¿Qué es un cumpleaños sin piñata? La tradición de golpear y romper una figura de papel para obtener los caramelos que se esconden en su interior se ha mantenido durante siglos. Y a los ingenieros Daniel Cancela y Humberto Rodríguez se les ocurrió que era hora de hacer algo distinto. ¿Por qué no una piñata electrónica?
Todo empezó en el cumpleaños de uno de los sobrinos de Cancela. Cumplía 5 años y la temática elegida era Minecraft. Armó un cubo con unos piolines para abrir una compuerta pero no quedó satisfecho, entonces le sumó un motor, luces y sonidos y luego una placa base para detectar los golpes. “Mi hermana me dijo que iban a ser más o menos unos 25 niños, así que le puse un contador para que se abriera a los 30 golpes”, cuenta a Domingo. También le colocó una cámara para filmar el juego. Resumen: la piñata fue la reina de la fiesta.
Cancela llamó a su amigo, le propuso la idea de convertirla en un producto y este solo pudo decir que sí. “Fue otra locura de Daniel. Ya hicimos locuras años anteriores”, apunta sobre los prototipos que diseñaron para las competencias de Sumo Robótico en Facultad de Ingeniería de la Udelar, entre ellos, el célebre Fusca robotizado de 2016.
Los amigos y colegas lograron que el proyecto fuera aceptado por Incubaelectro (Programa de Incubación de Empresas Electrónicas Innovadoras impulsado por MIEM, LATU y Antel) y acaba de obtener fondos del programa VIN de ANII y ANDE con el apoyo de Fundación Ricaldoni para su validación comercial. La aspiración es que EPIS, la piñata electrónica, se convierta en un elemento indispensable de todo tipo de celebraciones (y, por qué no, conquistar un día el mercado mexicano).
El prototipo de Minecraft ya fue transformado con MDF y acrílico, con componentes fabricados en impresoras 3D, con un tamaño de 35x45 centímetros. Les incorporaron acelerómetros para que cada sacudida detecte y contabilice los golpes para su apertura y le sumaron conexión wifi y Bluetooth. Además diseñaron su propia placa y desarrollaron una aplicación para elegir la música y personalizar algunos sonidos. “Saluda al niño al iniciar el juego y relata cómo es la dinámica. El último cumpleaños que tuvimos era de Messi y se le agregaron sus frases como el ‘andá pa’ allá, bobo’”, relata Cancela a Domingo.
Los creadores de EPIS no pierden de vista que el momento de la piñata puede volverse tenso en un minuto. Los niños más pequeños o tímidos no se animan a participar por miedo o se quedan sin caramelos porque los más grandes o los más avasalladores se quedan con la mayor cantidad de caramelos. Para evitar este mal rato, Daniel Cancela y Humberto Rodríguez tienen varias ideas. Una de ellas es transformar el juego en sí mismo de la rotura de la piñata en un “satélite”. A través de la aplicación se participa de una trivia (en desarrollo) cuyo premio será la apertura y la consiguiente caída de los caramelos. Otra idea es que los caramelos caigan desfasados para que todos tengan la oportunidad de conseguirlos. “También estamos viendo un alternativa a los golpes para que sean más suaves”, agrega Cancela.
Solo en Montevideo, existen más de 100 salones que brindan servicios de fiestas infantiles para niños de entre 4 y 10 años.
Los emprendedores estiman que se celebran más de 25.000 cumpleaños por año solo en estos espacios. Por lo tanto, consideran que EPIS puede convertirse en un indispensable de los festejos.
Hace tiempo que Cancela y Rodríguez trabajan juntos. Imparten talleres en el marco del Proyecto Butiá, una plataforma de software y hardware que promueve la enseñanza en robótica. En 2016 se lucieron con un Fusca robotizado, al que le intervinieron el encendido del motor. Un sensor de láser emitía un rayo que pasaba por la palanca de cambios: si se obstruía, el auto estaba en punto muerto y arrancaba. También le colocaron sensores que detectaban la presión del aceite, luces automáticas y un sistema de marcha atrás con sensores de movimiento.