JUEGOS DE MESA
Cuatro jóvenes uruguayos que son promesas del juego y que empezaron a competir casi enseguida después de aprender a caminar.
Los uruguayos Manuela Moreno, Facundo Muniz, Nahiara Fabra y Facundo Vázquez son como piezas en un tablero de ajedrez: cada uno con un recorrido y unas características particulares. Sin embargo, al igual que a las piezas, los conecta un mismo juego. Y son todos jóvenes que llevan el título de campeones.
Aperturas.
Manuela empezó a jugar ajedrez en la escuela, cuando tenía 6 años. Al poco tiempo, su profesor le comentó del Club de Ajedrez La Proa, una institución sin fines de lucro que ofrece clases gratuitas para todas las edades y niveles. Entonces, Manuela comenzó a practicar allí, además de seguir aprendiendo en la escuela. Actualmente tiene 8 años y ya compitió en ocho torneos, entre ellos uno a nivel nacional y otro internacional.
El inicio de Facundo Muniz en el ajedrez se dio de manera extracurricular. “Cuando tenía 5 años estaba con mi madre en una plaza donde había señores jugando y me colgué mirando”, contó en diálogo con Revista Domingo. Su mamá le compró un tablero y juntos comenzaron a aprender las reglas mirando videos de YouTube.
Más adelante, comenzó con talleres en La Proa, y luego sumó clases particulares con el profesor Eduardo Muzzi. Ahora, con 10 años, continúa entrenando dos veces por semana y “día por medio mira videos o hace alguna partida online”, aseguró su mamá.
En cuanto a Nahiara, ella heredó su pasión por este juego de mesa a través de su papá. “Empecé a jugar en la computadora a los 4 años y cuando tenía 7 comencé en un taller que había cerca de donde vivía”, relató. Allí conoció al profesor Fernando Bonilla. Luego, inició sus clases con el maestro de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) José Riverol. Hoy en día tiene 15 años y sigue con esas clases, pero también está practicando tres horas diarias para mejorar su nivel.
A Facundo Vázquez le enseñó a jugar su tío cuando él tenía 7 años. Después empezó a entrenar en el Club Banco República con el maestro FIDE Bernardo Roselli. Cuando tenía 14 o 15 años comenzó con profesores particulares (Claudio Coppola y Hernán Perelman), y desde diciembre de 2019 -cuando obtuvo el tercer puesto en el Festival Sudamericano de Ajedrez de la Juventud- practica tres o cuatro horas diarias.
Niños en competencias.
Manuela aún tenía 6 años cuando fue a su primera competencia. Asistió a varios torneos organizados por La Proa, al Campeonato Nacional de la Federación Uruguaya de Ajedrez en mayo de 2022 y al Festival Panamericano de Ajedrez de la Juventud que se hizo en Uruguay este mismo año. Su partida más larga fue en el Panamericano y duró una hora y media. Es campeona a nivel nacional en la categoría sub 8.
Facundo Muniz también tenía 6 años cuando compitió por primera vez. Fue en 2018 en Nueva Helvecia, Colonia, y salió en segundo lugar. Unos meses después asistió a un Campeonato Nacional y obtuvo el primer puesto en su categoría. En 2019 participó en el Festival Panamericano de Ajedrez de la Juventud celebrado en Ecuador y también en el Festival Sudamericano de Ajedrez de la Juventud que se hizo en Argentina. Luego, en 2020, volvió a salir campeón uruguayo sub 8. Pandemia de por medio, en 2022 volvió a competir y fue campeón en la categoría sub 10. Su partida más larga duró tres horas y media.
Nahiara comenzó a competir cuando tenía 7 años. Jugó ocho campeonatos nacionales en la categoría de su edad y es tricampeona nacional en sub 20 (ganó en 2020, 2021 y 2022). Viajó a Argentina para participar de un torneo interliceal, donde compitieron más de 200 equipos argentinos y cuatro de Uruguay y el suyo terminó en el puesto número 16 (primero entre los uruguayos). También estuvo en dos Panamericanos (2016 y 2022) y en un Mundial que se hizo en 2018.
La primera competencia de Facundo Vázquez fue un Campeonato Nacional en 2012, en sub 8, y terminó en quinto lugar. Más adelante participó en torneos en Argentina, Perú, Bolivia, Paraguay y Chile. Obtuvo el tercer puesto en el Sudamericano argentino de 2019, el segundo puesto en el Panamericano de Montevideo de 2022 y el segundo en los Campeonatos Nacionales de 2021 y 2022.
Finales.
Cada competencia es una oportunidad para hacer amigos y crear anécdotas. “En el Panamericano le gané a una niña de Canadá en 15 movimientos”, contó Manuela. Jugó también contra gente de Chile, Costa Rica, Argentina, Bolivia, Perú y Paraguay. Y cada vez que terminaba una partida le daba un regalo a su contrincante “para que se acordara de Uruguay”.
Su mamá aprendió a jugar con ella y este año fueron juntas a un torneo. “Cuando juego contra gente más grande a veces siento que puedo tener más posibilidades de perder, pero me va bien”, dijo Manuela. Agregó que le gustaría seguir jugando y que le queda mucho por aprender: “Hay cosas que todavía no sé”.
Facundo Muniz recuerda especialmente cuando, en el Panamericano 2022, tuvo que jugar contra Faustino Oro, el mejor del mundo en su categoría. “Estaba nervioso, pero feliz”, sostuvo. Su madre agregó que no es fácil que a uno le toque jugar contra los mejores rankeados, pero a su hijo le empezó yendo muy bien y por eso pudo jugar contra Faustino.
“La mayoría de mis amigos son del ajedrez”, aseguró Facundo. De hecho, se hizo amigo de un niño de Venezuela en el Panamericano de Ecuador y meses más tarde -a la vuelta del Sudamericano de Argentina- lo invitó a quedarse dos semanas en su casa, en Uruguay.
Por su parte, Nahiara expresó: “Una partida muy importante para mí fue este año cuando le gané a alguien a quien nadie creía que le podría ganar”. Añadió que el Panamericano le sirvió para darse cuenta de cosas en las que “estaba errando”. Su meta es ir a los Juegos Suramericanos que se harán este año en Paraguay y sueña con ser campeona en su categoría.
Una de las cosas que a Facundo Vázquez le gustan más es “irse superando día a día”. Lo más difícil en ese proceso ha sido aprender a afrontar las derrotas: “Cuando era más chico me costaba un poco más, pero ahora no tanto. Hay que poder vivir con ellas porque son parte del juego”.
Otra cosa que le gusta es que “se generan muchos amigos, ya sea acá como en otros países”. Su partida más memorable fue en 2018, cuando tenía 14 años: La jugó en un torneo en Montevideo contra el Gran Maestro sueco Ulf Andersson, en ese entonces de 66 años. “Fue la partida más larga del campeonato, duró como cuatro horas”, contó.
Lo que se viene.
El próximo 28 de julio comenzarán las Olimpiadas de Ajedrez en India y Facundo Vázquez forma parte del equipo de uruguayos que viajará para competir. Habrá 189 equipos de países diferentes, cada uno integrado por cuatro jugadores y un suplente de todas las edades y sexos. También hay otro equipo de uruguayas que compite en la división de solo mujeres (Andreina Quevedo, Sofía Roepke, Natalia Silva, Lucía Malan y Pilar Silvera), donde habrá 162 equipos femeninos de todo el mundo.
Facundo es el más chico del equipo y junto a él jugarán Georg Meier, Nahuel Díaz, Bernardo Roselli y Alejandro Hoffman. “Cada uno se está preparando de manera individual, porque ahora nos encontramos en distintos países, pero contamos con un grupo de WhatsApp y realizamos sesiones online”, comentó Facundo.
La vida es un juego de ajedrez.
Mucho de lo que se aprende jugando al ajedrez se extrapola naturalmente a otros ámbitos de la vida. Manuela es un claro ejemplo de ello: “Ella maneja muchísimo la frustración porque es lo que le enseñaron”, aseguró su papá. Según él, en el Club La Proa apuntan a que “lo importante es ganar, pero no el partido, sino conocimientos y amigos”. Y Manuela agregó: “Ganar es aprender”.
A su vez, su padre afirmó que los niños en los torneos se manejan solos: “Ellos entran, se ubican, hablan, juegan, escriben, se levantan, se saludan. Eso les da mucha autonomía”.
La madre de Facundo Muniz concuerda en que el ajedrez aporta al crecimiento de los niños. “Es muy usual que al terminar una partida ellos analicen los errores y eso genera mucha autocrítica”, aseguró.
Además, sostuvo que ayuda a desarrollar la concentración y la inteligencia: “Él juega al fútbol y todos los técnicos le dicen que se nota que es un jugador muy inteligente y que se anticipa a las jugadas”. Y fuera de la cancha también “se anticipa todo el tiempo y arma planes”.
El ajedrez desarrolla otras cualidades como la memoria, el razonamiento, la creatividad, la paciencia, la atención, el respeto hacia el adversario, la responsabilidad, la motivación y la disciplina.
Ajedrez online: ¿Sí o no?
Tanto Manuela Moreno como Facundo Muniz, Nahiara Fabra y Facundo Vázquez han jugado al ajedrez de manera virtual y los cuatro coinciden en que hacerlo de forma presencial es mejor. En este sentido, Nahiara sostuvo: “Prefiero jugar en persona porque estoy con otras personas y es más lindo ver el tablero físicamente”.
En la misma línea, Facundo Vázquez afirmó que “es complicado ver el tablero en la pantalla porque te cansa más. Y se pierde la interacción ya que después de la partida no podés hablar”.
Durante la pandemia, todos ellos siguieron tomando clases de ajedrez de manera remota. “Era más difícil aprender y cuando no tenía wifi se trancaba todo”, dijo Facundo Muniz. Sin embargo, continuó entrenando e incluso jugó el Campeonato Mundial de Ajedrez Rápido en Línea de la FIDE. Su mamá añadió que “cuando terminó la pandemia se vio la diferencia porque le iba mejor que a otros que antes estaban parejos con él”.