Hilo partido se llama la obra de Alejandra González Soca presente en la Bienal de Montevideo (Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo, hasta el 30 de noviembre).
Toma su nombre de una frase de un poema de Susana Soca y se podría definir como una escultura hecha de trajes de novias y de quinceañeras que la autora recolectó y catalogó durante seis meses, ni bien el curador de la Bienal, Rulfo Álvarez, la convocó.
“Fue un proceso de sacar los vestidos de esas cajas, de esos baúles, también de esas memorias, de esas historias... revivir ese textil que tiene una carga simbólica y forma parte de rituales de tránsito”, señaló González Soca en diálogo con Domingo.
Destacó que “esta pieza, sin las personas que colaboraron no existiría, por más que estuviera mi voluntad”.
En tal sentido, remarcó que se trata de “vestidos vividos”, o sea que son vestidos de gente que los usó y que, por ende, tienen una historia detrás. “Si uno se acerca ve las manchas de herrumbre, siente el olor al guardado, ve que las telas se van resecando”, comentó la artista.
Le está pasando que la gente le pregunta por esas historias. “Pero eso ya sería otro proyecto, tal vez debería ser un derivado, un libro de artista”, expresó. Además aclaró que se trata de una obra hecha especialmente para un evento; si se volviera a montar, sería otra, con otros vestidos.
Precisamente, no es la primera vez que la hace. El primer Hilo partido lo realizó en 2014, en la capilla de Soca (Canelones), a unos 60 kilómetros de Montevideo. Algunos de esos vestidos repitieron en 2023, pero aparecieron muchos nuevos.
Si tuviera que describir su obra, González Soca lo hace como “una forma que juega con el espacio de manera un poco desafiante. Es un cuerpo blando, sutil, flojo... que dialoga con líneas rígidas construidas desde un lugar muy masculino, ya que al Palacio Legislativo durante mucho tiempo las mujeres no tuvieron acceso”. Respecto a este último concepto, dijo que le impresionó cómo la pieza fue recibida por personas de todos los géneros, no solo el femenino.
González Soca, que es una artista multidisciplinaria, docente y psicóloga, inauguró el pasado martes otra pieza en la muestra Signos na paisagem, dentro de Bienalsur, en el Centro Cultural Banco do Brasil de San Pablo. Dicha muestra se mudará a Rio de Janeiro en marzo.
Arte con el aporte de novias y quinceañeras
Hilo partido está formado por 62 vestidos de novia y de 15 años (en las fotos se ven las telas de varios).
Entre ellos está el vestido de novia de la propia autora, que tuvo cuatro usos: el de ella, una amiga, una alumna y su hermana.
“Hay vestidos que fueron del casamiento de la madre que se transformaron en el de 15 de la hija. Hay muchos vestidos reformulados. Hay quienes no tienen, pero guardaron el de su tía por razones afectivas... Ahí te das cuenta de que el vestido no es solo un vestido, sino que tiene una conexión de todo tipo: afectiva, simbólica, dentro de las redes familiares”, destacó González Soca.