CONDUCTAS
Los grandes gestos románticos durante los primeros días de una relación pueden ser una señal de que estás saliendo con una persona narcisista, dicen expertos.
Imagina que una noche estás en un restaurante y, después de cenar, decides pedir no una sino dos porciones de pastel de queso de postre. Muchos dirían que eso es poco saludable -o al menos complaciente-, pero todo el mundo se merece un capricho de vez en cuando, ¿no? Sin embargo, si sigues pidiendo dos pedazos de pastel de postre todas las noches, durante meses, tu salud puede verse afectada. Esta es una analogía que Chitra Raghavan, profesora de psicología del Colegio John Jay de Justicia Penal, empleó para explicar cómo los comportamientos románticos pueden transformarse en una práctica manipuladora de las citas conocida como “bombardeo amoroso”: prodigar a una nueva pareja romántica con grandes gestos y contacto constante para ganar ventaja en la relación. “Uno de los miembros de la pareja, normalmente un hombre, pero no exclusivamente, colma a la otra persona de atención, afecto, cumplidos y halagos, y esencialmente crea este contexto en el que ella siente que ha encontrado a su alma gemela y que no le supone ningún esfuerzo”, explica Raghavan. “La realidad es que la persona que está haciendo el bombardeo amoroso está creando o manipulando el entorno para que parezca que él -o ella- es la pareja perfecta”.
¿Te suena familiar? Acá presentamos algunas señales y patrones a tener en cuenta para evitar recibir un bombardeo de amor.
Halagos excesivos
Una de las cosas complicadas de las citas, dijo Raghavan, es que todo lo que ocurre en las relaciones sanas también puede ocurrir en las relaciones malsanas. Mostrar una atención excesiva es un ejemplo.
“Si alguien te presta atención y en general está presente durante la primera cita, eso suele ser señal de interés”, dijo Raghavan, que también se especializa en violencia doméstica y tráfico sexual. “Pero también existen personas que te prestan atención de tal manera que te consumen”. Y añadió que puede ser difícil reconocer el desajuste entre la familiaridad (recuerda que se trata de alguien a quien acabas de conocer) y el afecto en el momento, sobre todo cuando una persona pronuncia frases que has anhelado escuchar como: “Eres mi alma gemela” o “nunca conocí a nadie con quien me hubiera sentido tan cercano”.
“Es muy exagerado, histriónico, pero también podría verse como algo profundamente seductor y romántico, dependiendo de lo que ocurra en el medio, de lo que pase después”, dice Raghavan.
Aislarte
Puede parecer dulce que tu nueva pareja quiera pasar todo su tiempo contigo. Pero lo más frecuente es que sea una señal de peligro: la persona puede ser un narcisista que trata de aislarte de las otras conexiones en tu vida como una forma de ejercer el control.
Amy Brunell, profesora de psicología de la Universidad Estatal de Ohio cuya investigación se centra en el narcisismo en las relaciones sociales y románticas, dijo que aunque no hay una tonelada de investigación sobre el abuso de la pareja y el narcisismo, hay una conexión. Controlar la vida social de una persona desde el principio puede dejar a la persona sin ningún lugar al que acudir cuando la relación se deteriora.
Regalos
Raghavan dijo que hacerles regalos a las nuevas parejas es una forma común de ejercer influencia. En algunos casos, aunque no tienen dinero, pueden actuar como si lo tuvieran. “Forma parte de la idea de exceso y de abrumar a la persona para que se enamore perdidamente”, dijo, y añadió que la “atención constante, los halagos, la seducción, los regalos” hacen que sea difícil “procesar que estás abrumado. Y cuando estás abrumado, no ves el peligro”.
Los narcisistas tienden a ser materialistas, dijo Brunell, por lo que también pueden dar regalos para aumentar su valor y autoestima.
Paul Eastwick, profesor de psicología de la Universidad de California en Davis, cuya investigación examina cómo las personas inician y se comprometen en las relaciones románticas, señaló que no todos los grandes gestos deben ser señales de alarma.
“En general, la forma en que damos afecto a otras personas, la forma en que les mostramos que nos preocupamos por ellos, la forma en que tratamos de apoyarlos, todas esas cosas tienden a predecir sólidamente los buenos resultados”, dijo Eastwick.
El bombardeo amoroso, explicó, probablemente representa un “pequeño subconjunto” de ese comportamiento.