OPINIÓN
En las últimas semanas ha habido una progresión significativa en el trayecto del bitcoin en el mercado internacional, también con impacto local.
Recordemos. Nacida en 2009 como la primera moneda descentralizada que funciona con tecnología blockchain (cadena de bloques), e inspirada en el control entre pares, se aleja de la emisión y administración de los bancos centrales de los diferentes Estados, con pretensiones de ser una moneda de aceptación global y eficiente, reduciendo tiempos y costos de transferencias. Una idea disruptiva que en un muy poco tiempo ha sacudido al establishment financiero mundial, que ya se encontraba sacudido por la crisis financiera del 2008. Una gran crisis de confianza sobre el funcionamiento del sistema financiero global.
La semana del 20 de octubre de este 2021, será recordada con un nuevo hito histórico en la trayectoria de Bitcoin y en el mundo de las criptomonedas en general. Luego del golpe provocado por las nuevas restricciones impuestas por el gobierno de China, recibió la bendición que le faltaba en los mercados. Se estrenó en Wall Street el primer ETF del Bitcoin llamado BITO. Esto ha marcado un hito en la historia de esta criptodivisa. La demanda acumulada por el primer fondo cotizado de Bitcoin en EE.UU, ha hecho que los activos de este vehículo de inversión superen los 1.000 millones de dólares en sólo dos días. Además provocó un notorio incremento en la cotización que alcanzó a tradearse en casi US$ 67.000, todo un nuevo record historico.
El ETF BITO no contiene realmente Bitcoin. Se trata de contratos de futuros, y con ello espera poder atraer más inversores interesados en Bitcoin sin la necesidad de operar directamente con criptomonedas.
Hasta el momento exisitía una actitud de indiferencia y escepticismo sobre cómo tratar al fenómeno. ¿Qué cambió? Posiblemente el notorio incremento de su popularidad, la resistencia a las prohibiciones normativas y una cotización en alza han generado dimensiones poco previstas algunos años atrás, y hoy es “demasiado grande para ser ignorado”. Actualmente la capitalización de mercado del Bitcoin supera los 1,15 trillones de dólares. Si fuera una empresa, ocuparía el sexto lugar a nivel global.
Novedades por Uruguay
En nuestro país ya tenemos dos proyectos de ley que pretenden reconocer y regular a las criptomonedas o activos virtuales. Entre los motivos, se establece el potencial de nuestro país para potenciar una vertical basada en tecnología.
Además el pasado primero de octubre, el BCU emitió un comunicado sugiriendo tener en cuenta que estos instrumentos no constituyen monedas de curso legal en Uruguay, como sí lo es el peso uruguayo y que no fueron emitidos ni cuentan con el respaldo de ningún banco central. Actualmente, la emisión y la comercialización de estos instrumentos no son actividades que se encuentren comprendidas dentro de la actuación del BCU y, por tanto, no están sujetas a regulación específica. Como consecuencia, quienes operen con estos instrumentos no les son abarcables las medidas de protección al usuario financiero prestadas por entidades reguladas y supervisadas por este Banco Central. Aclara además que algunos activos virtuales pueden estar expuestos a una gran volatilidad en su precio o cotización y pueden presentarse dificultades para su reconversión a pesos uruguayos u otras monedas. Las instituciones financieras no están obligadas a procesar transacciones asociadas a activos virtuales y los comercios no están obligados a aceptarlos como medio de pago.
De forma adicional, el BCU ha convocado a un grupo de trabajo abierto a espacialistas y allegados a la industria para nutrirse sobre los posibles cursos de acción.
Más allá de la ausencia de resoluciones concretas, queda claro que tambien por nuestro mercado, los tiempos de la indifirencia sobre las actividades de los criptoactivos empiezan a acabarse.
Del futuro… ¿qué?
No es sencillo imaginar o proyectar el futuro en la materia, aunque podemos hacer ejercitar nuestra imaginación. Una de las principales criticas que se le hace al bitcoin es de que carece de valor intrínseco, que nada lo respalda. Esto supone que otros activos que se utilizan como resguardo de valor o moneda de intercambio si tienen ese ansiado respaldo. ¿Cuál es el valor del oro?, ¿y los diamantes? ¿No son en definitiva invenciones de carácter humano, y su valor está asociado a escasez, demanda y confianza? Y si en este ejericico de futuro algunas de estas caracteristicas desaparecen, tambien lo haría su valor de “respaldo”.
¿Y qué ocurrirá con las monedas de curso legal tradicionales? ¿Cuánta confianza genera el dólar? Los sucesivos gobiernos de EE.UU. han utilizado discrecionalmente la emisión monetaria desde la década del ´70 a la explosión exponencial de nuestros días. Es claro que el valor ni la riqueza se generan imprimiendo billetes. ¿Será que amplios agentes seguirán confiando en activos que su valor dependa de la discrecionalidad de autoridades de turno? La superabundancia, que basicamente es lo que provoca la impresión de billetes descontrolada, ¿no es acaso debilidar la confianza y la escasez?
Podemos continuar analizando la realidad con lógicas del pasado, o condicionadas por el statu quo, o podemos dar un paso más allá y ejercitarnos para entender qué está ocurriendo y animarnos a esbozar qué futuro se está construyendo.
(*) Decano de UCU Business (Universidad Católica).