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Desde los profundos fiordos rodeados de montañas espectaculares, pasando por los inmensos glaciares que exhalan un aire de misterio, atravesando algunas de las cascadas más impresionantes del mundo y una arquitectura pintoresca, Noruega es uno de los destinos favoritos para los turistas.

Este país, que es consistentemente clasificado como una de las naciones con la mejor calidad de vida del mundo y que cuenta con una de las economías más sólidas, también le brinda, a quien decide atreverse, una fuerte presencia de lo sobrenatural.

La experiencia va más allá de las espectrales y multicolores vistas que ofrecen fenómenos naturales como la aurora boreal y un sol visible las 24 horas del día, y de los míticos trolls que, según las leyendas nórdicas, son parte de la naturaleza y acechan en formaciones rocosas, caminos sinuosos, cuevas o acantilados.

El país europeo, situado en el norte y con miles de años de historia, cuenta con una inquietante geografía de lugares donde la actividad de los fantasmas, las historias escalofriantes y los fenómenos inexplicables sitúan al visitante en las fronteras de lo desconocido y le provocan una mezcla de fascinación y escalofríos.

En este magnífico hotel tuvo lugar, a finales del siglo XIX, una trágica historia de amor entre una sirvienta, llamada Linda, y un duque alemán, atrapado en un infeliz matrimonio concertado. Cuando se le negó el divorcio, el duque se suicidó, y poco tiempo después, su desconsolada amante se quitó la vida también. La mujer desapareció en un lago, luciendo un vestido de novia y una corona de flores. Desde entonces se ha escuchado llorar al fantasma de Linda en ‘La habitación Azul’ del hotel, donde ambos compartían su amor.

La iglesia más importante de Noruega alberga el fantasma del ‘Monje’. El espíritu fue visto por primera vez en 1924 por el obispo Marie Gleditsch, quien afirmó que la aparición tenía un corte sangriento a lo largo de la garganta. Desde entonces se ha informado con frecuencia de cánticos inexplicables y de música de órgano, escuchados a altas horas de la noche en el lugar.

Deambulando entre las ruinas de la iglesia de Nes en Vormsund, se ha visto al inquieto fantasma del sacerdote Jacob Christian Finckenhagen, que sirvió en la iglesia entre 1800 y 1837. Versiones afirman que el hombre se colgó allí de una viga. Algunos visitantes aseguran que los movimientos del fantasma se acompañan de sonidos y luces inusuales como si estuvieran sumergidos en el agua.

El pueblo y la antigua fábrica de hierro de Bærums Verk son algunos de los lugares más embrujados de Noruega. En el restaurante Værtshuset, que funciona desde 1640, ha habido informes de actividad paranormal, centrada en el fantasma de Anna Krefting, su propietaria en el siglo XVIII. Ha sido vista en el segundo piso del restaurante, eternamente vestida de verde. A unas cuantas calles de distancia, en el edificio administrativo del distrito comercial Bærum Verks, un teléfono suena todas las noches a la misma hora, escuchándose un extraño silbido estático al otro lado la línea.

El hotel Dalen es uno de los alojamientos más famosos debido a su habitación 17. Miss Greenfield de Inglaterra pasó varios meses como huésped del hotel a finales del siglo XIX y tras su partida se encontró a un bebé muerto en su habitación. Fue arrestada y acusada de asesinato, pero se suicidó antes del juicio. En el restaurante del hotel siempre se mantiene una mesa preparada para ella.

Esta pequeña isla, que se usaba como sitio de ejecución durante la era Vikinga, fue utilizada como abadía, fuerte y prisión. En el territorio se ha oído y avistado a un misterioso fantasma. Muchos creen que es el famoso prisionero dinamarqués Peder Schumacher Griffenfeld, que estuvo encarcelado durante 18 años en el siglo XVII.