Chris Martin (Coldpay), Luis Miguel, Anthony Kiedis (Red Hot Chili Peppers), Eric Clapton, Brian Johnson (AC/DC), Bob Dylan, Bono, Neil Young, Phil Collins, Ozzy Osbourne, James Hetfield y Lars Ulrich (Metallica)… La lista de artistas famosos que padecen tinnitus es interminable. Y los uruguayos no escapan a ella, tomando en cuenta que esta suerte de zumbido interior que se siente en el oído afecta a entre el 10% y el 17 % de la población.

Los motivos por los cuales es posible desarrollar tinnitus (o acúfenos) son muy dispares, pero se estima que el 80% de los casos se debe a la exposición a sonidos fuertes, largas jornadas laborales en ambientes ruidosos, escuchar música a través de auriculares a gran volumen o en discotecas.

Cualquier persona puede padecer tinnitus, pero en el caso de los músicos es un mal recurrente. La protección de los oídos (bajando decibeles, utilizando un monitoreo controlado por auricular e incluso tapones) es algo relativamente nuevo en el mundo del espectáculo, por lo cual muchos artistas que llevan décadas sobre los escenarios (y sobre todo en las salas de ensayo donde los espacios son reducidos) padecen este problema.

A nivel mundial el nombre de un uruguayo suena fuerte en el combate al tinnitus. Se trata de Daniel Drexler (54), quien es músico y médico (al igual que su hermano Jorge) y alma mater del Centro Tinnitus de Montevideo. También es director médico de la multinacional Levo Medical, cuyo método aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) puede reducir la intensidad del tinnitus de un paciente en un 80%. Hacia 1998, Drexler formó un equipo en Uruguay con el que desarrolló un novedoso método en base a pistas acústicas que estimulan el cerebro. Esto dio origen a un aparato médico que hoy es utilizado en varios países.

“Recibo una infinidad de mails de todo el mundo, cada tanto tengo que cambiar la casilla de correos”, comenta Drexler a Domingo, mientras muestra en su celular cómo le puede hacer seguimiento a una paciente de Perú o a uno que se encuentra en Uzbekistán. En 2017, el equipo uruguayo que él encabeza fue premiado en Estados Unidos con la Medalla de Oro en Ingeniería Biomédica.

Un sistema revolucionario

El vínculo de Daniel Drexler con la medicina y los problemas de oídos lo tiene prácticamente desde la cuna. Su padre también fue médico y se especializó en problemas auditivos. Además, él mismo perdió un oído a los 10 años por contraer paperas. Y a lo largo de su vida adulta ha tenido vínculos con decenas de músicos que padecen el tinnitus.

La terapia que desarrolló junto a su equipo tiene dos componentes. El primero es reducir la intensidad del tinnitus a través de pistas acústicas que estimulan el cerebro y generan cambios neuroplásticos que duran en el tiempo. “En segundo lugar hacemos un trabajo de entrenamiento de la atención, manejo del estrés y revisión de hábitos. Con estas dos patas que ocurren de forma simultánea y sinérgica es que se logra la compensación de los pacientes”, explica.

“Recién en la década de 1990 se empezó a entender que este era un problema del sistema nervioso central y no del oído. El problema se inicia en el oído, pero genera a partir del sistema nervioso central un desequilibrio. En ese momento empezamos a entender estrategias que cada vez son más eficientes. En los últimos 20 años hemos avanzado un montón y hoy hay muchas herramientas terapéuticas para encaminar un paciente con tinnitus”, comenta Drexler.

Su equipo desarrolló una terapia que sintetiza un tipo de sonido que reproduce las características de frecuencia e intensidad del tinnitus del paciente, con el que se hace una estimulación durante las horas de sueño.

De todos modos, Drexler aclara que ningún médico tiene la varita mágica. “Estamos empezando a considerar que la cura del tinnitus es un paciente compensado. Cuando estás descompensado, te afecta todos los aspectos de tu vida, el trabajo, tus relaciones. No podés enfocar nada de eso. Si a través de un mecanismo terapéutico lográs que el paciente se compense, desde nuestro punto de vista lo consideramos una cura”, explica. Y agrega: “Si estás en un lugar muy silencioso en tu casa, el ruido ambiente anda en el entorno de los 35 decibeles. Si tu tinnitus está en 37, va a estar muy cerca de ese nivel. Y entonces te va a ser mucho más fácil quitar tu foco de ahí. Si el tinnitus es de 70 decibeles y estás en un lugar donde el ruido ambiente anda en 35, es muy difícil que logres quitar el foco de atención de ahí”.

Un cambio cultural

Si bien en la actualidad ha avanzado la concientización sobre la salud auditiva, hace algunos años la protección de los oídos no era prioritaria para los artistas. Estos pueden estar en contacto con niveles de sonido en torno a los 120 decibeles de manera continuada a lo largo de su vida, cuando la recomendación es no superar los 80.

Por secreto médico, Drexler se reserva los nombres de los músicos uruguayos que padecen tinnitus, aunque asegura que son “muchísimos”. En las pruebas de sonido que realizó para desarrollar su método participaron “no menos de 200 personas”.

Según el experto, no hay un solo fármaco que haya demostrado tener una respuesta significativa frente al tinnitus. Y se han probado miles.

“Imagínate la presión que existe sobre la industria farmacéutica para encontrar una solución para una patología que la sufren más de mil millones de personas en el mundo”, grafica.

Drexler recomienda a los músicos usar el retorno con auriculares (sistema In Ear), eliminar los monitores de piso y bajarse al celular una aplicación para medir los decibeles (“con 80 decibles hay que empezar a abrir los ojos y por encima de los 110 el daño ya es instantáneo”, advierte). También la utilización de tapones a medida, los cuales en algunos casos pueden causar dificultades para que los cantantes o violinistas afinen. También es consciente de que pedirle a una banda que baje el volumen es “un cambio cultural y estético”, lo cual no se logra de un día para el otro.

El precio de pasar décadas en los escenarios y no cuidarse

El frontman de Metallica James Hetfield sufre tinnitus en ambos oídos como resultado de estar al frente de la banda de heavy metal más famosa del planeta. Su baterista Lars Ulrich no está mejor que él, según lo que declaró hace algún tiempo en una entrevista: “Llevo 35 años tocando música a volumen alto y nunca solía usar protección. Ahora oigo ese constante ‘ring’ en mi cabeza, nunca se va, nunca se detiene”.

No hace mucho que el vocalista de Coldplay, que el año pasado logró llenar diez estadios de River en Argentina, reveló sus problemas con el tinnitus. “Tengo un extraño zumbido en mis oídos por tocar la guitarra desde hace veinte años. Pero lo he pasado tan bien que si tuviera que morir de una enfermedad cerebral, sabría que ha merecido la pena”, explicó Chris Martin.

Y Eric Clapton (foto) es otro que carga con el zumbido dentro de su cabeza después de seis décadas en la carretera. Además, Slowhand padece de una enfermedad del sistema nervioso que le dificulta tocar la guitarra, aunque lo siga haciendo y muy bien, como pudo vérselo la semana pasada en el festival Crossroads que tuvo lugar en el Crypto.com Arena de Los Ángeles.