Argentina: artificios financieros que no resuelven el problema de fondo

Todo parece indicar que el ajuste recae mayormente sobre el sector privado, con caídas de salarios reales, desocupación y aumento de impuestos, y no sobre el sector público

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El gobierno está acelerando el proceso para levantar el cepo. La estrategia es pasarle al tesoro la deuda que tiene el BCRA con los bancos vía pases pasivos. El Central cancela esa deuda con los bancos y el tesoro les coloca Lecaps con lo cual absorbe la emisión que hizo el Central para pagar los pasivos remunerados.

Desde mediados de mayo se observa una caída de la deuda en pases pasivos, sin incluir los Bopreal, en $ 10,8 billones.

Esa caída de la deuda del BCRA pasó a engrosar la deuda del tesoro vía las Lecaps. Ahora bien, en rigor lo que está haciendo el gobierno es pasando el déficit cuasifiscal del BCRA al déficit fiscal del tesoro.

Los vencimientos de Lecaps comienzan a operar en junio, siguen en julio, agosto, etc. Si bien el gobierno puede hacer el rollover de la deuda y los intereses, lo lógico es que compute los intereses del mes para determinar el resultado fiscal financiero. En otros términos, el tesoro tendrá más intereses a pagar por la deuda que asume del BCRA, con lo cual es probable que entre en déficit fiscal financiero a partir de junio, justo un mes en que tiene que pagar los aguinaldos.

De ahí que surge la duda de si la promesa de eliminar el impuesto PAIS va a poder cumplirla.

En el primer cuatrimestre del año el superávit fiscal primario base caja fue de $ 4.133.256 millones y el financiero fue de $ 1.150.567 millones. El impuesto PAIS aportó $ 2.250.266 millones en el cuatrimestre. Es decir, dicho impuesto, que tiene una tasa del 17,5%, representó el 54% del superávit primario y sin él el superávit fiscal financiero no hubiese existido. Al pasarle la deuda del BCRA al tesoro, aumenta el gasto en intereses y no se ve claramente que vayan a poder sacar el impuesto PAIS aún eliminando el cepo. Entiendo que quieran eliminar el cuasifiscal, el tema es si el camino es pasando la deuda del Banco Central al tesoro o vendiendo los bonos que tiene en el activo el BCRA.

Milei tiene como objetivo no negociable el superávit fiscal. Al pasarle la deuda del Central al tesoro, los intereses, que serán mayores para las Lecaps que para los pases porque el plazo de las Lecaps es más largo, el gasto en intereses aumenta y luce bastante difícil que no aparezca el déficit fiscal, por lo menos financiero. Eso lo obligaría a tomar más deuda para pagar los intereses, acumulando cada vez más gasto en intereses mensuales porque la deuda va a crecer por los intereses devengados por las Lecaps.

Nada diferente a lo que pasó en los ´90 cuando el déficit fiscal financiero se cubría con deuda. La deuda fue creciendo por el rollover de los intereses hasta que fue imposible de financiar.

Es más, Milei prometió eliminar el impuesto PAIS y los derechos de exportación una vez que termine con el cepo cambiario y la economía entre en una senda de crecimiento.

En el primer cuatrimestre del año, los derechos de exportación sumados al impuesto PAIS representaron el 25,1% de los ingresos tributarios del tesoro.

Más allá de que es altamente deseable eliminar el impuesto PAIS y los derechos de exportación para estimular las exportaciones que son la salida más rápida de la recesión que hoy tiene la economía, luce poco probable que, en el corto plazo pueda cumplirse con esa promesa siendo que ambos impuestos representan una cuarta parte de los ingresos tributarios.

Tal vez pueda reducirse el impuesto PAIS o bien los derechos de exportación, pero dudo que se consiga eliminar ambos impuestos distorsivos en el corto plazo.

Es la historia de la economía argentina. Cada vez que se establece un impuesto de emergencia, queda para siempre. Pasó con el actual impuesto a las ganancias que se originó como impuesto a las rentas en 1932, el IVA que subió transitoriamente del 18% al 21% en 1995 por la crisis del Tequila, el impuesto a los créditos y débitos bancarios, el impuesto a los bienes personales que fue creado en forma transitoria en 1991 y tenía que terminar en 1999.

Por el lado del nivel de actividad, los indicadores de marzo muestran que la recesión continuó. En lo que hace a los shopping centers, las ventas totales a precios constantes, en marzo de 2024 alcanzaron un total de 5.420,5 millones de pesos, lo que representa una caída de 11,3% respecto al mismo mes del año anterior.

En cuanto de los supermercados, en marzo de 2024 el Índice de ventas totales a precios constantes muestra una caída de 9,3% respecto a igual mes de 2023. El acumulado enero-marzo de 2024 presenta una variación decreciente de 11,5% respecto a igual período de 2023. Y en los autoservicios mayoristas, en marzo de 2024, el Índice de ventas totales a precios constantes muestra una disminución de 10,7% respecto a igual mes de 2023. El acumulado enero-marzo de 2024 presenta una caída de 8,5% respecto a igual período de 2023.

Si a esto se le agrega la falta de gas que hizo que les cortaran la provisión a 100 grandes industrias, algo va a impactar en una economía resentida en su nivel de actividad.

Es más, el Índice General de Actividad que publica Orlando Ferreres & Asociados, el equivalente al EMAE que publica el Indec, da una caída del 3,4% interanual en abril, lo que hace suponer que puede estar desacelerándose la caída en el nivel de actividad, pero no estar saliendo de recesión.

En el mercado laboral, una señal son los despidos; en el primer trimestre del año fueron cerradas 274.000 cuentas sueldos. De acuerdo a datos del BCRA, 96.559 cuentas sueldos serían de empleados del sector público y 177.447 empleados del sector privado formal, siendo la construcción el sector más golpeado.

Si bien todavía no está el informe mensual de SIPA, la Encuesta de Indicadores Laborales dice que en marzo de este año: en relación a los meses de marzo de los años anteriores, se observa la mayor caída del empleo desde marzo de 2002 y se registraron valores similares en dos momentos de crisis económica, marzo de 2009 y marzo de 2020 con la pandemia. En términos interanuales, el nivel de empleo asalariado registrado decrece 0,6%.

Todo parece indicar que el ajuste recae mayormente sobre el sector privado con caídas de salarios reales, desocupación y aumento de impuestos que sobre el sector público, tal como prometió Milei en la campaña electoral y ni bien asumió, cuando dijo que esta vez el ajuste lo pagaba la casta.

La realidad es que el sector privado se achica más que el sector público, con lo cual el peso del estado sobre el sector privado es cada vez mayor. Esto lleva a que el estado ahogue al sector privado y no se vea, por ahora, una salida de la recesión.

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