OPINIÓN
Las decisiones tomadas en Uruguay sobre el COVID-19 han sido oportunas, bien ejecutadas y valoradas por la opinión pública.
Referentes de izquierda han tenido la honestidad de reconocerlo. Esteban Valenti (1) señaló virtudes ajenas y errores propios (2), al Gobierno no le faltó audacia y talento, pero puso atención en lo que podría faltarle para lo que viene, si se prioriza el ajuste sobre la responsabilidad de promover la reactivación.
Las circunstancias exigen sentido común y tino, no se pueden transferir. Los libretos estándar fallan por la sumatoria de estancamiento, problemas de competitividad, crisis regional, escaso dinamismo y enlentecimiento de la demanda externa, sumado a una agenda de cambios que se tienen que poner en marcha.
Qué hace el Mundo
El Mundo apuesta a compensar los desequilibrios generados por la pandemia y, al contrario de Estados Unidos en 2008 o la Unión Europea en 2012, no existen dudas del papel que deben jugar los gobiernos y bancos cuando se desatan crisis de esta naturaleza. Las soluciones son inéditas y la intención es proyectarse para salir de la Pandemia y enfrentar sus daños colaterales. Un ejemplo claro es sido Alemania (líder en la UE y las posturas más ortodoxas de la Unión).
Medias tintas
Es difícil pensar que esta crisis permita una salida a medias tintas; no están pensando así los líderes mundiales (3). No se ha explicitado, pero ésta es la disyuntiva que estarán sopesando en el Gobierno. Todas las decisiones de ingreso-gasto serán interpeladas. Ejemplo: se decidió la derogación del impuesto a salarios públicos altos, que generó, con lógica, cierta polémica.
Desandar aumentos de impuestos-tarifas, focalizados en ciertos grupos durante largos períodos, no fue la virtud justamente de los últimos gobiernos.
Habría generado controversia en la coalición predominando el sentido de la oportunidad, pero tiene valor para la reflexión —sobre la pertinencia de la interrupción del impuesto en este momento— en momentos en que se envían señales de ajuste, las necesidades son crecientes, lo recaudado en corto tiempo no mueve la aguja y la necesidad de recursos no puede explicitarse aún, pero es grande y se visualizará en los próximos meses. Puede ser un tema con impacto marginal, pero este tipo de decisiones se van a repetir, durante toda la discusión del Presupuesto Quinquenal y posteriormente. El citado Valenti, ex asesor de Tabaré Vázquez, opinó que la decisión vino dada por el entorno del presidente y que, al mandatario, sí le son atribuibles los aciertos en las decisiones de gestión, pero no ésta. Sugiere poner atención en no “comprar” medidas de su entorno, sin sopesarlas debidamente, para no correr riesgos innecesarios, dado que, aunque sean ideas ajenas, el costo será propio (4).
Vamos al grano
Salimos de una pandemia, en medio de un cambio de Gobierno (5), lidiando con una crisis subyacente, en una región sin rumbo, comparable con la crisis de los años ´80. La concreción de la coalición, la aprobación de la LUC y el talante del presidente, permiten visualizar dos aspectos opuestos.
Existe la firme intención de corregir rumbos, pero hay sectores erráticos y resabios corporativos que pueden atemperar los cambios de tal manera que se vuelvan inocuos. Llámese Reforma del Estado (con marchas y contramarchas), regulación de mercados no competitivos (con anodinas unidades reguladoras), gestión de empresas públicas y sociedades de propiedad del Estado (desmanes y desaciertos facilitados por el descontrol y las carencias del sistema de gobernanza), reformas jubilatorias (acumulativas, inequitativas), políticas de vivienda y asentamientos (insuficientes, inocuas) y todo el Sistema de Justicia que conforma a los que viven de él.
No es momento de recorte de inversiones de infraestructura (mejoran competitividad de sectores productivos y servicios esenciales), por más restricciones presupuestarias que se invoquen, tampoco de políticas procíclicas del tipo “tabula rasa”. Pero sí es tiempo de una fuerte reasignación de gastos, equilibrando incentivos entre sectores productivos, prestando atención a los que no están ya en situación de cuasi pleno empleo. Un país que vaya más allá de Zonas Francas o UPM. Hora de emparejar esfuerzos fiscales y generación de empleo y valor agregado en sectores críticos, donde los trabajadores son la mayoría de la PEA. De otro modo, debemos olvidar el sueño de una sociedad integrada.
A su vez, el sector financiero sabe de las dificultades en la región; no podemos ser más papistas que el Papa. Una crisis de proporciones “bíblicas” la entienden mejor que nosotros. No estamos en el Mundo “naif” de las Finanzas Globalizadas con explosión de derivados del 2008, o en la discusión de sordos con multilaterales sobrevaloradas (ie: el FMI a inicios de los 2000) y condiciones de acceso al crédito muy restrictivas.
En este momento, inversores y crédito son auspiciosos, si se conforma un programa de mediano y largo plazo, con ajuste de rumbos, pero modificando el statu-quo de una sociedad que resiste corporativamente, con resabios conservadores, a la adopción de buenas prácticas para la mejora y el control de la gestión, el desarrollo de las infraestructura e instrumentos como las PPP (aliado inexcusable de Estados inteligentes), el fortalecimiento de la moneda sin pérdida de competitividad, la constitución de Unidades Reguladoras efectivas, etc.
Es momento de LUC y más, es momento de acometer cambios que no se incluyeron o postergaron y el tiempo es efímero, porque verdaderamente a Uruguay, tal como venía, no le quedaba mucha cuerda.
(1) Experto en comunicación y opinión pública, publicista, ex militante del Partido Comunista y del Frente Amplio y que no pocas veces despertó atención de propios y extraños por sus lúcidas y controvertidas opiniones. Su perfilamiento en la opinión pública le hizo ganar credibilidad en diversos sectores
(2) Más allá de la pandemia, el presidente ha tenido una capacidad de reacción y una ponderación poco común en los mandatarios y jerarcas en el pasado, incluido los de los partidos tradicionales
(3) Los jefes de Estado de la UE se encontrarán este mes para discutir el Fondo para la recuperación de euros 750.mil millones, propuesto por la Comisión Europea a fin de mayo. El mayor estímulo fiscal en la historia de la Unión para superar la profunda recesión que provocará la Pandemia, ver prensa UE, Jorge Valero, Bruselas, jun/20
(4) Viniendo de donde proviene (ex Asesor de Vázquez) dicha advertencia adquiere un valor particular
(5) Un cambio histórico, comparable al del año 1971 o del 2005 por las implicancias políticas-económicas-sociales