Una salida diferente que propone ser artista por un día entre picadas, vino, música y karaoke

Empieza como una clase normal de pintura, con lienzos y materiales a disposición de los alumnos. Pero en cada mesa hay además una tabla con una generosa picada y tentadores vinos. Además, un DJ pone música y hacia el final todo termina con un divertido karaoke. De eso se trata Tu Arte & Vino, una propuesta que invita a ser “artista por un día”, pero con una experiencia que va más allá de eso.

Erika Meluso (45 años) está al frente de la iniciativa junto a su socia Marcia Bottino, que fue quien le acercó la idea. Desde la salida de la pandemia Erika decidió darle un giro tajante a su vida. Poco antes de la llegada del covid al Uruguay se había quedado sin su trabajo para una empresa constructora argentina que hacía hoteles y eso la tenía bastante bajoneada.

“¿Cuando pase la pandemia qué hago?”, era la pregunta que rondaba en su cabeza. Tenía algunos años de estudio en Arquitectura y otros en Bellas Artes. Nunca se había imaginado pintando, pero cursó un taller y cuando vio que podía hacerlo, le encantó. “Fue un redescubrimiento”, confiesa a Domingo.

Comenzó dando clases en su casa con poca gente, buscando mucho el lado emocional del tema. “Hay mucha gente sola en la vuelta, que necesita un espacio para compartir, para estar, para desahogarse. Y el arte da para todo”, apunta.

Al principio, como todo, costó. Pero los interesados fueron creciendo y eso la animó a ir por más, alquilarse un local en el barrio Palermo y abrir su propio taller. Ya con su espacio instalado, lo que llegaron fueron nuevas ideas para sacarle el mayor jugo, entre ellas las jornadas de arte y vino.

El primer encuentro se produjo en junio del año pasado y el resultado dio para seguir organizando más. Primero fueron más separados en el tiempo; hoy son dos por mes y no son más porque la logística demanda su tiempo.

La cita es en Gonzalo Ramírez 1615 y en general se produce los sábados. En invierno, las tres horas que dura la actividad van de 20 horas a 23 horas. Como el cupo es limitado para 40 personas, es necesario anotarse previamente. Los que no llegan a tiempo quedan en lista de espera y hoy son varios en esa situación.

Se paga $ 1.690 y eso incluye todo: materiales —bastidor de 30 por 40 centímetros y pintura en acrílico porque seca rápido— y la picada con vino.

“Hemos llegado a hacer empanadas, pero es más atractiva la picada por la cantidad de cosas que podemos ir incorporando, como frutos secos, uvas, arándanos, quesos, fiambres, esconcitos, humus, salsitas… todo hecho muy a pulmón, pero resulta bárbaro”, cuenta Erika.

Los participantes llegan, se instalan en sus mesas y escuchan a las anfitrionas decir lo siguiente con mucho humor: “La idea es disfrutarlo, pasarla bien, que salga lo que salga, no se frustren. Si no pueden arrancar tomen un poquito más de vino y de a poco va saliendo todo (Marcia). Con el vino todo fluye mejor (Erika)”.

Como no hace falta saber de pintura para participar, Erika y Marcia dan algunas pautas previas, algún dibujo para hacer y luego los van ayudando. “También queremos que les dé curiosidad para seguir explorando un poquito, algo que generalmente pasa y te asombra”, señala Erika.

A veces están tan enfrascados en su obra que se olvidan que hay para comer. “Tenemos que hacer un break para que coman”, acota la organizadora entre risas.

De fondo suena la música que pincha DJ Nico, que la elige de acuerdo al público que tiene y se convierte así en más anfitrión que Erika y Marcia. También han contado con música en vivo, como la vez que el dúo Copla Alta, amigos de Marcia, fueron a presentar la nueva tapa de su disco pintada por la tallerista y terminaron dando un mini concierto.

Al final se hace un desfile con todos los participantes mostrando su cuadro. Algunos se resisten, pero en general terminan accediendo felices de la vida. El cierre es con un karaoke que, según Erika, “es lo que la gente quiere”. También hacen un mini show de talentos si hay quienes saben tocar la guitarra o cantar.

“Se liberan y se van refelices. Se van con el corazón súper grande y muchos vuelven”, asegura sobre un público que abarca a gente de todas las edades, desde jubilados que van con sus hijos, pasando por muchos jóvenes y varios grupos de amigos que lo toman como una salida distinta.

Los próximos encuentros previstos son: el 24 de agosto (como es la Noche de la Nostalgia hay pensada una Fiesta Retro Flúo en la que pintarán con luz negra; ese día el costo es de $ 1.890 porque incluye extras), y los 9, 16 y 23 de septiembre.

Tienen hasta club de fans. Sandra, una de sus integrantes y concurrente desde que empezaron, asegura que: “Esas horas que estás acá las pasás rebien y te desconectás del mundo”. A lo que Carolina agrega: “Te relajás, aprendés cosas nuevas y hasta te sorprendés de las cosas que sos capaz de hacer”.

Otras propuestas

Salidas al interior, cumpleaños y más

Las actividades del taller también se han transformado en salidas al interior, como la vez que fueron al establecimiento de olivares que el hijo de un alumno tiene en Minas o cuando visitaron el restaurante que unas amigas de Erika y Marcia tienen en Paysandú.

“Los alumnos quieren pasear, entonces de vez en cuando planeamos saliditas y nos encanta”, dice Erika.

Las socias también arman eventos empresariales con una mecánica muy similar a Tu Arte & Vino. “Nos llaman las empresas y hacemos eventos para unas 40 personas. Por ejemplo, hicimos uno para 60 personas, que eran sobre todo ingenieros, en el MAPI junto a Guillermo Lockhart”, cuenta la tallerista.

También las contactan para cumpleaños. “El tema siempre es la pintura. Hacemos una mini clase de arte y ellos disfrutan la fiesta. Ofrecemos la experiencia de ser artista por un día o ser el artista de tu vida”, agrega.

El Instagram es: @tuarteyvino.uy