FENOMENOS PARANORMALES
Isabel, Walter y Aldo integran el grupo Enlace paranormal. Se encargan de detectar “presencias” en las viviendas utilizando dispositivos electrónicos y las eliminan con distintos rituales.
Isabel Melesi es claustrofóbica, le teme a las alturas y a los insectos voladores, pero no a los demonios. Su esposo, Walter Pesah, es técnico en electrónica y se considera una persona racional, aunque habla sin tapujos sobre espíritus y exorcismos. Igual que Aldo Goeffi, un informático que no siente miedo -sino adrenalina- al enfrentarse a lo que la tradición oral ha dado a llamar “fantasmas”. Estos tres uruguayos integran el grupo Enlace Paranormal y han trabajado en la dilucidación de distintos fenómenos extraños, para lo cual utilizan la sensibilidad de Isabel (quien ya de pequeña tenía “visiones”) y un conjunto de aparatos electrónicos que ellos mismos han fabricado. Enlace Paranormal -aclaran sus miembros- está avalado por el Universitario ICP (un centro académico uruguayo con más de 15 años de existencia) y por la Escuela de Exorcistas de Europa que dirige el sacerdote argentino Manuel Acuña.
Acuña cuenta con un currículum de órdago en este campo y asegura que ha realizado más de 1.200 exorcismos. National Geographic, Discovery Channel e History Channel son algunos de los medios que se han hecho eco de sus trabajos. Posee un Doctorado en Divinidad y fue fundador de la Primera Escuela de Exorcismo y Liberación de América Latina, así como de la Escuela de Formación Espiritual, que prepara los primeros Consultores Exorcísticos de nuestro continente.
Asimismo, ofrece un entrenamiento especial para asesores en “discernimiento espiritual”. En la tradición cristiana, el discernimiento espiritual consiste en optar por la luz de Cristo, frente al oscuro camino del diablo; y en poner en práctica en la vida cotidiana las consecuencias prácticas de esa opción. Aunque Acuña parezca una rara avis, no lo es: en 2019, participó en la Cumbre Mundial de Exorcistas junto a representantes de 42 países. Incluso la Iglesia uruguaya tuvo su exorcista oficial: el padre Julio César Elizaga, quien falleció en 2017 a los 88 años.
Made in Uruguay
Los integrantes del equipo Enlace Paranormal utilizan algunos dispositivos curiosos para detectar “presencias” que molestan, asustan o atormentan a las personas. Y una vez que lo hacen, las eliminan haciendo una “limpieza” en las viviendas, para lo cual emplean rituales y elementos como el agua o la sal bendita. Entre los artefactos electrónicos se encuentra un detector de proximidad similar a un Theremín (instrumento musical que popularizó el guitarrista de Led Zeppelin Jimmy Page en sus actuaciones en vivo en la década de 1970) llamado Rempod, que emite sonidos y enciende luces cuando algo se acerca. También usan un SB7 (Spirit Box 7), que no es otra cosa que una pequeña radio AM-FM que hace un “barrido” de secuencia constante (algo similar a cambiar el dial rápidamente) y busca “voces” entre las estaciones. Y una cámara de registro biométrico que, conectada a una computadora y a un software, les permite “ver” ciertas figuras invisibles al ojo humano.
“Empezamos en 2017 mirando en televisión el programa Rastros, de Ignacio Esquivel, que fue básicamente el primer uruguayo en ir a investigar lugares. Ahora está en España desde hace algunos años. Ignacio y su grupo arrancaron a dar charlas y nosotros empezamos a ir y a involucrarnos más. Aldo y yo nos reencontramos en una de esas charlas, porque habíamos trabajado juntos hace 10 años en una empresa”, dice Walter a Revista Domingo. Y agrega: “Isabel, aunque ya tenía sus percepciones, empezó a estudiar con un médium. Y yo, que soy técnico en electrónica, me propuse hacer un Rempod. Todo eso nos llevó a contactarnos con más personas. Y desde entonces nos hemos estado especializando. El origen de esto era investigar, pero luego nos propusimos sanar los lugares, porque hay mucha gente que está sufriendo”.
Casos asombrosos
En sus investigaciones, los integrantes de Enlace Paranormal se han enfrentado a situaciones que asustarían a más de uno. “Hay espíritus y cosas más ‘pesadas’, demonios, que están en los lugares. Cada caso lleva su estudio, ver qué hay para definir cómo se elimina eso de ahí. A veces es muy fácil y en otras requiere más tiempo, utilizar rituales más antiguos y acudir a la ayuda de otras entidades. Si es un espíritu, se lo invita a irse, se prenden velas y se trata de razonar con él hasta que se va a la luz. Uno puede ver cómo la vela se mueve y la energía cambia en el lugar”, asegura Walter.
Y señala algunas precauciones que hay que tomar en estas sesiones, porque lo que ellos hacen -advierte- no es un juego: “Cuando hay mucha mala energía, muchas peleas y disputas en la casa, se crean portales negativos que generan malestar. Hay varias técnicas y exorcismos. Y a veces no hay nada paranormal, es algo psicológico o incluso geológico. Hay líneas energéticas naturales que pueden estar, por ejemplo, debajo de una cama. Nosotros vemos más allá, no es solo buscar fantasmas. E Isabel también puede discernir si a una persona le han hecho algún tipo de brujería, lo cual se puede eliminar con rituales de la Iglesia”.
Aldo comenta que el primer caso que abordaron fue el de una casa de Punta de Rieles: “Una compañera de gimnasia de mi señora llegó un día y dijo: ‘No me dejaron dormir los fantasmas’. Mi esposa le preguntó y ella al principio no le quería contar, porque pensaba que le iba a decir que estaba loca. Entonces, le comentó que yo formaba parte de un grupo que estudiaba ese tipo de fenómenos. Y el asunto era así: tenía niños chicos en la casa, de menos de 4 años, y ellos siempre le decían que veían a una señora de sombrero. Al principio lo tomaron como un juego infantil, hasta que una noche ella y su marido la vieron parada en la puerta del cuarto. Se pegaron tremendo susto”.
Para estudiar este fenómeno utilizaron la cámara de registro biométrico. “En un paneo detectamos que había una ‘figura’ en un cochecito de bebé. Isabel empezó a interactuar con ella y en determinado momento le preguntó si podía levantar su mano, lo cual hizo. Después Isabel hizo un ritual de sanación del lugar y se fue”, recuerda Aldo. Y Walter acota: “Esa casa estaba entre dos generadores eléctricos de UTE. Muchas veces se ha dado que hay fenómenos paranormales en los lugares donde hay estaciones de alta tensión”.
Otro caso fue el de una joven que se suicidó, en el que intervinieron a pedido de sus padres. “Isabel hizo una sesión de mediumnidad, contactó a la hija y le pidió que se fuera, que no siguiera rondando en este plano. A su vez, le dio las herramientas a la mujer para que dejara ir a su hija. Y nosotros captamos con el SB7 una psicofonía de la muchacha, en la que ella nos dice su nombre”, comenta Walter.
La primera psicofonía (voces que se cree corresponden a personas fallecidas) que captó Walter la obtuvo en una “excursión paranormal” de la que participó en el Molino Quemado de Nueva Helvecia. “Me quedé en un lugar solo grabando y recién a las dos semanas lo escuché. Entre los sonidos de pájaros, salió una voz de mujer que dijo mi nombre. Me pegué un julepe bárbaro”, asegura. Y agrega: “Después capté otros ‘Walter’, ‘Aldo’ e ‘Isabel’. Tengo varios grabados”.
Combatiendo demonios
Isabel es medium sensitiva, demonóloga y asesora en discernimiento. El título que más impacta, sin dudas, es el segundo: “Existen un total de 72 demonios, los cuales nada tienen que ver con los espíritus desencarnados de personas que fallecieron”, explica. La lista con los nombres de estos demonios pueden hallarse en Internet, pero según la médium, no es conveniente invocarlos. “Siempre hay un demonio comandando una legión. A veces, por los síntomas que tiene la casa o la persona, uno se puede dar cuenta con qué demonio está tratando. Un ejemplo de los más comunes es que en determinados ambientes como las cocinas aparecen muchas mosquitas o inclusive gusanitos, sin que uno haya dejado fruta en una fuente o algo que los atraiga. Ése es un síntoma de un determinado demonio”, asegura Isabel.
Pero ¿cómo determinar de qué demonio se trata cuando hay tantos? Así lo explica la integrante del equipo Enlace Paranormal: “El nombre de ese demonio se puede conseguir preguntando o entrando en un ‘enfrentamiento’ como se ve en la película El exorcista. Si no se da la oportunidad de conseguir el nombre, hay alternativas como el llamado a otro ser -que no voy a nombrar- que viene a ser como el padre de esos demonios. Esto se hace para que esa entidad ayude a retirarlo, pero es un caso extremo”.
Para hace las “limpiezas” de los hogares, Isabel utiliza elementos como la sal y el agua bendita, inciensos, ajenjo y hierbas para ahumar (porque, asegura, los aromas afectan a los espíritus). También cuencos para cambiar la vibración del sitio, rituales de oración y técnicas de exorcismo “que son las que utiliza la Iglesia”.
A esta altura de la nota usted se preguntará cómo es que Isabel, Walter y Aldo conviven con sus trabajos formales, familias y amigos: dicen que de un modo “normal”, aunque en el caso de Aldo, su esposa no le permite que pruebe los aparatos en su casa, donde viven con sus hijos de 6 y 2 años. También se preguntará si utilizan a Enlace Paranormal como un “negocio”: aseguran que no, que cobran “muy poco” o incluso nada (en un caso pidieron $ 2.000 como viático por un viaje que hicieron los tres a Colonia).
Sus trabajos pueden verse en las cuentas de Facebooke Instagramdel grupo, en las que hay fotografías y videos. Tampoco venden los aparatos que construyen. “Si yo vendo un Rempod, se puede abrir una puerta de comunicación. Y vos no sabés con qué te podés comunicar. Te podés hacer un daño. Es una forma de ser responsables”, aclaran Walter y Aldo.