Nació en cuna de oro y fue hija de uno de los más célebres productores de Hollywood. Pero Tori Spelling también se ganó su propia fama al integrar la aclamada serie televisiva Beverly Hills 90210. Tres décadas después, todo parece indicar que casi nada le ha quedado de aquella fortuna familiar que hizo del apellido Spelling uno de los más poderosos de la industria cinematográfica.

En los últimos días ha trascendido la noticia de que la estrella juvenil de los 90, hoy de 50 años, no está viviendo su mejor momento. Y que ha pasado de crecer en una mansión de 123 habitaciones a vivir en una casa rodante junto a sus cinco hijos, producto de una serie de problemas económicos y eventos desafortunados. Además, se separó este año del actor canadiense Dean McDermott, con quien convivió durante 18 años.

A principios de año, la actriz vio como sus hijos, que tienen entre 6 y 16 años, comenzaban a caer enfermos de forma recurrente. Aunque al principio pensó que se trataba de los típicos virus de temporada, que se propagan fácilmente en las escuelas, la incidencia fue tal que buscaron respuestas en otro lado. Y se desayunaron que el origen de los males era la concentración de moho en la casa.

Según explicó El Diario de Nueva York, Spelling finalmente pudo detectar el problema gracias a una empresa llamada Pacific Scope Inspections, que determinó que en su hogar estaban expuestos constantemente a los hongos. Allí la cosa tomó sentido: la infección de moho puede ocasionar congestión nasal, dolor de garganta, tos, ardor en los ojos y sarpullidos. “Esta casa nos ha estado matando lentamente durante tres años”, afirmó en una publicación en sus redes, en la que además pedía colaboración para hallar un abogado que le ayudara a lidiar con el problema.

Fue entonces que la familia tomó la decisión de abandonar la propiedad, mientras los expertos intentaban solucionar el problema. La actriz declaró entonces que estaba buscando alquilar a través de Airbnb o algún hotel para hospedarse. De hecho, llegó a pernoctar en un motel de mala muerte, de esos que se ven en las películas y que son utilizados por los conductores para hacer un alto en el camino.

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Del motel a la calle

Luego de dormir en ese hotel de US$ 100 la noche (un precio bajo para Los Angeles), Spelling se trasladó con los niños a un motorhome. Así lo reveló el diario británico Daily Mail, que publicó una serie de fotografías en las que se ve a la familia -ya sin McDermontt- haciendo vida bajo el toldo de la casa rodante, con la ropa colgada afuera en perchas y junto a un acantilado en el Pacífico.

El tabloide británico pudo hablar con el entorno de Spelling, que se mostró muy inquieto frente a su deriva vital. “No contesta al teléfono ni devuelve las llamadas. Ha desaparecido por completo. Tiene a sus amigos más cercanos muy preocupados”, dijo una fuente anónima al Daily Mail.

La separación de la pareja había sido anunciada en sendos comunicados de Instagram, que después borraron. “Es con gran tristeza y con mucho pesar en nuestros corazones que, tras 18 años juntos y cinco niños fantásticos, Tori Spelling y yo hemos decidido emprender caminos separados y empezar un nuevo camino por nuestra cuenta”, escribió el actor, que tiene un hijo de 24 años de un anterior matrimonio.

Al parecer, la situación con el motorhome es más que una decisión temporal. Según el medio ET, que también citó fuentes cercanas a la actriz, Spelling está teniendo verdaderas dificultades financieras y “haciendo lo mejor que puede para que todo funcione y para cuidar de los niños”. Una situación difícil para cualquiera, más aún para una persona que ha llegado a declarar que creció “siendo rica más allá de la imaginación de cualquiera”.

El padre de Tori fue productor de series famosísimas como Starsky y Hutch, Los Ángeles de Charlie, La isla de la fantasía, Dinastía y El crucero del amor. Aaron Spelling la hizo ingresar a los 17 años en aquella producción adolescente, en la que encarnó el papel de Donna Martin.

Con la ayuda de daddy

Tori Spelling es un claro ejemplo de nepo baby, término utilizado para definir a hijos de famosos en la industria de Hollywood que se han beneficiado por las conexiones de sus padres.

El patrimonio de Aaron Spelling en la década de los 90 era tal que llegó a construir una de las casas más grandes de California y de todo Estados Unidos, Candyland, nombrada así honor a su amada esposa Candy Spelling. Era una mansión de 5.250 metros cuadrados levantada sobre un terreno de más de 19.000, más grande que la Casa Blanca, con 123 habitaciones, entre ellas 14 dormitorios (el principal de 700 metros cuadrados) y 27 baños. La propiedad incluía varias amenities, entre ellas sala de cine, teatro, cancha de tenis, gimnasio, solárium y garaje para 100 vehículos.

Tori Spelling ha contado que vivió allí a partir de los 17 años de forma continuada durante dos años, y que nunca llegó a ver todas las habitaciones. “Había un ala en la que vivía todo el personal de mi madre, unas 20 personas”, dijo. En otra entrevista contó que la mansión estaba muy bien decorada. “Mi madre tiene un gusto impecable, pero las habitaciones eran muy grandes y siempre hacía frío. Porque en cuanto a tamaño, honestamente, eran demasiado grandes”.

Pero como dice Rosalía, la fama es “mala amante” y “traicionera”. Un día te abraza y al siguiente te repele. Cuando murió Aaron Spelling en 2006, a los 83 años, Tori y su hermano solo recibieron US$ 800.000 de la herencia de US$ 600 millones que fueron a parar a manos de su madre.

Al parecer, la relación de la actriz con su progenitor cambió para mal después de que dejó a su primer marido, el escritor y actor Charlie Shanian, con quien estuvo casada entre 2004 y 2006.

En julio de 2005, Tori Spelling y McDermott se vieron por primera vez durante un rodaje en Ottawa. La hija del famoso productor de Hollywood convivía con Shanian entonces. Y según las malas lenguas, comenzó a engañar a su marido la misma noche que conoció a McDermott (quien también estaba casado).