Automotores
En forma silenciosa los rodados eléctricos se han ido incorporando al paisaje urbano: tanto en la flota de taxis y ómnibus, como a nivel de usuarios individuales.
Es fenómeno, trabajo muy cómodo. Marcha como una seda”. El taxista maneja el BYD eléctrico entre el intenso tráfico del mediodía en el Centro. La marcha no se siente, ni dentro ni fuera del espacioso coche taxímetro que en la puerta y el capó luce la palabra “eléctrico” en grandes caracteres. “Se carga todas las noches, un par de horas y con eso rinde toda la jornada”, explica el conductor con cierto orgullo. ¿El precio del consumo? Es ínfimo, sobre todo comparado con el del combustible convencional.
Al principio eran unas pocas unidades, pero ahora circulan muchas en la flota de taxis capitalina. Otro tanto ocurre con los ómnibus eléctricos, sobre todo con la empresa Cutcsa que ha incorporado varias unidades. Los vehículos eléctricos se van sumando silenciosamente al tránsito cotidiano y lo de “silencioso” no es una mera metáfora.
Para el taxista consultado por este periodista durante un viaje corto casi todo son beneficios. Lo único negativo es el precio de la unidad. “Todavía son muy caros”, apunta, “pero valen la pena, en todo lo demás se ahorra”.
El coche es de la marca BYD. Lentamente los vehículos eléctricos van llegando a los conductores que deciden cambiar su vehículo convencional de combustión por uno de estos. Algunos de los pequeños utilitarios que importa la empresa Mobility Uruguay comienzan a tener adeptos.
“Somos el mayor importador y vendedor de vehículos eléctricos en plaza”, asegura Guillermo Novelli, director de la firma mencionada. Sus productos estrella son el CityBeat, el auto para cuatro personas con reminiscencias del antiguo “600” de la Fiat, y el CityQuad, popularmente conocido como el “huevito”.
Los números de esta empresa parecen interesantes para apreciar la penetración en el mercado que están teniendo los vehículos eléctricos entre el público general en los últimos dos años. Las pequeñas unidades de Mobility parecen dirigidas al uso doméstico. La firma se incorporará de algún modo al mercado laboral el año próximo con la incorporación de camiones y camionetas SUV para uso familiar y, eventualmente, también para coches taxímetro.
“Nosotros crecimos un 50% del año pasado a este, para el que viene tenemos una previsión de crecimiento de un 30%, de hecho, en el mercado nosotros estamos completando ya los dos años y el crecimiento realmente ha sido exponencial”, asegura Novelli.
En el mismo sentido, a principios de este año, los responsables de la firma Sadar que importan los BYD señalaban también un crecimiento importante en las ventas. Lo cierto es que los vehículos eléctricos, sobre todo autos pequeños y medianos, van conquistando terreno de manera sostenida. Y las ventajas parecen importantes.
SILENCIOSOS. Todos los sonidos provienen de la parte netamente mecánica; el motor ha dejado de existir para ser sustituido por una bobina. Pero las ventajas son otras.
Las más evidentes son de orden ambiental y tienen que ver con la eliminación de la combustión. La emisión cero de gases contaminantes de efecto invernadero sea, tal vez, una de las ventajas más importantes de estos vehículos.
Pero, desde el punto de vista del usuario, las razones de orden económico son tanto o más relevantes. Se estima que el costo de la energía eléctrica consumida es de $ 0,50 por kilómetro, cuando el de combustión es de $ 5 el kilómetro. Pero las ventajas no terminan allí; también están los beneficios fiscales. Un auto eléctrico paga entre 75% y 95% menos de Imesi y está exonerado de la tasa arancelaria. A nivel empresarial, por la ley de promoción de inversiones, reciben un retorno de entre un 30% y un 40% en exoneración de IRAE y pueden aplicar a los beneficios económicos derivados de los certificados de eficiencia energética del Ministerio de Industria y Energía. Pero en este capítulo podría haber más novedades ya que las autoridades departamentales mostraron interés en ofrecer más beneficios, por ejemplo, en patente.
En tal sentido, durante un reciente seminario sobre Ciudades Sustentables, en el capítulo dedicado a movilidad eléctrica, la intendenta electa Carolina Cosse, invitada al evento, se mostró dispuesta a buscar una rebaja en el tributo automotor. “Desde Montevideo vamos a hacer un esfuerzo en ese sentido”, aseguró Cosse.
La amplia autonomía que ofrecen las unidades más modernas es otra de las ventajas comparativas. Sobre todo si se trata de vehículos destinados al trabajo.
Los vehículos importados tanto por la firma Sadar como los utilitarios más pequeños importados por Mobility ofrecen una autonomía que va desde los 80 a los 150 kilómetros, lo cual los vuelve aptos para cualquier jornada laboral.
“Nosotros hacemos una jornada normal de trabajo y cuando terminamos lo dejamos cargando un par de horas y listo”, asegura el taxista consultado por Revista Domingo.
Otro obstáculo que solía esgrimirse para el uso de estos vehículos es el relativo a las estaciones de recarga. Hasta hace unos pocos años eran, por cierto, pocas las existentes. Sin embargo, en el último período UTE ha instalado una red de carga que abarca, prácticamente, los 19 departamentos y varias localidades dentro de los mismos. Los usuarios pueden consultar el mapa con las locaciones de la red en https://movilidad.ute.com.uy/ que, además, cuenta con abundante información sobre tarifas y todas las marcas de vehículos 100% eléctricos o híbridos.
En las próximas dos décadas el salto hacia los vehículos eléctricos parece un camino ineludible. “Está previsto que para 2040 se equipare la producción mundial de vehículos eléctricos con la de vehículos a combustible”, aseguró Novelli.
Asimismo, el ejecutivo señala que se espera que la industria consiga a partir de 2025 producir baterías mucho más baratas con lo cual se estaría venciendo uno de los escollos principales en lo que a precios tiene que ver.
Fabricantes e importadores confían en que, en la medida que todos estos factores se conjuguen -menores costos de producción, mayor autonomía, beneficios fiscales-, el futuro cercano de los vehículos eléctricos parece una tendencia del todo incontrovertible.
Una clave de ello serán los vehículos destinados a actividades laborales: transporte colectivo de pasajeros, distribución, transporte de carga y servicios. En tanto cada vez es más común ver a uno de estos silenciosos rodados en las calles.
Tecnología aplicada a la seguridad vial
Además del motor eléctrico, los nuevos vehículos van sumando cada vez más tecnología a sus unidades. Sin embargo, el factor humano sigue siendo determinante. “Con respecto a la seguridad vial para el que lo conduce tiene que prestar atención al riesgo de no ser percibido, aunque hoy, ya de por sí, los motores son ya muy silenciosos. En seguridad vial el oído es entre un 5% y un 10%, ayuda escuchar el sonido”, señala Arturo Borges, director del Instituto de Seguridad y Educación Vial (ISEV). “Tenemos sensores para la frenada automática, el control de la distancia longitudinal, para los costados, el punto ciego, la distancia lateral, la ayuda para estacionamiento, sumado a los frenos ADS, el antibloqueo y el control de tracción, parece un acorazado alemán, pero todas las respuestas siguen dependiendo de la mente humana”, dice Borges a Revista Domingo.
Los que ya se ven en la calle
MODELO DOMÉSTICO. El CityBeat es un coche para cuatro personas ofrecido como transporte ideal para ciudades. Es una de las estrellas de la firma Mobility que además comercializa el CityQuad, el popular “huevito” que empieza a hacerse lugar en el tránsito. “El vehículo ya viene con un cargador que se enchufa a la red eléctrica convencional de la casa del usuario. En los vehículos que nosotros comercializamos es cien por ciento enchufable en la casa y no se precisa hacer ningún tipo de adaptación de las instalaciones”, dice Guillermo Novelli, director de Mobility.
TRANSPORTE PÚBLICO. Los coches BYD totalmente eléctricos ya se han integrado en un número creciente a la flota capitalina de taxis. La marca ofrece un vehículo con las mismas comodidades que uno convencional para los pasajeros, pero con un costo de uso ostensiblemente menor. “Se carga por la noche, un par de horas, y con eso rinde toda la jornada”, explica un taxista que se muestra totalmente satisfecho del vehículo. En menor número, la flota de ómnibus también comenzó a sumar unidades eléctricas.