Era lunes 25 de junio de 1994 y se acababa de disputar en Boston un partido del Mundial de Fútbol cuando las cámaras de televisión mostraron a Maradona saliendo de la cancha de la mano de una enfermera para hacerse el control antidoping. Emiliano Brancciari (45) no se olvidará jamás de esa fecha. Como futbolero y xeneize (nacido en Argentina además, aunque uruguayo por adopción), la imagen le quedó grabada a fuego. Fue un día de emociones fuertes, en el que también debutó con su “bandita” de rock (no existen fotografías ni grabaciones del concierto), a la que junto con sus amigos habían bautizado con el extraño nombre No Te Va Gustar.
Desde entonces, NTVG -con 11 discos de estudio y siete en vivo o recopilatorios- se ha transformado en el grupo de rock uruguayo de mayor proyección internacional y sus músicos han compartido escenario con algunos de los artistas más importantes de habla hispana, desde Charly García a Molotov, Catupecu Machu, Los Ratones Paranoicos, Las Pelotas, Bersuit Vergarabat, Julieta Venegas y Nicki Nicole, por nombrar algunos.
Brancciari es el único miembro original de NTVG, aunque varios músicos lo acompañan desde hace muchos años. ¿Qué queda de aquel joven rebelde -y tímido a la vez- que hace casi tres décadas se colgó una guitarra y cantó frente al público por primera vez? “Yo era un liceal que se quedaba con sus amigos hasta altas horas a escuchar música y tocar la guitarra, o a vagar por las calles. Recuerdo haber llegado a ese show con un único objetivo de divertirme con mis amigos. La música sigue siendo algo que me divierte hacer. Lo que se perdió fue la falta de preocupaciones, porque a medida que te vas haciendo adulto tenés que empezar a prestarle atención a otras cosas”, dice en una entrevista con Domingo realizada en Elefante Blanco, el estudio de la banda en Pocitos.
Madurar, profesionalizarse
En este largo recorrido en el que además fue padre (su hijo es hoy preadolescente) han cambiado algunas cosas de su vida. “He logrado dejar de fumar tabaco. Lo hice desde la adolescencia hasta que nació mi hijo hace 13 años. Fue una de las mejores decisiones que he tomado; eso me ha cambiado en uno de mis instrumentos que es la voz”, comenta.
Con respecto a otros excesos tan asociados al rock, agrega: “Ya no somos adolescentes, no nos divertimos de la misma forma que antes y obviamente que disfrutamos de otras cosas. No digo que no tengamos diversión ni nocturnidad, porque la tenemos, pero cada tanto. Yo disfruto mucho la mañana por ejemplo”.
Con los años Brancciari ha logrado mejorar su forma de componer, aunque dice que no tiene un método: letra, melodía y armonía pueden converger en cualquier orden en el proceso creativo. “Es un oficio como cualquier otro, que aprendí a hacerlo. La inspiración tiene que ver, pero tenés que dedicarle tiempo. La música puede salir a partir de una letra que escribo o puedo empezar a tocar la guitarra y a tararear (una melodía), poniéndole una letra después. Generalmente tengo la guitarra en la mano, una lapicera y un papel. Ahora tengo la posibilidad de grabarlo en el teléfono y después hacer una maqueta con más prolijidad”, explica.
Mantenerse independientes
Salvo por su segundo disco (Este fuerte viento que sopla, 2002), NTVG ha sido siempre una banda independiente, que produce y edita su material. Todos sus miembros se dedican exclusivamente a la música, lo cual es un verdadero logro para Uruguay. “Es algo que no imaginábamos cuando empezábamos, no teníamos antecedentes en ese sentido”, señala.
—¿Recomendarías a otras bandas emergentes que se mantengan independientes, por fuera del mercado discográfico tradicional?
—No sé si podría aconsejarlo porque para la realidad de otro artista eso capaz que no es lo que más le sirve. Tal vez necesita más velocidad en su carrera, arriesgando ciertas cosas. Para nosotros fue un camino largo, lento, pero nuestro. Excepto en el segundo disco, nadie ha manejado nuestros tiempos. Y eso es vital. Sacamos los discos cuando queremos, de la manera que queremos. Aunque hay que decir que artísticamente nunca nadie se metió, ni siquiera en ese segundo disco.
Siendo una banda grande en un mercado chico como el uruguayo, NTVG ha tenido que buscar otros escenarios fuera de fronteras.
“En Montevideo podríamos tocar solamente dos o tres veces en lugares grandes. Y es lógico: a la tercera vez que te vio la gente, elige otra opción”, destaca. Y agrega: “En Argentina son muchas plazas y recorrerlas te lleva un montón de tiempo. En otros países como México, España y Estados Unidos hay mayor cantidad de plazas también. Y hay otros países a los que vas a dos o tres ciudades, o a una sola”.
En su lista de pendientes, Brancciari coloca tocar con Ruben Blades, a quien admira desde niño. Y dice que le hubiera gustado hacerlo con Gustavo Cerati.
—Te imaginás haciendo rock con 80 años, como los Rolling Stones o Paul McCartney?
—Ellos me provocan admiración, ya no necesitan dinero, lo hacen porque aman hacerlo. Es lo único que sé hacer y lo voy a seguir haciendo hasta el día que tenga ganas, si me da la voz. De alguna manera voy a estar siempre dedicado a la música, tocando, produciendo o lo que sea. Pero no puedo hablar más que del año que viene, nunca se sabe (se ríe).
No Te Va Gustar se va a presentar el 4 de noviembre en el Velódromo Municipal en el marco del espectáculo Sonorama, una propuesta que trasciende lo musical: “Es un festival nacido en Aranda de Duero, cerca de Madrid, que se hace en todo el pueblo y al que van artistas de toda España y de otros lugares. Tiene gastronomía y otras expresiones. Nos tocó ir el año pasado y pegamos muy buena onda con los organizadores, que decidieron sacarlo de España y traerlo en principio a Uruguay (luego va a México). Nos toca ser la banda anfitriona y estamos orgullosos de eso”.
Propuesta solista, más íntima e introspectiva
A partir de la pandemia, Emiliano Brancciari ha desarrollado una carrera solista paralela con otra banda. Lo hizo con la anuencia de sus compañeros de NTVG y le permite presentarse en lugares más chicos, teatros por ejemplo, con una propuesta mucho más intimista e introspectiva. “El púbico va creciendo de a poco, es como empezar de vuelta. El 11 de noviembre voy a estar en el Solis, lo cual para mí es súper importante”, destaca.
El cantante y guitarrista admite que mucha gente le ha dado un voto de confianza porque conoce su trayectoria en NTVG. Y que eso le ha jugado a su favor. “Me divierte hacerlo y me pone desafíos, que a esta edad está buenísimo tener”, destaca.