Nuevo misterio de Juan Manuel Blanes a develar: ¿cuántos gauchos casi iguales pintó el artista?

Tres obras casi de las mismas medidas, con un gaucho como protagonista y que muestran la inmensidad de nuestro campo y un cielo como solo el artista podía pintar; uno se puede ver en el MNAV.

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Exposicion El gaucho de Blanes vuelve a casa
Exposición El gaucho de Blanes vuelve a casa en el Museo Nacional de Artes Visuales en Montevideo
Francisco Flores/Archivo El País

Si habláramos de una pieza musical, diríamos que se trata de variaciones sobre un mismo tema. Sin embargo, nos referimos a tres pinturas de Juan Manuel Blanes que, en las últimas semanas, han vuelto a tener protagonismo ante la exhibición de una de ellas en el Museo de Artes Plásticas y Visuales (MNAV) del Parque Rodó.

Las tres obras son casi de las mismas medidas, las tres tienen a un gaucho como protagonista, las tres muestran la inmensidad de nuestro campo y un cielo como solo Blanes podía pintar. Y dos de ellas comparten el mismo nombre: Entre dos luces. Cabe preguntarse si la que hoy se puede apreciar en el MNAV, no fue bautizada por el autor de igual manera.

Gaucho en el campo se titula el cuadro que se exhibe junto a otras 11 obras más de Blanes en la sala número uno del museo del Parque Rodó. El extraordinario cuadro fue adquirido por un coleccionista uruguayo el año pasado, en una subasta celebrada por la casa Toovey’s Fine Art & Antique en Sussex, Inglaterra. El lienzo de 1,10 por 1,30 metros es el más grande de los tres. En él, un gaucho galopa y con su mano izquierda extendida y su rostro mirando hacia atrás, señala el camino a quien o quienes lo siguen. En el horizonte, a la derecha, se divisan otros jinetes que parecen estar cazando ñandúes. El comprador pagó 1,15 millones de libras, el equivalente a US$ 1,3 millones, batiendo el récord de venta de una obra de Blanes. El cuadro está firmado en el ángulo inferior izquierdo del lienzo en forma perpendicular y dice: J.M.Blanes. Es sabido que Blanes solo estampaba su firma en aquellas obras que lo dejaban plenamente satisfecho.

La obra preside hoy y por un mes más la sala número 1 del Museo y está colocada dentro de un nicho y protegida por un vidrio especial. En las paredes laterales, 11 cuadros de gauchos y escenas camperas de menor tamaño pero de excelente factura custodian al hermano mayor que regresó al Uruguay hace pocos meses.

Hasta el momento no se ha encontrado documentación que indique fehacientemente en qué momento Blanes pintó estas obras. El director del MNVA, Enrique Aguerre, en declaraciones a la prensa, expresó que la obra habría sido pintada en Florencia, durante el segundo viaje que el artista realizó a Italia. En 1879 y 1884, Blanes se habría dedicado a pintar sus célebres gauchos y escenas camperas que contribuirían, desde las artes plásticas, a sentar las bases de la identidad nacional.

SEGUNDA ESTADÍA EN ITALIA: PINTOR INCANSABLE

En abril de 1879, Blanes, su esposa y sus dos hijos se embarcaron rumbo a Europa en el vapor La France. Blanes regresaba como un artista consagrado, muy diferente al hombre que, en 1860 y gracias a una beca otorgada por el presidente Bernardo Berro, llegó para estudiar pintura en la Real Academia de Florencia con el reconocido maestro Antonio Ciseri. Se cuenta que este le prohibió durante un año que tocara un pincel y lo obligó a dibujar. Se dio cuenta que Blanes tenía un talento innato excepcional, pero le faltaba técnica. En 1862, Ciseri le envió el siguiente informe al gobierno uruguayo: “Certifico (...) que el señor Juan Manuel Blanes de Montevideo que de a poco más de un año está bajo mi dirección, ha hecho progresos notabilísimos en el estudio de la pintura, y tales que poquísimos estudiantes en este arte llegan a obtener en tan breve espacio de tiempo”. Durante los cuatro años que permaneció en Italia pintó incansablemente. Allí bocetó La batalla de Sarandí, un cuadro de gran tamaño que estaba predestinado a quedar inconcluso.

Entre dos luces.

En noviembre de 2014, otra obra de Blanes casi igual a la que se remató en Inglaterra el año pasado, se subastó en la casa Christie’s de Nueva York. En el catálogo se titulaba al óleo sobre lienzo como Aurora o Entre dos luces. El cuadro fue certificado por el experto uruguayo Eduardo Luciani y se vendió en U$S 905 mil, batiendo entonces el récord para una obra de Blanes.

Durante varias décadas, Luciani trabajó en el Museo Blanes y entrenó su ojo para saber distinguir la paleta y la pincelada del artista en una obra. En muchas ocasiones, descubrió en casas de remates de Montevideo obras del genial artista que se presentaban como de autor anónimo. También descartó cuadros atribuidos a Blanes. Siendo funcionario municipal, encontró el cuadro de Clara García de Zuñiga niña, arrumbado en el sótano del Museo. Hoy esta obra se puede ver en la sala principal de la casona de la avenida Millán.

Luciani comentó a El País que la información que le proporcionó Christie’s indicaba que la obra “habría sido comprada directamente a Blanes en la década de 1880, por una familia inglesa que residía en Montevideo”. Le informaron, además, que Entre dos luces había permanecido en la misma familia durante más de un siglo y que su último titular, Frederik Laugharne Humpreys, lo llevó a Nueva York donde fue finalmente rematado. No se sabe quién fue el comprador.

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Entre dos luces, de Blanes, rematada en Christie’s
Exposicion El gaucho de Blanes vuelve a casa
Exposición El gaucho de Blanes vuelve a casa en el Museo Nacional de Artes Visuales en Montevideo
Francisco Flores/Archivo El País

Un hermano gemelo.

La tercera obra tiene una historia que ha sido más sencilla rastrear. Se trata del otro Entre dos luces, casi idéntico al vendido en Christie’s. Este cuadro fue comprado en 1938 por el empresario uruguayo Julio Arocena Folle, que llegó a tener en su pinacoteca más de ocho obras importantes de Blanes. Su hijo, Julio Arocena Noceti, dijo a Domingo que su padre compró el cuadro en la Galería Berro de Montevideo. La obra de 82 por 100 centímetros había pertenecido a la colección de María Elena Peixoto de Azarola. El lienzo tiene poquísimas diferencias con el subastado en Nueva York, algunas son casi imperceptibles y se encuentran en la vestimenta del gaucho. Al igual que en los otros, en el fondo se ve a tres gauchos y dos ñandúes.

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La versión que perteneció a la pinacoteca del Banco Comercial

Arocena indicó que el cuadro permaneció en su familia hasta comienzos de la década de 1990, cuando, a la muerte de sus padres, fue enviado a remate y comprado en U$S 130 mil por el banquero José Rohm. Desde entonces pasó a formar parte de la pinacoteca del Banco Comercial. En noviembre de 2003, luego de la crisis financiera del 2002 y la caída del Banco Comercial, su pinacoteca fue rematada. Durante dos días consecutivos los rematadores Pepe Bavastro, Horacio y Juan Castells, Eduardo Corbo y Juan Enrique Gomensoro le bajaron el martillo a 212 lotes de cuadros y esculturas de reconocidos artistas nacionales y algunos europeos. No obstante, el lote estrella fue el N.149, Entre dos luces. El galerista Gustavo Tejería Loppacher lo compró en U$S 310 mil por encargue de un empresario argentino que vive de forma permanente en Uruguay.

Nunca sabremos si Blanes pintó solo estos cuadros casi idénticos o los tres que existen forman parte de una serie mayor. Sin dudas son variaciones sobre un mismo tema realizadas por el mismo autor. Hasta el 26 de mayo, el Gaucho en el campo, junto a otros 11 paisanos reciben al público en el MNAV. La ocasión puede ser propicia para visitar también a Carlota Ferreira que sigue siendo la matrona que reina en el lugar.

RÉCORD DE VENTA: 1,15 MILLONES DE LIBRAS

El primer dueño de Gaucho en el campo fue un aristócrata español llamado Baldomero Jacinto de Bertodano, que vivió en una casa en Wiltshire, Inglaterra. La pintura permaneció ahí hasta 1921.

Después de su muerte subastaron todo lo que estaba dentro de su casa entre cinco miembros de su familia. La pintura de Blanes estaba incluida.

El hermano de Baldomero, Charles Edmund de Bertodano, un notable ingeniero que participó de la creación del ferrocarril de España, la compró y, desde entonces, había permanecido con su familia hasta que fue a remate en la casa Toovey’s Fine Art & Antique.

“Conozco la pintura desde hace muchos años, pero debo felicitar a nuestro consultor de bellas artes Tim Williams, cuya excepcional investigación y tenacidad para contactar a coleccionistas de todo el mundo han hecho posible este notable resultado”, dijo Rupert Toovey, según consigno una nota de El País de febrero de 2023. El cuadro tenía un precio estimado de preventa de entre 80.000 y 120.000 libras; se remató en 1,15 millones, batiendo el récord de venta de una obra de este artista.

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