DR. PABLO PERA PIROTTO
La celulitis afecta a más del 90% de las mujeres, manifestándose con el característico aspecto de "piel de naranja" que se ve, sobre todo, en las caderas, muslos y glúteos. Esa alteración de la textura de los tejidos de la piel se produce como consecuencia de una falla a nivel de la microcirculación. Eso determina que se acumulen toxinas que son las que desencadenan el comienzo de los trastornos.
Las causas de la celulitis, cuya denominación correcta es paniculopatía edemato fibro esclerosa (PEFE), son múltiples. Por un lado hay una predisposición hereditaria a padecerla, a lo que se suman factores hormonales, el estrés, un estilo de vida sedentario y una alimentación inadecuada.
Existen distintos tipos de celulitis: una dura o compacta, que se ve en general en personas jóvenes, en donde los tejidos mantienen un buen tono y son firmes al tacto; una blanda, con tejidos más fláccidos, que se balancean al caminar; y una edematosa, en donde predomina la hinchazón de los miembros inferiores.
Si bien hay una gran variedad de tratamientos anticelulíticos, no hay fórmulas mágicas que logren resultados inmediatos. Lo mejor, entonces, es atacar el problema desde varios frentes, y no esperar a que se llegue a los estadios más avanzados.
Lo primero es evitar los factores que predisponen su aparición o que la agravan. Es positivo realizar ejercicio físico en forma regular, como caminatas, natación, bicicleta (tanto fija como móvil) o hacer speening, como forma de estimular y mejorar la circulación de las piernas. Es aconsejable también usar ropa no muy ajustada y evitar el uso diario de zapatos de taco alto.
La alimentación juega un rol muy importante, por lo que hay que mantener una dieta saludable, libre de grasas y frituras. Tampoco hay que abusar de la sal ya que retiene líquidos y empeora sobre todo la celulitis edematosa. En cuanto a las bebidas, se ha comprobado que ni el café ni el alcohol tienen efectos positivos, y está de más decir que el cigarrillo es uno de los factores más perjudiciales.
En cuanto a los tratamientos médicos específicos, la mesoterapia es uno de los más utilizados. Se trata de una técnica que se basa en la aplicación de pequeñas cantidades de fármacos específicos, que se colocan directamente en las zonas afectadas. Por un lado se busca disminuir la grasa localizada y por el otro se actúa mejorando la circulación que está alterada, estimulando además el metabolismo celular. Se realiza mediante sesiones semanales, y hay que sumar de 8 a 12 tratamientos para poder apreciar los resultados. Es importante tener en cuenta que es una terapéutica que debe ser realizada exclusivamente por médicos especialistas.
Para ayudar a movilizar el líquido retenido en las piernas, y disminuir la hinchazón, los masajes de drenaje linfático son una buena alternativa. Pueden hacerse en forma manual o mediante botas neumáticas, que realizan una presión secuencial sobre los miembros inferiores. A propósito de la aparatología, la tecnología médica ha desarrollado variados mecanismos que ayudan a atacar la celulitis, con distintos grados de efectividad. Entre los más utilizados, se destaca el ultrasonido, la endermología y la electroterapia.
En relación a lo que cada mujer puede realizar en su hogar, la oferta de cremas y geles anticelulíticos es muy variada al igual que sucede con las cápsulas orales. Resultan un buen complemento terapéutico las que contienen sustancias como la cafeína y centella asiática, sobre todo para mantener los resultados alcanzados y como forma de prevenir el agravamiento de las zonas todavía poco afectadas.