Por: Laura Mercado /
El Tiempo
Al pensar en esta nación de las Antillas, probablemente a muchas personas se les vengan a la mente los lugares ubicados al sur o al oriente del país, como Punta Cana o Santo Domingo, la capital. Sin embargo, la zona norte y la central albergan destinos llenos de actividades, naturaleza, cultura e historia.
Santiago de los Caballeros es la segunda ciudad más grande del país, detrás de Santo Domingo, se ubica en el centro del territorio nacional y ofrece un sinfín de nuevas experiencias.
Un paseo por Santiago
Esta urbe se caracteriza por su importancia económica e industrial, pues alrededor de ella hay mucha vegetación y en su suelo se cultiva el tabaco, el cacao, el café y el plátano, característico de populares platos como el mangú y el mofongo. Aunque no es una ciudad playera, conserva el encanto y el sol del Caribe que identifican a República Dominicana. Ofrece una ruta cultural en la que cada mural cuenta la historia de la ciudad y del país.
Uno de los lugares emblemáticos donde se puede conocer más acerca de la memoria nacional es el Centro León, que alberga unas 40 colecciones relacionadas con arqueología, etnografía, folklore y cultura popular. Allí se alojan periódicos, calcomanías e imágenes de las últimas décadas, pero también yacen elementos del pasado indígena y de la influencia africana.
En la zona franca del municipio de Tamboril, a unos 20 minutos de la ciudad, se puede visitar La Aurora Cigar World, la primera fábrica de cigarros de República Dominicana. Fundada en 1903, exporta sus productos a 60 países y se ha vuelto uno de los principales referentes en cigarrería prémium.
Los visitantes pueden conocer el proceso que tienen las hojas del tabaco, las cuales pueden ser clasificadas entre libero, biso o seco, para darle un sabor y una sensación distinta al consumidor. Estas hojas, luego, son almacenadas en barriles y guardadas en bodegas para que tengan un tiempo de añejamiento de unos ocho meses.
En esta fábrica hay más de 280 tabaqueros que trabajan, en su mayoría, con un cigarro en su boca, mientras enrollan las hojas para crear el producto final. Luego, se brinda a los visitantes la oportunidad de probar uno de los cigarros, explorando todo el proceso, desde que se enciende, hasta que se deja en el cenicero.
“Siempre se debe fumar sin perder la elegancia”, afirma una de las personas encargadas de hacer el tour.
Puerto plata: sitio de colores
Luego de conocer Santiago de los Caballeros, se puede emprender el viaje, de unos 45 minutos, a Puerto Plata, una provincia que queda en la costa norte y cuenta con importantes destinos ecológicos y culturales.
En el camino los visitantes pueden ingresar a Ocean World, el parque de diversiones más grande del Caribe, donde tienen la posibilidad de nadar con delfines, hacer deportes acuáticos, alimentar exóticas aves, conocer algunos de los animales presentes en la zona y mucho más.
Más adelante llegarán a San Felipe de Puerto Plata, el primer asentamiento de los europeos en América. Allí hay calles que conservan el estilo victoriano, una estatua del dios Neptuno (clásico en la mitología romana por gobernar los mares) y las ruinas de un fuerte creado por los españoles que hoy es un museo.
Al hacer un city tour se pueden conocer algunos de los murales más representativos de la cultura dominicana, mientras a lo lejos, en el Atlántico, se ven los cruceros arribar al puerto.
Los guías, mientras hacen el recorrido, cuentan que San Felipe fue el primer polo turístico del país, en los años 80 y 90, antes del auge de Punta Cana. “Por un accidente de avión en el 96, Puerto Plata dejó de tener la misma popularidad”, cuenta uno de sus habitantes.
Ahora, con el lanzamiento de Puerto Plata como marca destino, buscan llegar a tener más de 10 millones de visitantes al año, pues es una zona apta para personas que buscan relajarse, pero también para aquellos que quieren conocer nuevos lugares y vivir experiencias emocionantes.
Maimón, Dorada, Sosúa, Cofresí, Cabarete son algunas de las 30 playas, de un total de 100 kilómetros de extensión, que tiene Puerto Plata, la mayoría rodeadas de verdes árboles que adornan el paisaje.
San Felipe, entre otras cosas, cuenta con el callejón de Doña Blanca, característico por ser completamente rosa y convertirse en la foto imperdible de los turistas. Se creó en honor a la mujer que fundó el primer hotel en la provincia, el Hotel Europa. A su lado también está el paseo de las Chichiguas, una calle llena de sombrillas de todos los colores.
Para probar el mejor ron, se puede asistir a la destilería de Macorix, que fabrica esta bebida desde 1899 y se ha convertido en un referente prémium. Hay de todos los sabores: manzana verde, coco, piña, entre otros.
Y esto es solo un poco de lo que se puede hacer en Puerto Plata y sus alrededores, un lugar que, aunque haya sido olvidado por algunos turistas, conserva su encanto. Como dijo Juan Lockward, uno de los artistas dominicanos más reconocidos, es “un pueblito encantado”.