Picaduras por bichos colorados

Compartir esta noticia

DR. PABLO PERA PIROTTO

Comienza la Semana de Turismo y gran parte de los uruguayos aprovecha para tomarse unos días para descansar y entrar en contacto directo con la naturaleza.

Más allá de los beneficios que supone escapar del ruido y de las ocupaciones habituales, muchas veces el esperado descanso se ve interrumpido por molestas picaduras de unos pequeños ácaros conocidos popularmente como "bichos colorados".

Lo curioso de estos diminutos seres que pertenecen a la familia de las Trombículas, es que no son los adultos los que parasitan al ser humano (y a otros animales también), sino que son sus larvas.

De un característico color rojizo, son muy difíciles de ver a simple vista ya que miden fracciones de milímetro. Éstos, después de salir de los huevos, que se encuentran algunos centímetros debajo del suelo, suben en busca de la luz solar, colocándose sobre plantas y arbustos para esperar la llegada de quienes serán sus huéspedes.

Una vez que logran alcanzar a su objetivo, se dirigen hacia zonas específicas del cuerpo, donde la piel tiene menos espesor y les es más fácil agarrarse, utilizando unos pequeños pero potentes ganchos llamados "quilíferos". Es por eso que prefieren los tobillos, los pliegues que están detrás de las rodillas y los codos, las ingles, los genitales y las axilas. Pero también sus picaduras se observan en los lugares en donde aprietan las medias o el cinturón.

Una vez adherida, la larva comienza a alimentarse no de la sangre sino de otros líquidos corporales como la linfa. En realidad el momento de la picadura es prácticamente indoloro, pero poco después comienza a producirse una intensa picazón.

Lo que se observa son pequeñas picaduras rojizas, en las que a veces puede haber un punto central más oscuro, que es el lugar en donde se encuentra la larva, que suele desprenderse con facilidad en pocos días producto del rascado. También es común apreciar cortos surcos de coloración un poco más clara.

El prurito puede llegar a ser muy molesto y dura algunos días, al cabo de los cuales va disminuyendo progresivamente. Las lesiones, sin embargo, pueden mantenerse hasta tres semanas, persistiendo en ocasiones una pigmentación más oscura que demora más tiempo en normalizarse.

Dentro de las complicaciones más frecuentes que pueden producirse por las picaduras de los bichos colorados se encuentra la infección provocada por el rascado, sobre todo en los niños. En este caso es necesario el uso de antibióticos y correctas medidas de higiene.

En cuanto a la prevención del contagio de este molesto parásito, lo mejor es evitar realizar actividades en las zonas en donde se encuentran, o en todo caso utilizar vestimenta adecuada. Los pantalones deben ser largos y, si se usan botas, colocarlos por dentro de ellas. En lo posible, hay que evitar andar descalzo, y llevar siempre medias y calzado cerrado. Es interesante el hecho de que los colores claros suelen ser una mejor opción que los oscuros, ya que estos atraen más a las larvas del ácaro.

El repelente es una gran ayuda, no solo aplicado en las zonas de piel descubierta, sino también por encima de la ropa. Siempre que sea posible, es conveniente mantener el pasto lo más corto posible, así como eliminar toda vegetación innecesaria.

En cuanto al tratamiento específico, siempre es bueno que un médico realice el diagnóstico y determine la oportunidad del uso de piojicidas como el lindano al 1% o la permetrina tópica. Para la picazón, se pueden indicar antialérgicos así como la aplicación de cremas calmantes, como por ejemplo la popular piracalamina.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar