"Mis zapatillas hoy. Las traje nuevas. Ellas dan cuenta del trabajo de campo, en el lugar donde hay que estar. A mí no me la cuentan. Que el resto hable”. El texto acompaña la foto de un par de championes y de fondo suena Natalia Oreiro cantando Qué digan lo que quieran. El posteo de Instagram corresponde a la periodista argentina Paula Bernini (42 años) y fue hecho el pasado lunes, cuando se cumplían 25 días de la desaparición de Loan Danilo Peña, el niño de 5 años correntino que tiene en vilo a la Argentina.

La periodista de TN y El Trece está instalada en la localidad 9 de Julio desde el comienzo del caso y realiza reportes pormenorizados todos los días, lo que ha dado lugar tanto a elogios como a frases detractoras. Entre los primeros están los que destacan que aporta más datos que la propia labor de la Justicia y por eso piden un Martín Fierro para ella; entre los segundos están los que la acusan de entorpecer la investigación y ser una “vendedora de humo”.

Bernini no se inmuta ni con las flores, ni con las piedras; una característica que ha mantenido a lo largo de toda su carrera, esa que comenzó en Telenoche Investiga (El Trece). Antes, siendo estudiante de Comunicación en la Universidad de la Matanza, había ganado una pasantía para trabajar en TN, pero por falta de tiempo y porque en ese entonces “no tenía ni idea de lo que era TN”, no la tomó.

En Telenoche Investiga comenzó desgrabando las notas de María Laura Santillán y Juan Miceli, entre otros, lo que la hizo saber mucho más de los temas que los propios periodistas. Fue así que terminaron ofreciéndole el trabajo de productora y con 21 años su primera investigación fue el caso Giselle Rímolo (ex pareja de Silvio Soldán acusada de uso ilegal de la medicina).

En más de 20 años de carrera es mucho lo que ha hecho, pero últimamente se ha caracterizado por ser la movilera que más ha recorrido la Argentina, especializándose en coberturas largas. Lo hizo durante la pandemia, durante el Mundial de Qatar y el año pasado para celebrar los 30 años de TN. En este último caso fueron 28 días, 11 provincias y 5.080 kilómetros a lo largo de la Ruta 40.

Quizás la travesía más emotiva fue la que realizó en pandemia, más de 12 mil kilómetros en el mismo motorhome que se usa para cubrir el rally Dakar. Fue entre abril y mayo de 2020, visitando 16 provincias en 40 días, un recorrido en el que solo faltaron las provincias que estaban cerradas por el covid-19. Fue como ir en línea recta de Buenos Aires a Atenas (Grecia), según describió la propia periodista, quien llevó un diario de viaje.

“Éramos la ventana por donde la gente desde su casa viajaba con nosotros. Fue algo realmente histórico. La gente volvió a ver en la tele la posibilidad de viajar, de distraerse; no solo la cantidad de casos de covid que había”, declaró a Horizonte A recordando como a su paso la gente les regalaba de todo, hasta tapabocas.

Era ella y cuatro técnicos hombres que le preparaban hasta el desayuno y no la querían ni dejar manejar. Igual se impuso alguna que otra vez y tomó el volante. “En muchos viajes he sentido miedo, pero seguí adelante”, confió a quienes la han entrevistado.

Agregó que el de 2020 “fue un viaje bendito, sin dudas. Salió todo 10 puntos. Al principio yo no estaba muy convencida de hacerlo, pero al final fue increíble”.

A la vuelta se permitió pasar por la casa de sus padres en Ramos Mejía a pesar de la cuarentena, porque siempre la familia estuvo primero. “Nos comunicábamos todos los días a través de videollamadas. Sin ellos hubiera sido muy difícil llevar adelante esta cobertura”, destacó a Clarín.

Tiene un hermano y una hermana que le han dado cuatro sobrinos, ya que no tiene hijos por el momento. Tampoco tiene pareja, pero confiesa que nunca está sola. También es muy amiguera: se sigue juntando con sus compañeros de la Secundaria —de los 23 que terminaron quinto año con ella, 20 fueron a su cumpleaños 40— y tiene dos o tres amigas de la Primaria.

De su niñez recuerda que fue becada a un colegio privado que quedaba a 15 cuadras de Fuerte Apache. “Ahí se cruzaban diferentes clases sociales, el hijo del gerente de un banco, la hija de un laburante… Creo que eso me dio equilibrio, sensibilidad. Me enseñó a moverme en la calle”, reconoció a Clarín quien desde los 12 años ayudaba con sus hermanos a su padre a elaborar las ensaladas de fruta que él repartía. Su madre es arquitecta y se dedicó a la docencia de adultos con discapacidad.

Paula es hincha fanática de Racing, le gusta la playa y en su casa atesora recuerdos de sus viajes, como un gramófono vintage, además de grandes letras en madera con sus iniciales y un estante con la colección completa de la serie estadounidense Friends.

Su gran amigo, el periodista Mario Massaccesi, la definió como “una topadora humana que va más allá de sus límites para mostrar lo que nadie muestra, por eso sorprende, por eso nos impacta, aunque a unos cuantos les joda”.

En la calle

Sus momentos 2024 más difíciles

En mayo de este año, Paula Bernini fue noticia por la agresión verbal que recibió de una militante kirchnerista mientras cubría una protesta contra el gobierno de Javier Milei.

La ciudadana la tildó de “mercenaria” y “vende patria”, mientras la periodista sostenía el micrófono dejándola hablar. Incluso apareció otra mujer que la defendió.

Bernini optó por dar cierre al tenso momento diciendo a cámara: “Para eso está el micrófono, para que se desahogue la gente. Está para todo el mundo, para todo el que quiera”.

Vale recordar que la mentada grieta argentina también divide a los medios de comunicación y los canales en los que trabaja la comunicadora (El Trece y TN) son catalogados como pro-Milei.

Este año también le tocó ser víctima de un robo. Estacionó su camioneta en Mar del Plata, se bajó y, sin saberlo, una mujer con un inhibidor no le permitió cerrar las puertas. Cuando volvió le había sustraído la cartera, unos alfajores y otras cosas de poco valor. A eso se sumó que al otro día sus cuentas bancarias estaban en cero. Fue solo un susto, no se había dado cuenta de que al bloquear sus cuentas tras la denuncia el saldo iba a aparecer en cero.