El Cuarteto de Nos es hoy un fenómeno internacional. Se encuentra en la última etapa de su gira Lámina Once, con la que están promocionando su decimoséptimo disco de estudio, lanzado en julio de 2022. El tour empezó el 3 de noviembre de 2022 en Buenos Aires y finalizará el 14 de diciembre de 2024 en Lima, tras dos años y 120 shows en 20 países de Sudamérica, Norteamérica y Europa. Roberto Musso, líder y fundador del Cuarteto, habló con Domingo de su trayectoria, la gira y el disco que está grabando la banda.

Roberto Musso fue un joven raro. A mediados de los 80 fundó junto a su hermano menor, Ricardo, el bajista Santiago Tavella y el baterista Álvaro Pintos, el Cuarteto de Nos. Un grupo raro para los tiempos pos dictadura, que “exigían” del músico de rock una postura rebelde y combativa. Cual salmón, siempre fueron contra la corriente: se disfrazaban de viudas o de “robots” en festivales en los que el pelo largo, los jeans rotos y las camperas de cuero eran el outfit sine qua non. Y no comulgaban con los excesos típicos de la época, esos que dejaron a muchos de su generación a la vera del camino. Hoy, con 61 años, Roberto Musso sigue siendo un tipo raro. No le gusta cantar las canciones que lo hicieron famoso (¿se imagina usted ir a un concierto de los Rolling Stones y que no toquen Satisfaction, un tema compuesto hace seis décadas?) y -pese a que ahora escribe letras más profundas- gran parte de sus fans son menores de edad, incluso niños de la generación de su hija, Federica, que tiene 12 años. Además, siendo ingeniero de sistemas y teniendo como influencias a los Beatles, los Stones, Bob Dylan y Led Zeppelin (y a Borges, García Márquez y Cortázar en la literatura), ha navegado en muchas corrientes musicales, como por ejemplo el rap, al punto que la comunidad hiphopera lo reconoce como uno de los pioneros del género en Uruguay.

Pero el Cuarteto de Nos es hoy más raro que en los 80.

El 98% de sus shows los hacen en el extranjero, tocan en ciudades de las que jamás habían oído hablar y agotan las localidades. Muchos miembros del público, por su edad, no conocen los viejos “hits” de la banda, esos que en Uruguay cantamos todos, pero sí corean y vibran con las canciones de sus últimos tres discos: Apocalipsis zombi, Jueves y Lámina Once.

“Después de la pandemia se dio como un punto de inflexión. Siempre fuimos en crecimiento desde el disco Raro (2006), sumando adeptos fuera de Uruguay, pero te diría que después de Jueves (2019) y Lámina Once (2022) tuvimos un crecimiento enorme. El público ahora conoce al Cuarteto por las redes, por los videos y el boca a boca de los shows”, comenta Musso.

—¿Es cierto que el 50% del público son menores de edad y que, de ese porcentaje, más de la mitad son niños de entre 9 y 14 años?

—Tal vez más del 50%... Hay mucho público adolescente, mucho veinteañero. Incluso hay padres que llegan a conocer nuestra música por sus hijos.

Entre los fenómenos que se están dando con esta gira faraónica del Cuarteto está el fanatismo extremo del público. “El mexicano, por ejemplo, lo vive como una fiesta integral. Lo ves haciendo fila en la entrada 12 horas antes, muchos se van lookeados como los personajes de las canciones. Esto pasa también en Colombia y un poco en Argentina, donde van vestidos como el personaje del video de El cinturón gris, con un zapato amarillo y otro colorado, o una iguana pegada en la frente”, grafica Musso. Y explica que el espectáculo que hoy presenta la banda ha cambiado bastante con los años. Él, por ejemplo, ya casi no toca la guitarra, lo cual le da más libertad para moverse en el escenario. Algo que hace mucho más que cuando era joven. “El show actual del Cuarteto es muy energético, lo cual se contagia y genera un feedback muy lindo con el público”, asegura.

Este 2024, uno de los fundadores de El Cuarteto de Nos, Santiago Tavella, dio un paso al costado después de 40 años en la banda. El motivo fue el cansancio de las giras y el interés en otros proyectos culturales (el bajista es artista visual, escritor y curador). Riki Musso se apartó en 2009 por discrepancias con el camino que estaba tomando el grupo.

Si bien muchos músicos de su generación tienen tinnitus por no haberse cuidado con el volumen de los ensayos y las presentaciones en vivo, este no es el caso de Roberto Musso. Es más, le gusta grabar las maquetas de las canciones que luego presenta a la banda con auriculares a un alto volumen.

Pero el cantante sí cuida sus cuerdas vocales, las cuales son irremplazables y pueden dinamitar la carrera de un artista (como el caso de Axl Rose). “Si mido el recorrido que hago ahora cuando estoy en el escenario, como lo hacen los jugadores de fútbol en la cancha, debe ser 200 veces mayor que el que hacía cuando tenía 30 años”, dice el frontman del Cuarteto, que se mantiene extremadamente delgado. “A mí me ayuda mucho la genética y con el deporte siempre me llevé bien. Lo que sí, con respecto a las cuerdas vocales, tengo un profesor desde hace unos cuantos años que me enseñó unos ejercicios para el fortalecimiento muscular, porque antes me pasaba que hacía 4 o 5 shows en 4 o 5 días y quedaba complicado para el sexto. En México, por ejemplo, tuvimos 9 shows corridos, día tras día”, anota.

Con respecto a sus oídos, dice que el médico y guitarrista Daniel Drexler le hizo hace un tiempo un audiograma y que los balances le dieron bien. También admite que cuando comenzó a utilizar in ears (los auriculares que usa entre otros Luis Miguel para el monitoreo en vivo) le costó adaptarse. “Te puede pasar que te venga una descarga, una acople o algo, y que sea peor que escuchar un sonido intensamente en el escenario. Pero bueno, los in ears también evitan el volumen fuerte del monitoreo tradicional. Cambié eso en 2007 o 2008, cuando empezamos una gira, y me costó un montón porque no escuchaba a la gente, es como que al principio perdés el contacto con el público”, señala.

El Cuarteto de Nos ya no es aquella banda de Bo cartero, Me agarré el pitito con el cierre, (la “polémica”) El día que Artigas se emborrachó o Yendo a la casa de Damián. Pero seguramente cuando se presente en Montevideo incluirá algunos de aquellos hits que el público querrá escuchar. Esto ocurrirá los días 2 y 3 de noviembre en el Antel Arena, aunque antes hay muchas fechas previstas en el exterior que incluyen presentaciones en México, Ecuador, Perú, Estados Unidos, España y Portugal.

Además, el grupo está grabando su nuevo disco, que presentará a mediados del año próximo. Los últimos dos trabajos los hicieron con un sello propio (Porfiado Records), un “experimento” que -asegura el cantante- les ha salido bastante bien.

“Hemos trabajado con las grandes discográficas multinacionales que subsisten, Sony, Warner y lo que era EMI, que es Universal ahora. Con la pandemia nos pareció que era interesante disponer de nuestro propio tiempo. Pero en todas las modalidades nos sentimos muy cómodos. En un momento que nos conocía muy poca gente afuera, nos sirvió tener una discografía con peso de difusión, de contactos, de un montón de cosas. A nivel artístico es lo mismo porque nunca nos dijeron que teníamos que hacer tal o cual cosa, pero ahora podemos manejar nuestros tiempos. De todos modos, esto no quita que algún día podamos volver a una discográfica internacional”, explica.

Musso reconoce en Juan Campodónico al “tipo que más sabe de música en Uruguay” y al que “moldeó” el sonido del Cuarteto de Nos. Pero en los últimos discos la banda ha trabajado con otros productores de lujo. Tres de ellos son Cachorro López (con quien hicieron Apocalipsis zombie con una mirada un poco más pop-rock), el puertorriqueño Eduardo Cabra (conocido por su nombre artístico de Visitante en Calle 13) y el mexicano Camilo Lara, quien ha colaborado con Norah Jones, Beck y los Beastie Boys. El cuarto es su productor actual, Héctor Castillo, un venezolano radicado en Brooklyn hace varios años que grabó los últimos discos de Cerati y algunos de Bob Dylan y David Bowie.