NOMBRES DEL DOMINGO
El entrañable plomero es el más famoso personaje del universo gamer, con múltiples apariciones en juegos distintos. Ahora se viene un nuevo título.
Un personaje japonés de nombre latino que va por la vida descubriendo cosas, vestido con un enterito y con un gorro rojo. Así descrito, Mario no es gran cosa. Sin embargo, en 36 años de vida se ha convertido en uno de los personajes ficticios más reconocidos del mundo, querido por millones.
Nació el 9 de julio de 1981 con otro nombre —"Jumpman", o sea "Hombre saltarín"— en el videojuego Donkey Kong. En aquella época era un manojo de píxeles crudos, unos puntos que configuraban un ser con movimientos limitados: solo podía ir de un lado para el otro. Y saltar, claro. "Jumpman" tenía que escalar varios niveles para salvar a una mujer cautiva de un gorila, mientras el simio le tiraba barriles que rodaban por el piso para impedirlo. Donkey Kong fue una apuesta arriesgada de Nintendo. Hasta ese momento, era una compañía de juegos de cartas y juguetes que estaba intentando diversificarse hacia el incipiente mercado de videojuegos, que por entonces solo se podían jugar en "salas de maquinitas" como les decimos acá. En inglés, a esos lugares se les llama "Arcades".
El primer intento de Nintendo para entrar en las "arcades" en Estados Unidos había sido con Radar Scope. Fue un fracaso. Unas 2.000 carcazas con ese juego juntaban polvo en los depósitos de la empresa. La dirección le encomendó a Gunpei Yokoi —creador de pequeños aparatos portátiles con videojuegos básicos llamadas "Game & Watch"— que encontrara una solución. Yokoi le pidió a uno de sus subalternos —el diseñador gráfico Shigeru Miyamoto— que pensara en algo que pudiera reemplazar a Radar Scope. Miyamoto pensó y le presentó un juego basado en los personajes de Popeye: Brutus se transformó en el gorila Kong, Olivia en la damisela a salvar y Popeye en Mario, bautizado así por el nombre del dueño del terreno donde Nintendo tenía su cuartel general en Estados Unidos, cerca de la ciudad de Seattle.
Cambiante
La primera profesión de Mario fue la de carpintero, pero su ocupación más conocida hasta al momento es la del plomero, que inauguró en Super Mario Bros en 1985. También ha tenido muchos oficios: juez de tenis, limpiador, doctor… Más allá de eso, tiene un doble maligno, Wario, y hasta él mismo ha sido villano: en Donkey Kong Jr (1982), secuela del juego en el cual apareció por primera vez, es Mario el carcelero que apresa a Kong. Mario está constantemente cambiando.
El mes pasado, Nintendo hizo honor a ese rasgo de la personalidad de su principal personaje y actualizó la biografía oficial del bigotudo, dejando claro que sea cual sea la ocupación, todo lo que hace es cool: "Un tipo en general activo, sea en baseball, fútbol o carreras de autos, Mario hace todo de manera cool De hecho, parece que hace mucho tiempo trabajó como plomero…" dice su carta de presentación más reciente.
Son varias las razones por las cuales Mario es casi sinónimo de videojuegos. Una de ellas tiene que ver con sus movimientos. Cuando Mario entró en los hogares en la consola NES a principio de los años 80, sus movimientos incluían, además del salto y el desplazamiento horizontal, una corrida que dependía de la habilidad del jugador, que la podía calibrar: si Mario corría demasiado rápido, chocaba o se caía. Pero si iba demasiado lento, no podía acumular energía para dar el salto y llegar al lugar necesario para poder seguir avanzando.
Aprender a calibrar las corridas y saltos de Mario no solo causó muchos callos y dolores en las yemas de los dedos. También fue aprender una habilidad nueva, desconocida hasta entonces y cuya gratificación más grande llegaba al final de cada nivel, cuando Mario hacía el último salto y bajaba la bandera del tope del mástil. Ese aprendizaje sería fundamental posteriormente, cuando empezara la avalancha de videojuego, tanto de "plataforma" —así se categorizan los del tipo de Mario— como otros.
Sin embargo, lo realmente atrapante de sus aventuras es que, como dice el director técnico de la selección uruguaya de fútbol Oscar Tabárez, el camino es la recompensa. Llegar hasta el final, derrotar a Bowser (el villano principal de la saga) y liberar a la princesa, todo eso empalidece en comparación con el recorrido de Mario a través de múltiples paisajes, cada uno poblado de particularidades ingeniosas, fruto de una imaginación colorida y ligeramente excéntrica.
Varios de los seres y las estructuras que constituyen el universo del personaje parecen salidos de alguna película de Hayao Miyazaki, uno de los directores de cine con más frondosa y cautivante creatividad. Recorrer ese universo junto a Mario es como volver a visitar algunos de los lugares más recónditos y olvidados de la psiquis infantil, al tiempo que las destrezas necesarias para resolver los acertijos y los desafíos forman parte de lo implacable que por lo general es el mundo adulto.
La convivencia entre dos maneras de interpretar e interactuar con ese mundo —la infantil y la adulta— ayudan a comprender el gran éxito del juego y con él, la preponderancia de Mario como personaje mundial en la cultura pop.
El morocho ha ayudado a vender cientos de millones de consolas y juegos individuales, además de un montón de otros artículos. Es tan conocido que luego de la sorpresa inicial de ver al primer ministro japonés disfrazado de Mario al fin de los Juegos Olímpicos de Río el año pasado, asociar al personaje con el país donde fue inventado fue casi natural. Fracasó en el cine, es cierto. La película de 1993 con Bob Hoskins como Mario y John Leguizamo como Luigi no pudo llevar a la pantalla cinematográfica el deleite experimentado en la hogareña, frente a la cual uno podía pasar horas y horas tratando de superar un desafío.
Pero ese es uno de los pocos tropezones de este personaje, el guía más popular y querido del entonces naciente mundo de los videojuegos.
Su evolución a lo largo de sus 36 años de historia
1985
Luego de aparecer primero en Donkey Kong y luego en Mario Bros, el personaje llegó a la consola NES (Nintendo Entertainment System) como protagonista de Super Mario Bros. Nintendo vendió más de 100 millones de unidades de esa consola en todo el mundo.
1990
Super Mario Bros tuvo dos secuelas en la NES, pero cuando llegó la nueva consola Super NES el juego dio un salto cualitativo. En Super Mario World aparece por primera vez Yoshi, el dinosaurio amigo de Mario que este puede montar para avanzar en ciertos lugares.
1995
A la hora de presentar la nueva Nintendo 64, se incluyó en ella el juego Super Mario 64, donde por primera vez el personaje es presentado en 3D. De los mejores títulos de la serie, con un sinfín de lugares para recorrer, y con un Mario que desarrolla nuevas habilidades.
2007
Llega Super Mario Galaxy para la consola Wii. Acá, Mario recorre muchos planetas y constelaciones, en un viaje que al principio parece inabarcable. También este es uno de mejores capítulos en la historia del juego y hay que jugarlo para asombrarse ante la inventiva.
2016
Tras negarse durante años a sacar a Mario de sus propios aparatos, Nintendo finalmente accedió a que entrara en los smartphones con Super Mario Run. Fue mayoritariamente bien recibido por los fans, pero algunos criticaron tener que pagar para destrabar ciertos niveles.
2017
El próximo viernes se lanzará la última entrega de la saga: Super Mario Odyssey, para la consola Nintendo Switch, que en Uruguay cuesta 700 dólares. El juego en sí costará 60 dólares y quienes ya lo han jugado por adelantados hablan maravillas del mismo.
Ídolo también por la música
Koji Kondo fue contratado por Nintendo con un único fin: componer música y diseñar sonidos para los videojuegos. Y con su música y sus efectos de sonido para Super Mario Bros se consagró definitivamente entre los gamers. Sobre todo porque la banda sonora de Super Mario Bros probó ser tan adictiva como el juego en sí. Kondo, pianista, también compuso la música de la saga de Zelda, otro gran éxito de Nintendo.