Pareja de genoveses encontró en Casupá todo lo que necesitaba para su sueño de producir aceite de oliva

Dieron con Uruguay gracias a que el Google Earth les mostró que tenía un lugar ideal para la olivicultura, una tradición típica de su Génova natal a la que querían dedicarse tras la jubilación.

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Maria Vittoria Saccarello y Domenico Bruzzone.

Hacía más de 40 años que Maria Vittoria Saccarello y Domenico Bruzzone (ambos 67 años) venían viajando por el mundo. El trabajo de él en proyectos de ayuda humanitaria a países en vías de desarrollo para el gobierno de Italia determinó que este matrimonio dejara su Génova natal en 1984 y que fuera cambiando su país de residencia cada cuatro años. Siempre con una idea muy clara para el momento en que llegara el retiro laboral: desarrollar un proyecto que tuviera que ver con una tradición italiana.

“En nuestra ciudad cada familia tiene sus plantas de olivo, de donde saca sus aceites y sus aceitunas de mesa. Es tradición que los fines de semana se vaya a ayudar a los amigos a cuidar los olivos, cosechar, sacar el aceite”, cuenta Maria Vittoria a Domingo.

Si bien ellos no tenían plantas en su casa, sabían mucho del tema, así que viviendo en Bolivia comenzaron a buscar un lugar en el cual instalar lo que sería el emprendimiento soñado.

“Desde Bolivia empezamos a bajar con el Google Earth hasta que dimos con Uruguay. No conocíamos nada de este país, así que decidimos venir a visitarlo y fue así que encontramos el lugar que cumplía con todo lo que estábamos buscando”, recuerda.

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Rincón Pandora.

Llegaron solos, se pusieron en contacto con inmobiliarias y a cinco kilómetros de Casupá (Florida) encontraron el terreno que cumplía con todos los requisitos: un lugar cercano a una ruta nacional, no muy lejos de un pueblo con asistencia médica y con todos los servicios, y con suelos con características particulares para el cultivo de olivos.

Maria Vittoria apunta que en el sitio elegido nunca se habían realizado cultivos agrícolas, solo explotación de ganadería extensiva e intensiva.

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Rincón Pandora (Casupá).

Otro requisito fundamental que tenían era que se tratara de un lugar tranquilo, “porque hemos vivido toda la vida en países en guerra o casi”, apunta. Entonces menciona que residieron en México, en la frontera con Guatemala, en los años 80, en un momento muy conflictivo. Vivieron cinco años en Pakistán. En África estuvieron en Burkina Faso, aunque en años en que solo era un país pobre, pero regresaron en 2018 y ahí sí era un país en guerra.

“De Uruguay nos gusta la tranquilidad, el hecho de vivir en un país seguro”, comenta mientras de fondo se oye el trinar de los pájaros y ella lo destaca como parte de los puntos a favor.

Fue así que en 2012 compraron el terreno de 40 hectáreas, al que bautizaron Rincón Pandora. “Rincón” por el tamaño del predio, rodeado de grandes estancias, y “Pandora” por el nombre de su primera perra, una setter inglesa que entre los años 80 y 90 los siguió por todo el mundo y que ellos sostienen que le hubiera gustado mucho vivir aquí.

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Pique Roto.

La empresa

Comenzaron a trabajar en 2013, en 2014 plantaron los olivos y en 2019 llegaron a la primera producción de aceites. “De ahí en adelante fuimos creciendo y creciendo”, dice Maria Vittoria.

Habían pasado solo cuatro años desde la primera plantación, algo que aclaran que hoy es posible gracias a los grandes avances tecnológicos, ya que hay un dicho popular que reza: “Los olivos se plantan para los nietos”.

Pero si hay algo que Maria Vittoria y Domenico remarcan una y otra vez es que trabajan con maquinaria y tecnología de punta, traída especialmente de Italia, tanto para la plantación como para la almazara o el laboratorio.

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Domenico Bruzzone y Maria Vittoria Saccarello con su hijo Amedeo.

“Trajimos las plantas en avión desde Italia. Son plantas genéticamente certificadas de variedades italianas que aquí no existen. Por lo tanto hacemos aceites con genética italiana, pero con el clima de Uruguay, que terminó siendo particularmente idóneo para el crecimiento de nuestros olivos. Elegimos variedades del norte de Italia, más aptas a climas húmedos como el de Uruguay”, señala la emprendedora sobre las 9 mil plantas de Rincón Pandora.

Es así que actualmente cuentan con dos variedades de aceite marca Pique Roto: un monovarietal Taggiasca, hecho con una sola variedad de aceitunas de Liguria (norte de Italia), y un trivarietal Tosca, con variedades de Frantoio, Leccino y Pandolino (centro-norte de Italia). “Tenemos la almazara acá y trabajamos y embotellamos el aceite”, acota.

A esto le suman aceitunas de mesa, que elaboran con una técnica natural genovesa que consiste en agua y sal durante nueve meses. “Somos el único laboratorio certificado de Uruguay que hace aceitunas de mesa”, destaca.

Todo esto se complementa con una serie de productos con los que hacen un recorrido por las distintas regiones italianas: desde distintas variedades de pesto hasta los ingredientes de la caponata siciliana. “Reproducimos, con la materia prima local, un poco de la gastronomía italiana que trajeron los emigrantes italianos, pero que se perdió con el tiempo”, comenta.

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Rincón Pandora.

También abren el lugar para grupos chicos, de familiares y amigos, a los que les hacen una recorrida por el predio y para los que Maria Vittoria prepara comida genovesa tradicional. “Como dijo una vez un intendente: ‘Esta es la única casa de Uruguay que no tiene parrillero’. La carne se la dejamos cocinar a los uruguayos, que lo hacen bien”, bromea la genovesa.

Actualmente cuentan con una persona que maneja la plantación y dos personas que trabajan en la almazara y el laboratorio. En temporada de zafra el número de empleados asciende a 20 personas. Pique Roto se caracteriza por dar trabajo a muchas mujeres de la zona (la almazara y el laboratorio están manejados solo por mujeres).

“Estamos creciendo de a poco porque el problema de los crecimientos rápidos y muy grandes es que uno puede perder el control de calidad y nuestro objetivo es mantenerlo. No nos interesa vender en 200 comercios, preferimos vender en 50 pero en un lugar donde se explique el valor del producto”, enfatiza. Por eso es que el 80% de las ventas son online y, si están en comercios, cuidan que sean solo tiendas gourmet.

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Rincón Pandora.

También ponen especial énfasis en respetar los principios de la economía circular y reutilizar todo lo que sea posible. “Por ejemplo, no vendemos el aceite en bidones plásticos. Implementamos el sistema Bag-in-Box utilizado en Europa”, señala sobre las cajas en las que se envasan los aceites.

Si bien Maria Vittoria se ha vuelto una especialista en olivicultura, su verdadera profesión es de restauradora de pinturas antiguas. Cuando llegó al Uruguay se puso en contacto con universidades para brindar sus servicios, ya que en Bolivia y Pakistán daba clases y en Guatemala trabajó en el Consejo Nacional para la Protección de Antigua Guatemala. “Uruguay no es muy sensible a este tipo de cosas”, se lamenta quien ahora solo restaura las pinturas que compra su esposo.

La idea del matrimonio es radicarse definitivamente en Uruguay. La casita que mantienen en Génova, frente al mar, quedó para las vacaciones de un mes al año. De tanto en tanto reciben la visita de su único hijo, que hoy vive en Australia aunque se confiesa enamorado del Uruguay y ha colaborado con el emprendimiento. La pandemia los mantuvo separados un tiempo: Maria Vittoria estaba en Casupá, Domenico en África y Amedeo en Australia.

“El trabajo aquí es muy intenso, pero es muy apasionante también. Si uno le mete pasión, al final está contento a pesar de la edad y del cansancio”, cierra esta italiana que tiene varios proyectos vinculados a la conservación del medio ambiente —como la construcción de un apiario—, que no duda que logrará concretar.

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Rincón Pandora.
Anécdota

Pique Roto: nombre que "eligió" una turbonada

En la Navidad de 2017, Maria Vittoria y Domenico se encontraban visitando a su hijo en Australia. En un momento recibieron una llamada desde Uruguay, avisándoles que una fuerte turbonada había levantado el techo de la casa, tirado 500 plantas y causado la ruptura de casi 3 mil tutores, que reciben el nombre de “piques”.

“Fue entonces que mi hijo Amedeo dijo: ‘Llamémosle a la marca los aceites de Pique Roto’, y así quedó”, recuerda Maria Vittoria.

Eligieron acompañarlo del dibujo de un pajarito dentro de una aceituna por la gran diversidad de aves que caracteriza la zona.

“Con las 9 mil plantas hoy somos una fuente increíble de secuestro de carbono y de corredor biológico para la preservación de la avifauna y de la biodiversidad. Por eso presentamos un proyecto para un apiario y nuestro objetivo es también hacer turismo informativo, que no sea solamente lúdico o hedónico, sino que sirva para que la gente aprenda sobre la conservación del medio ambiente, cómo elegir comida saludable y cómo utilizar los recursos que hay”, destaca la productora.

El emprendimiento familiar está presente en las redes (Instagram, Facebook, Twitter) y cuenta con un muy completo sitio web —rinconpandora.com— donde se puede saber mucho más del lugar, además de adquirir la gran variedad de productos que ofrecen y envían a todo el Uruguay.

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Productos Pique Roto.

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Pique Roto.

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