Argentina, el respaldo político, “la fiesta” del carry trade y un futuro con incógnitas

Luego del ajuste del dólar de los últimos meses, es probable que muchos argentinos vuelvan a veranear a Uruguay, advierte la economista Mariana Dal Poggetto

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Mariana Dal Poggetto
Marina Dal Poggetto, Economista argenbtina, directora ejecutiva de EcoGo Consultores

A 10 meses de iniciado el gobierno de Javier Milei, la economistaMarina Dal Pogetto afirmó que el actual esquema económico que se aplica en Argentina está montado sobre un ajuste que recae sobre los ingresos de la población y advirtió sobre un escenario financiero que favorece el "carry trade", que permite una ganancia para inversores y le sirve al Gobierno para mantener la calma, pero a costa de elevar la deuda del Tesoro Nacional medida en dólares. Dal Poggetto explicó quehoy en Argentina se aplica una política fiscal "contractiva", mientras la política crediticia "es muy expansiva" y buscando minimizar el impacto de la caída del consumo. Asegura que “no están los dólares” para levantar el cepo y que el gobierno tiene varias fichas puestas en un triunfo de Donald Trump en Estados Unidos, como forma de obtener recursos adicionales. “Hasta las elecciones en EE.UU. no pasará nada”, subrayó. A continuación, un resumen de la entrevista.

—¿Cuán real es el actual escenario del tipo de cambio?
—Si miramos el esquema utilizado por el gobierno, arrancó bien. Hasta mayo fue una fiesta, en ese mes el riesgo país había dejado de caer y la brecha había vuelto a subir y básicamente lo que pasó en ese momento fue que el Banco Central dejó de comprar dólares. La novedad es que los dólares del blanqueo empiezan a refinanciar al sector privado y eso permite que el BCRA, vuelva a comprar dólares. Esto se suma a la baja del Riesgo País y conforma un panorama estable de corto plazo. La pregunta es cómo eso se empalma con un esquema en que el tipo de cambio empieza a generar problemas de competitividad. Los dólares del blanqueo alargan el carry trade. A corto plazo, es una fiesta…

—¿Ese esquema puede funcionar?
—Yo creo que hay problemas detrás de este esquema. Obviamente, si el riesgo país sigue bajando, si Argentina tiene acceso al crédito, si puede refinanciar la bicicleta de la deuda, bueno, capaz que funciona. La verdad es que nadie está viendo que eso pueda cambiar en el corto plazo, todo el mundo está montado en la tasa y en el atraso cambiario.

—Entonces, ¿esta primavera cambiaria es algo firme?
—Veamos adónde nos lleva. Arrancó y puede seguir de largo hasta que en algún momento, por algún episodio puntual, se frena. Al gobierno le faltaban dólares para transitar el año que viene en caso de querer mantener este esquema. Esos dólares están apareciendo. De los del blanqueo, nadie sabe cuántos depósitos van a quedar en el sistema financiero, cuánta deuda van a poder colocar los privados. O sea, todavía esto es una incógnita. La apuesta del gobierno siempre fue que Trump gane las elecciones en Estados Unidos y que haya un acuerdo con el fondo que genere dólares adicionales. Aún faltan unas semanas para las elecciones en EE.UU.

—Milei ha logrado respaldos políticos que son significativos...
—Sí, por ahora el gobierno viene manejando las presiones con victorias en el Congreso. Frenó el rechazo al veto a la ley de financiamiento educativo y a la ley previsional. Esas victorias le dan bastante aire. Algo que no es fácil, cuando el programa fiscal está basado en gran medida en una licuación muy grande de los ingresos, sobre todo de los jubilados y de los empleados públicos. De alguna forma Milei, en términos políticos, tiene un manejo mucho mayor del que todos imaginábamos que podía tener cuando llegó. Para un presidente que tiene el 15% de la Cámara de Diputados y el 10% de la Cámara de Senadores, lo que está logrando son mecanismos para evitar el bloqueo. Gobierna con DNU y cero consensos. El ajuste se sostiene en tanto y en cuanto la sociedad se lo banque. La pregunta es hasta donde lo tolera.

—Pero necesitaría terminar el blanqueo, salir del cepo, que la presión sobre la sociedad tenga un afloje, todo eso debe pasar con cierta luz, antes de las elecciones…
—La verdad que yo no lo veo saliendo del cepo en este período previo a las elecciones. El problema es que tenemos un desacople entre la tasa de interés derivada del riesgo país y la tasa de interés doméstica. Estamos con una política fiscal que es contractiva, y una política monetaria que se torna expansiva, no para financiar el agujero fiscal, sino para compensar con crédito la caída de los ingresos de la gente.

—¿Es posible una convergencia, como dice el gobierno, de un dólar a alrededor de 1100 pesos para fin de año?
—No me atrevo a afirmarlo. Es posible que vayan convergiendo, pero no veo una unificación. Si se sacan los controles de capital, la pregunta es ¿cuál es el tipo de cambio de equilibrio? Hoy la brecha va convergiendo en gran medida porque se mandan al contado con liquidación 1.500 millones por mes, que es el 20% de las exportaciones. Supongamos que llegamos a un precio muy cercano uno al otro, como dice el gobierno, ¿cuál es el equilibrio de las tasas si no se tiene control de capitales?

—Ahora, esta situación del carry trade se va a terminar en algún momento…
—Veremos cuándo. Hay quienes dicen que esto está recién empezando.
Lo que sí está habiendo es la demanda de instrumentos corporativos o sea, el sector privado tiene capacidad de financiarse, como contracara del cepo. El cepo le permite al sector privado, financiamiento muy barato y plazos muy largos.

—¿Para qué están tomando deuda las empresas?
—Para financiar una mayor inversión, para cancelar deuda más cara y más corta, y en el caso de las instituciones financieras, para tratar de financiar la expansión del consumo.
Están montados en un esquema donde el ministro Caputto alargó el esquema de carry, pero lo combinó con una caída del riesgo país. Y abre la expectativa de si Argentina en algún momento puede volver a acceder al crédito.

—¿Cuándo podría ocurrir?
—No podemos saberlo. Hasta hoy, los vencimientos los ha ido pagando con reservas. Si se observa el balance del Banco Central, arrancó con 11.500 millones de dólares de reservas negativas y con un stock de pesos, deuda en pesos del Banco Central de 9 puntos de PIB. Esa deuda en pesos del Banco Central está prácticamente toda en el Tesoro hoy. Y las reservas, que eran negativas, habían mejorado casi a cero en mayo, aunque hoy están nuevamente en 6 mil millones por debajo. Y hay vencimientos fuertes el año que viene.

—¿Qué condiciones deberían darse para poder salir a los mercados?
—Y… que el riesgo país baje a 800 puntos, digamos. Era lo que uno imaginaba que podría haber pasado en mayo, pero entiendo que sostuvieron el blend (tipo de cambio para los exportadores por encima del oficial) más de la cuenta y el intento de desarmar los pasivos remunerados y bajar las tasas como las bajaron, creo que los desvió del programa.

—Es un juego que está abierto, poco se puede proyectar…
—Es un juego abierto; yo hace un tiempo escribí un informe que se llamaba “¿ajedrez o juego de la Oca?” Porque el ajedrez es una estrategia y el juego de la Oca depende mucho más del azar. Bueno, sacaron dos o tres dados que les hicieron adelantar un par de casilleros. Ahora, si esto es un esquema de estabilización, que esto termina en un país más parecido a Uruguay, no lo sé. Todavía falta muchísimo.

—¿Sigue dudando si es ajedrez o juego de la Oca?
—Bueno, lo que está claro que ajedrez no es. Pero la suerte aparece. Desde el gobierno van a decir que no es suerte, que es estrategia…

—Decía que el actual escenario está basado en ajustar ingresos; eso está generando mucha presión social…
—Por ahora, la tolerancia al ajuste gigante que estamos viendo se mantiene. Es muy grande la caída de los ingresos del sector público y de los jubilados y también en los sectores informales. Es muy similar al ajuste que tuvimos con Martínez de Hoz, con el gobierno militar. Pero también hay que decir que esto no se da solo en estos 10 meses de Milei, en realidad viene ajustándose desde 2018.

Javier Milei. El presidente tiene una imagen positiva del 50% y una negativa del 49%, según la encuesta de Opinaia.
Javier Milei: el presidente tiene una imagen positiva del 50% y una negativa del 49%, según la encuesta de Opinaia.
Foto: AFP

—Pero, ¿es una cuestión de timming? ¿Que la economía comience a cambiar de signo antes de las elecciones de octubre 2025?
—Va a llegar atrasado el tipo de cambio, y no están dadas las condiciones para levantar el cepo. Que la estrategia, en año electoral, sea la de atrasar el tipo de cambio, para mí tiene olor a naftalina. El gobierno necesitaba dólares y aparecen los dólares. Arrancó devaluando y cerrando la economía y ahora está abriendo la economía con un tipo de cambio atrasado, abriendo algunos sectores sí y otros no. No debemos olvidar que la herencia que tenía era recontra complicada. Y el programa de gobierno terminó siendo mucho más pragmático de lo que parecía en campaña, de acuerdo con lo que decía antes el hoy presidente.

—Este ajuste del tipo de cambio, ¿facilitará un retorno de los argentinos que no estaban viniendo a veranear a Uruguay?
—Es probable que Uruguay tenga un buen verano. Es altamente probable que haya muchos argentinos yendo a Uruguay, porque la diferencia ya no es tanta. Argentina está el doble de cara en relación a diciembre, cuando el dólar oficial valía 1.800 pesos, a precios de hoy. Uruguay sigue caro, pero la brecha se acortó mucho.

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