Soledad Sejas (34 años) no nació en el Cerro. Tampoco vivió en este barrio. Pero el pasado domingo 7 de abril miró el clásico Cerro – Rampla Jrs. con mucha pasión, quería que ganaran los albicelestes y gritó los tres goles del triunfo como el más fanático de los hinchas. Es que toda su familia paterna es de esa zona de Montevideo —su padre llegó a presidir el club— y hasta sus hermanos viven actualmente allí. Confiesa que su abuela era de Rampla, “pero le fue imposible tolerar que todos eran de Cerro y terminó apoyando nuestra felicidad”, acota entre risas.
“De chica iba todos los fines de semana al fútbol”, cuenta a Domingo quien prefiere ver los partidos por televisión porque hoy manda su otro rol, el de periodista deportiva. “Cuando siento que tengo que prestarle atención a un montón de cuestiones que debo analizar, me resulta más simple ver el fútbol por televisión”, explica la presentadora de deportes de los noticieros de Canal 5 y conductora de Concentrados junto a Martín Franco (actualmente con una edición especial de Juegos Olímpicos).
También pasa que su trabajo fue aplacando esa pasión que la hacía decir presente en cada encuentro. “No solo la profesión me ha quitado un poco la cercanía con el fútbol, sino lo que se vive en el mundo fútbol. Es un ambiente muy jodido, muy complejo en muchos aspectos. Hay cuestiones que no me gustan y me alejan; creo que le pasa a mucha gente”, se sincera.
Pero, por otro lado, trabajar en ese mundo fue lo que soñó desde siempre. “Supe que quería dedicarme a esto cuando en el liceo estábamos haciendo los test vocacionales. Siempre me daba que la comunicación era lo mío, así que terminé sexto y enseguida me anoté en la Facultad de Comunicación”, recuerda.
Fue parte de la generación que se conoció como “la del techo caído”. Ocurrió que en 2009, al inicio de los cursos, se derrumbó el techo del salón de primer año. Había unos 300 inscriptos y urgía empezar las clases, así que se mudaron para la Iglesia Evangélica Metodista. “Imaginate lo que era tener clase en una iglesia, la luz tenue, el eco que hacia la voz del profesor… te dormías. Si realmente no te gustaba la carrera era imposible hacerlo”, destaca de ese filtro que puso a prueba a varios.
En paralelo, Soledad también cursó el IPEP (Instituto Profesional de Enseñanza Periodística) porque lo que le interesaba era el periodismo deportivo y en la facultad no había un curso específico al respecto. Fue justamente un docente del IPEP que la recomendó para el programa radial Hombres de Fútbol (Carve), donde hizo producción y los días de partido cubría palco o vestuarios.
De allí pasó a ser productora de Fox Radio y tener la chance de salir al aire por primera vez en un Mundial, el de Rusia. Estaba cómoda, trabajaba con gente con la que se llevaba muy bien, pero quería seguir creciendo. Así que ni bien se enteró que la televisión pública llamaba a concurso para entrar a su staff, no lo dudó y se anotó.
“Me acuerdo que hablé con mi jefe en Fox y le conté que me había anotado y que si llegaba a quedar no me iba a dar para las dos cosas”, acota. Quedó y, aunque le costó, sabía bien lo que tenía que elegir. “Más allá de lo económico, era un desafío profesional porque era ‘voy a presentar deportes en la televisión pública’. Eso ya me exigía desde otro lugar”, alega.
En Canal 5 encontró la libertad para salirse de agenda y no solo hablar de Nacional, Peñarol y la selección. “Tengo la posibilidad de hacer hincapié y cubrir con profundidad otro tipo de acontecimientos deportivos”, señala. Eso es lo que ocurre con la edición especial de Concentrados, en la que dos veces por semana están contando las historias de los deportistas uruguayos que participarán de París 2024 (martes y jueves, 20:30).
Soledad también forma parte de DirecTV y de AUF TV. En esta última, primero la convocaron para cubrir determinados eventos, hasta que con el tiempo se transformó en miembro permanente. Actualmente se encarga del fútbol femenino, participa de Quinta Tribuna —programa de fútbol de Primera División de esta plataforma— y sigue a la selección uruguaya.
Es nada menos que la conductora de las previas de los encuentros amistosos o de las Eliminatorias de la celeste y una vez que el partido comienza, le toca cubrir campo de juego. Eso la ha llevado a viajar a Ecuador, Colombia y Argentina junto a Rodrigo Romano (relatos) y Federico Buysán (comentarios).
“El campo de juego es un desafío muy interesante porque estás en contacto con los protagonistas y ves todo desde otro lugar… aunque evidentemente te tenés que adaptar a las inclemencias del tiempo”, sostiene la periodista y se traslada a lo que le sucedió en Barranquilla (Colombia). “Cuando estaba por salir al aire, se largó a llover. Tenía todos los papeles, la información… eran mis primeras experiencias con la selección. Yo quería salir lo más prolijo posible y estaba con el paraguas, el micrófono…”, cuenta sobre esos primeros pasos.
Otros terrenos
No la desvela pasar a un canal privado si bien sabe que el nivel de exposición sería mayor. Sabe que si le llegara la oportunidad estaría preparada, aún si fuera para algo extra fútbol porque ya tiene la experiencia de Modo País, un magazine de Canal 5 que abarca varios temas y que condujo junto a Leonardo Lorenzo, acompañados de Diego Domínguez.
“No me cierro a que eso se pueda repetir a futuro porque me gusta la conducción, hacer entrevistas que tengan que ver con la cultura o con otros ámbitos. En Modo País aprendí muchísimo”, reconoce.
También está abierta a volver a la radio, un medio que le encanta porque se establece un vínculo particular con los oyentes. “Tenés la posibilidad de profundizar en un montón de cosas; me parece que llega de otra forma”, apunta.
¿Y por qué no trabajar fuera de fronteras? Confiesa que, por ejemplo, no se siente identificada con el perfil de los periodistas argentinos si bien destaca su muy buen nivel. “¿Pero por qué no ocupar espacios con otro perfil, con otras formas? No tenemos por qué hacer lo mismo”, imagina.
De lo que está segura es de que lo suyo no es relatar fútbol —“ni loca”, dice—, mientras que los comentarios podrían llegar con el tiempo.
“Me lo han propuesto, pero ahora no es lo que me interesa. Soy de las que piensan que menos es más, que hay que ir haciendo de acuerdo a lo que uno se vaya sintiendo cómodo. El periodista es como que tiene que hacer todo y no es así. A mí estos años de carrera me ayudaron a entender que no tengo por qué saber de todo y hacer todo”, enfatiza.
Polémicas
Soledad no está de acuerdo con que los clásicos se jueguen solo con hinchada local porque disfruta del folklore de un estadio en el que todos los colores tengan su lugar. Pero es consciente de que la violencia se ha apoderado de la sociedad y que el fútbol es un ambiente especialmente violento. “Hay periodistas que dan discursos violentos, dirigentes que tienen discursos violentos, jugadores violentos, obviamente que hinchadas violentas… va más allá de una piedra o una petaca que se pueda tirar, es un tema muy profundo y mucho más difícil de entender”, opina.
Siguiendo con los temas polémicos, considera que el VAR es una herramienta muy necesaria e importante manejada por personas que se pueden equivocar. “Evidentemente hay cuestiones que hay que mejorar y hay que aprender a convivir con el error, me parece que eso es lo que nos cuesta”, analiza al defender su postura a favor.
En lo que sí está de acuerdo en que se ha mejorado mucho es con la presencia de las mujeres en un ambiente tan machista como el del periodismo deportivo. “Creo que hay todavía una resistencia a escuchar mujeres opinando, pero me parece que lo importante, por lo menos en mi caso, es tener la oportunidad de ocupar determinados espacios. Me considero bastante privilegiada para lo que es el medio porque son muy pocos los periodistas deportivos que pueden vivir del periodismo y yo soy una de ellos. Pero que no me suceda a mí, no significa que no esté ajena al machismo en el fútbol”, aclara.
¿Mundial o Juegos Olímpicos? Cree que son dos cosas distintas, pero igual de tentadoras cualquiera de ellas. “A cualquier evento que tenga a Uruguay como protagonista me encantaría ir, sin duda”, responde sin poderse decidir, pero siempre confiada con lo que le pueda deparar el destino. “Las oportunidades llegan y llegan cuando tienen que llegar”, cierra.