La delegación viajó a San Juan en ómnibus para defender a la Celeste en ocho disciplinas distintas en el Sudamericano de Deportes Sobre Ruedas 2022.
El patinaje está de moda y eso no es noticia. Las calles uruguayas se ven inundadas de hombres y mujeres de distintas edades que salen a rollear en grupo o por su cuenta. La movida recreativa es un hecho pero el profesionalismo es otro cantar. Estamos a años luz de países como Colombia, donde niños y niñas aprenden a patinar en la escuela, y las competencias internacionales son moneda corriente. Pasar de nivel no es simple para las disciplinas sobre ruedas en Uruguay e implica superar múltiples obstáculos. Aquí no existe un patinódromo donde entrenar, la indumentaria de competición cuesta cara y debe comprarse por Internet; tampoco hay apoyo estatal y es casi imposible conseguir sponsors.
Querer es poder y la presencia de 245 atletas uruguayos en el Sudamericano de Deportes sobre Ruedas 2022 lo demuestra con creces. Aun con todas esas piedras en el camino, la delegación hizo 1.900 kilómetros en ómnibus para llegar a San Juan y tratar de dejar en alto la garra charrúa en ocho disciplinas: patinaje artístico, patinaje de velocidad, roller freestyle, skate, inline freestyle, hockey sobre patines, hockey en línea y downhill.
“Volver a estar en un sudamericano después de 10 años para nosotros ya es ganar. Nuestra idea es que estos deportistas sean los pioneros para que nuevas generaciones veanlo que es posible hacer en Uruguay a pesar de todas las dificultades”, dice emocionada Ana Ruiz, técnica de patinaje de velocidad.
En noviembre del 2021 sucedió otro mojón histórico para la disciplina: Ariadna Modernell representó a Uruguay en el Mundial de Ibagué después de 30 años sin decir presente en este campeonato.
En familia
Paulo Guimarans y Leonardo Ochoa son dos de los cinco miembros del staff de velocidad y participarán de una maratón de 42K el domingo 12 de junio en San Juan. En Montevideo no existen circuitos de ese tamaño así que para “hacer un entrenamiento digno”, Ana cuenta que se levantaban a las cinco de la mañana con el fin de evitar el tránsito de la rambla. Entrenar se transformó en un hábito para Leonardo Ochoa y ya no le pesa. Quizás porque lo hace acompañado de Camila, su hija de 9 años, que también compite en el torneo en la categoría sexta dama (de 9 a 10 años). A Leo le llegó un flyer del Sudamericano, se puso en contacto con la Federación Uruguaya de Patín y Hockey, y llevó a Camila, que entrena velocidad y slalom desde los 5, para que le tomaran los tiempos. Hoy es la única niña del equipo.
“Yo empecé a sumarme a esas instancias, me di cuenta de que estaba bien y no podía dejar pasar la oportunidad. Viajo con ella así que bienvenido sea”, relata entusiasmado a Revista Domingo este diseñador gráfico que logró acomodar su agenda para tomarse 15 días y disfrutar con su hija. Financió el viaje 100% él y lo vive como unas lindas vacaciones.
Su caso es una fotocopia de la realidad de la delegación: todos sacaron de su bolsillo para pagar pasaje, estadía, indumentaria y, en este caso, los patines de bota corta (imprescindibles para competir en velocidad). Ana estima que, como mínimo, el equipamiento completo para un patinador ronda los mil dólares. La inversión en pasajes y estadía es de 25.000 pesos por cabeza. “Hicimos un convenio con una agencia de viaje que nos lleva y nos permitió vender rifas mes a mes y así financiar”, informa la técnica.
Camila está súper entusiasmada con la experiencia. En la escuela organizaron una despedida y le prometieron que la seguirían por la web del Sudamericano. Su papá cuenta orgulloso que ni el covid frenó sus entrenamientos: “Siguió firme, no bajó los brazos”, dice Leo. Y aunque reconoce la desventaja con atletas de otro países por no tener sitios adecuados donde entrenar, asegura que darán lo mejor.
Otro chip
Jean De Felippo (39) entró al mundillo del hockey en línea en el 2000 y se perdió la época dorada por un pelín: en 1999 había sido la última vez que esta disciplina (que se caracteriza por el uso patines en línea de cuatro ruedas consecutivas) había participado de una competencia internacional en los extintos Juegos de la Buena Voluntad. Luego hubo un intento frustrado de desarrollar una liga local que duró un año y se hicieron un par de amistosos en Argentina. Hasta que seis años atrás, Jean y otros cinco defensores a ultranza de este deporte se pusieron las pilas, armaron la Liga Charrúa de hockey en línea y hasta consiguieron un par de sponsors que les dan premios para regalar al finalizar los torneos.
La posibilidad de presentar una selección femenina y otra masculina en el Sudamericano fue súper bienvenida. Lo ven como el primer paso para que Uruguay pueda llevar el hockey en línea a un mundial y aspiran a meterse en los World Roller Game, una especie de olimpíada sobre ruedas, que tendrá lugar a fin de año.
El trampolín implicó un cambio de cabeza y hasta mutaron la terminología: “Ya no jugamos al hockey, practicamos hockey”, dice Jean. La meta era lograr pensar con el chip de deportistas. El siguiente paso fue traer a Pablo Genera como DT, que integra el cuerpo técnico de la selección argentina y tiene experiencia mundialista. La decisión implicó un esfuerzo económico de los jugadores pero valió la pena: los cambios se notaron en la primera práctica. “El tipo nos dijo ‘esto se parece al hockey pero no es’. Y nos planteó un esquema que es el que desarrolla la selección argentina desde hace 10 años. Para su sorpresa, lo adquirimos rápido. Hoy se ve un juego más vistoso y más rápido”, cuenta Jean orgulloso de que todas las horas de trabajo y dedicación hayan dado sus frutos y hoy pueda ponerse la camiseta de capitán para representar a Uruguay en el deporte que palpita 24/7.
Los planes no terminan ahí. Al volver de San Juan lanzarán la primera academia de hockey en línea para formar jugadores, entrenadores y referís. “Nos queremos centrar en los niños, que todavía no hay en el deporte. Si no cambia la movida, en un par de años nos quedamos sin deportistas por un tema de edad”, cierra.
El camino para formar a la selección
La más chica del plantel de velocidad debutó el viernes 3 de junio y el resto competirá del 8 al 11 de junio. El origen de este sueño se remonta a un año atrás. El proceso del preselectivo se inició con un primer llamado por parte del Comité de Carrera y la Federación Uruguaya de Patín y Hockey donde se presentaron seis juveniles, de los cuales ninguno terminó conformando la delegación oficial. Y una segunda convocatoria que incluyó infantiles y mayores. Así se fue armando el cuadro. Muchos de los que quedaron por el camino fallaron a nivel de compromiso y disciplina de entrenamiento, otros no consiguieron el patín corto que se exige para el Sudamericano, o no tuvieron el tiempo suficiente para adaptarse a la bota y lograr un rendimiento acorde a una competencia internacional.
Ana Ruiz apunta que no es lo mismo salir a rollear que entrenar federado, ya que supone una mayor sistematización. La técnica detalla que el entrenamiento ese semestre implicó un encuentro semanal de tres horas con preparación física en seco (sin patines), preparación con técnica específica en velocidad, y resistencia.