos miembros incluyen a Nike Inc. y Speedo International Ltd.

Empresas más pequeñas como Ahiida Ltd., de Zanetti, y Splashgear LLC, de Shereen Sabet, con sede Huntington Beach, California, podrían tener que servir de pioneros, dijo Rimla Akhtar, presidenta de la Fundación Deportiva de Mujeres Musulmanas en Harrow, Inglaterra.

"Es necesario que más musulmanas practiquen deportes y compitan a un nivel más elevado para que las grandes empresas de artículos deportivos se interesen``, dijo Rimla, que fue capitana del equipo inglés de fútbol en los Juegos Femeniles Islámicos Internacionales celebrados en Irán en el 2005.

PROHIBICIÓN. Sin embargo, el mes pasado autoridades mundiales de fútbol dificultaron la consecución de esa meta. La FIFA prohibió el hijab por razones de seguridad.

El fallo se produjo después de que una musulmana de 11 años fue expulsada de un torneo cerca de Montreal por utilizar el pañuelo para cubrirse la cabeza.

Algunas mujeres tienen pocas opciones. Irán, por ejemplo, es uno de los países de mayoría musulmana con códigos de vestimenta para las mujeres.

En público, las mujeres iraníes deben cubrirse el cuerpo y el cabello. Pueden utilizar un chador, una tela de una sola pieza que las cubre de pies a cabeza, o el hijab y un abrigo de corte suelto. Los chadores no cubren el rostro, como las burqas.

Las innovaciones como el burqini ofrecen nuevas oportunidades para las musulmanas, dijo Faezeh Hashemi Rafsanjani, fundadora de la Federación Deportiva de Mujeres Iraníes e hija del ex presidente Akbar Hashemi Rafsanjani.

El burqini es un "paso positivo y cada país y grupo puede adaptarlo a sus propias necesidades``, dijo Fazeh en una respuesta enviada por fax.

DIFERENCIAS. La manera como se visten las musulmanas que residen en países de Occidente es motivo de enfoques divergentes.

Quienes favorecen la veda de algunas prendas tradicionales musulmanas como el velo, argumentan que el uso de las mismas muestra un rechazo a integrarse a la vida occidental, así como la vestimenta expone la opresión de las mujeres.

Del lado musulman, se rechazan esos argumentos, señalando que es parte de las costumbres de esa comunidad, de ninguna manera significa negarse a la integración, y es una expresión del estilo de vida y la cultura musulmanas y para nada son símbolos de opresión.

La vestimenta tradicional de las mujeres musulmanas ha sido motivo de polémica en Occidente. En el año 2004, en Francia se aprobó una ley que impide el uso de la "hijab" (el pañuelo tradicional con el que las musulmanas cubren su cabeza) en los colegios estatales. Varios estados de Alemania prohiben a las docentes el uso del velo. Una ciudad de Bélgica prohibió el uso de las prendas tradicionales musulmanas femeninas en las calles. Esas limitaciones suscitaron intensa discusión entre las autoridades y la comunidad musulmana.