La carbono neutralidad como llave de acceso a mercados nicho: el caso de la carne Versión Zero

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Foto: Getty Images

OPINIÓN

Los aspectos clave de un desarrollo productivo carbono sustentable que marca un camino en Uruguay.

En febrero de este año, partió hacia Japón la primera exportación de Versión Zero, la carne bovina verificada como “carbono neutral” producida en campos ganaderos vinculados a BPU Meat y Montes del Plata (MdP), combinando ganadería y forestación. También se realizaron exportaciones a países europeos, y se vende el producto en el mercado nacional.

Para la columna de este mes, buscamos los aspectos clave de este avance en el diálogo con Agustin Inthamoussou, investigador en el Observatorio de Energía y Desarrollo Sustentable (UCU), socio fundador y gerente general de la consultora Climit, empresa que asesoró a desarrollar este proyecto, que fue verificada por SGS.

La “huella de carbono” y la “carbono neutralidad”

La huella de carbono (CO2) es la medición de Gases de Efecto Invernadero (GEI) atribuibles a una empresa, evento, servicio, producto, etc. En el proceso de cálculo, se miden todas las emisiones que conlleva ese producto en todo el ciclo de vida, lo que se suele denominar “de la cuna a la tumba”. Esto implica considerar los procesos intrínsecos, como por ejemplo, en el producto cárnico, la vaca emitiendo metano por la fermentación entérica en el rumen, pero también las emisiones aguas arriba y aguas abajo, por ejemplo, los fertilizantes y el uso de combustible que el proceso involucró.

En el caso de la carne, en un sistema de ganadería extensiva, más del 95% de las emisiones de GEI se dan dentro del establecimiento; y un porcentaje menor es atribuible a factores externos, con otros gases y otras fuentes de emisiones.

La carbono neutralidad, por otro lado, es lograr que las remociones de GEI sean iguales o mayores a las emisiones estimadas en el ciclo de vida del producto, servicio o proceso. Para el caso de la carne, las remociones de carbono son las que se dan en el propio establecimiento, con la captura de carbono en las plantaciones forestales.

¿Por qué escuchamos cada vez más al respecto?

Porque hay una mayor conciencia generalizada sobre el impacto que tenemos en el ambiente, no solo en términos de GEI, sino en otros tipos de impacto. También estamos frente a un momento histórico por todas las negociaciones y decisiones políticas centralizadas en el Acuerdo de París. Tenemos el objetivo de no calentar el planeta más de 2°C respecto a niveles preindustriales, para lo cual la sociedad necesita ser carbono neutral en 2050, y sin embargo estamos por llegar al umbral luego del que los cambios en el clima son irreversibles.

La mayor concentración de gases hace que haya mayor calentamiento global.

El consumidor es cada vez más consciente de las consecuencias o impacto generado por su actividad, y va a llegar el momento donde los productos no solo van a tener etiquetas nutricionales del alimento para las personas (carbohidratos, grasas, etc.) sino también de su impacto en emisiones de gases de efecto invernadero, impacto en la biodiversidad, degradación del suelo, contaminación del agua, entre otros.

El proyecto Versión Zero

Montes del Plata y BPU mantienen un diálogo fluido hace años por diversos programas, y han estado en comunicación por su participación en diferentes programas que relacionan la ganadería, campo natural y forestación. Además, existe un vínculo natural entre este tipo de empresas por el programa de integración productiva “Alianzas” de MdP. Las áreas de los predios propios donde MdP no foresta, las arrienda a productores ganaderos, y/o también se da que MdP arrienda terrenos a productores ganaderos para plantar árboles, y así se aprovechan las sinergias que existen entre ganadería y forestación.

Por otro lado, Climit colabora con MdP para medir su huella de carbono desde 2018, considerando todas las emisiones y remociones de carbono en el proceso productivo, desde el vivero hasta la producción de celulosa. El resultado de estas mediciones es que la remoción de carbono de la empresa es bastante mayor a sus emisiones.

En paralelo, BPU identifica la necesidad de la sociedad de tener un producto diferenciado de impacto neutro en el ambiente. Lo que se hizo en Versión Zero fue materializar esta oportunidad, adjudicando parte de las remociones de MdP al ganado que está conviviendo con la forestación, logrando así que el proceso ganadero sea carbono neutral.

El proceso de certificación de la carbono neutralidad

Primero, se hace una estimación del balance de emisiones GEI, considerando las principales fuentes de emisiones y captura de carbono. Si da neutralidad, se hace un estudio de huella de carbono en profundidad. Y luego se contrata un auditor, para que certifique que esa huella de carbono medida bajo la norma ISO 14067, cumple con todos los requisitos.

Hoy en día se está trabajando en la certificación de un grupo de productores. Todo aquel que quiera involucrarse podría contactarse con BPU e integrarse al sistema. Entonces, se considerarán las emisiones de todos los productores y sus remociones. La neutralidad se conseguirá entre todos los participantes.

¿Cuántos kg de CO2 emite un kg. de carne uruguaya y cuanto captura un árbol?

Cada predio se debe analizar en base a su propia actividad. Es decir, no se aplica un factor por defecto por hectárea, sino que se hace una estimación exacta. Para eso, tenemos un muy buen punto de partida en Uruguay, que es el sistema de trazabilidad que nos permite saber el ganado que hay en cada predio. En otros países, con realidades distintas, las estimaciones podrían ser más complejas dada la falta de datos.

La estimación implica analizar cada categoría ganadera: novillos, vacas, terneros, etc., determinando el peso promedio de cada una, su dieta, la ganancia de peso, y varias otras variables asociadas directamente a los sistemas de producción de cada predio. Para esto hay que analizar el stock ganadero de cada categoría por mes, el tipo de alimentación (campo natural, pradera, porcentaje de suplementación, de grano), la raza del ganado, porcentaje de preñez, porcentaje de parición, entre otros.

Las distintas variables se van considerando en distintas ecuaciones definidas por el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), donde se utilizan para calcular la necesidad energética de cada actividad (energía de mantenimiento, de crecimiento, de actividad, etc.). Por ejemplo, un ganado en campo natural camina más, entonces gasta más energía en actividad que un ganado en feedlot, donde no tienen que caminar y tienen la comida servida. A su vez, el ganado en feedlot tiene una alimentación de alta digestibilidad, entonces gasta menos energía en transformar el alimento en carne, y emite menos metano.

Este análisis nos arrojó que la producción ganadera en los predios analizados (campo natural), emiten en promedio 2 toneladas de CO2 por hectárea por año.

Para la parte de captura de carbono de la forestación, se considera cuánto carbono se captura en el mismo año de análisis, pero también se demuestra que el carbono que está capturado hoy, va a permanecer por más tiempo porque está en un sistema de forestación continua: cuando se cosechan los árboles, luego se replanta esa misma área. Entonces hay una cantidad máxima de carbono que se va a poder usar para la neutralidad. No es que “in eternum” cualquier campo, por tener bosques, va a reclamar carbono neutralidad; hay una cota máxima de cantidad de años en la que se va a poder lograr carbono neutralidad, que obviamente va a depender de la cantidad de superficie forestal que se tenga.

La cantidad de remoción va a depender claramente de si la plantación es de eucalipto, pino, bosque nativo, la cantidad de árboles por hectárea, etc. Si bien no hay un valor promedio, se puede decir que el ratio para las estimaciones realizadas determina que, cada 100 cabezas de ganado, se precisan 10 hectáreas de árboles para lograr carbono neutralidad. Hay que remarcar que esto no puede ser fácilmente extrapolable a cualquier sistema productivo de Uruguay, dada la cantidad de variables que inciden sobre las estimaciones.

Los beneficios en materia de acceso a nuevos mercados y precios a partir de la certificación

Como experto técnico y no comercial en el asunto, no puedo dar una respuesta en materia de precios. Sin embargo, podría decir, desde un punto de vista de la experiencia en otros trabajos, que este tipo de acciones está muy bien vista en los mercados. Hay muchas oportunidades para el desarrollo de productos de nicho, algo que sin duda tenemos que hacer como país.

Lo más importante para lograr consolidarse es hacer las cosas bien. La estimación de las emisiones y las remociones debe ser realizada con datos precisos y además auditada por terceras partes independientes. No toda producción ganadera es carbono neutral pero no por eso hay que desanimarse.

El conocimiento de sus emisiones y la gestión para reducirlas es también un mecanismo para diferenciarse de otros productos.

Otros productos que podrían certificar su carbono neutralidad

Uruguay tiene la posibilidad de diferenciar la producción de sus commodities, agregando valor para entrar en mercados nicho y demostrar que nuestra producción es amigable con el medio ambiente. Sobre todo, los bienes que lleguen a la mano de un usuario final, aunque también productos intermedios que son insumos de otras industrias (madera aserrada, granos, etc.).

¿Tenemos suficientes remociones como para certificar que toda nuestra producción es carbono neutral?

Según su balance de emisiones, Uruguay no es carbono neutral. Hay que pensar que aún tenemos que reducir emisiones en diversos sectores, como el agropecuario, el transporte y la industria.

Si miramos las emisiones por tipo de gas, Uruguay es neutral solamente considerando el dióxido de carbono. Pero si le sumamos el metano y óxido nitroso (mayoritariamente proveniente de la ganadería), tenemos un balance positivo (más emisiones que remociones).

Además, Uruguay se ha comprometido a ser dióxido de carbono neutral. Esto es algo que se ha venido consiguiendo por muchos años, gracias a la forestación, pero que puede llegar a tener un techo. Es decir, la cantidad de carbono que hemos removido por la forestación ha sido siempre mayor a la cantidad de carbono que se ha perdido en las cosechas de la madera para la industria de aserradero y platas de celulosa. En parte porque el área ha estado en crecimiento desde 1990 y también porque el sector aun no ha llegado a su madurez y, normalmente, se cosecha menos de lo que los bosques crecen.

Pero esto no a va a ser así por siempre. Cuando el sector forestal llegue a su madurez, la cantidad de carbono capturado podría ser igual a las emisiones, llegando a un “empate técnico”. Por tanto, las emisiones de dióxido de carbono en otros sectores (transporte por ejemplo) van a ser lo que determine que no se pueda ser dióxido de carbono neutral. Por lo tanto, el objetivo de ser dióxido de carbono neutral implicará reducir las emisiones de dióxido de carbono en otros sectores, o continuar aumentando el área destinada a la forestación.

De modo que no hay ni habrá suficiente cantidad de remociones como para neutralizar toda la producción de Uruguay. Solamente podrán ser neutrales aquellos sistemas de producción que midan y gestionen su huella de carbono, para que junto a una actividad de captura de carbono puedan lograr una neutralidad.

Es importante remarcar también el concepto de la doble contabilidad: iniciativas privadas versus el reporte nacional frente al Acuerdo de París. Uruguay, como país, tiene compromisos en los acuerdos internacionales, específicamente en las contribuciones nacionalmente determinadas (NDC, por sus siglas en inglés) en el Acuerdo de París, donde hay un objetivo y se tiene que demostrar una reducción de emisiones en diferentes áreas. Esto conlleva otro mecanismo de contabilidad que debe estar en diálogo con las iniciativas privadas de contabilidad. Hay que tener consistencia entre todos los programas. Hoy no están las reglas, pero a futuro son cosas importantes a considerar.

(*) Este resumen surge del diálogo entre Felipe Bastarrica y Agustín Inthamoussu, integrantes del Observatorio de Energía y Desarrollo Sustentable (UCU).

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