Pedro Moncarz - Marcel Vaillant
Recientemente, distintos eventos, primero la pandemia de COVID-19 y luego la guerra en Ucrania, han generado una corriente de interpretación que propone que se está entrando en una etapa de desglobalización. Baldwin (2022), en una serie de artículos, cataloga a esta corriente como la desglobalización perezosa, refiriéndose a que estas interpretaciones no hacen un análisis profundo de las estadísticas de comercio y las nuevas tendencias que ellas revelan [1]. Según señala el autor, no llegan a analizar los cambios en la estructura y la dinámica por sectores, que muestra un proceso diferente. Hoy como ayer, resulta relevante ver la evolución comparada de los costos de comercio (CC) como factor determinante para explicar los intercambios a nivel global. Se realizó este ejercicio en una reciente investigación que se resume en este artículo [2].
Los CC tienen distintos componentes: costos de transporte strictu sensu que están fundamentalmente asociados a la distancia geográfica; aquellos que se vinculan con la adaptación de productos y las pautas regulatorias; y por último los que se relacionan con los tributos y trámites de frontera en las aduanas de cada jurisdicción nacional. Alternativamente, se pueden agrupar entre CC permanentes y aquellos que cambian en el tiempo. Los costos permanentes están asociados a la geografía y los aspectos culturales que hacen a las preferencias y regulaciones heterogéneas entre los países. En los períodos de tiempo para los cuales se aplican los modelos de comercio que permiten medir los CC, estos básicamente no cambian.
En el período de estudio (1995-2015) los CC cambian en el tiempo continuaron la onda de reducción que se instaló a inicios de los ochenta con la unitarización de la carga y el incremento en la escala de los buques oceánicos. Por último, la tercera categoría de costos asociado a la intervención de los gobiernos y que se denomina política comercial se encuentra también entre los costos que tienen una dinámica temporal. En el cuadro 1 se resume esta tipología.
La política comercial (PC) ocupa el centro del análisis que se presenta controlando por los demás factores mencionados, que también son determinantes de los CC. El instrumento analítico empleado es el modelo de comercio gravitatorio estructural, el cual se aplica a las corrientes de comercio bilaterales de la manufactura para 112 países que cubren más del 94% del comercio mundial. La PC puede tener una orientación hacia la liberalización con la reducción de los CC asociada a la intervención de los gobiernos, o hacia la protección. Interesa saber que sucedió durante el período considerado, para obtener una visión comparativa de América Latina. Se diferencian los efectos de la política comercial por medio del intercambio al interior de regiones geográficas (intra-regional) y entre diferentes regiones (extra-regional).
Dos evidencias empíricas se destacan. La primera muestra que durante el período analizado se produjo una reducción de los CC intra y extra-regionales[3]. La mayoría de los países liberalizaron el comercio en el período. Se observa que se concentran en el cuadrante inferior izquierdo del Gráfico 1. Cuanto más cercano al origen se ubica mayor ha sido la política de apertura, las economías más lejanas ubicadas en el cuadrante superior derecho son las que registraron reversiones proteccionistas. La liberalización intra y extra-regional estuvieron alineadas, pero la primera fue más intensa. Más que sustitutos, ambos caminos para la reducción de los CC fueron complementarios. Los países que más redujeron sus costos a nivel intra-regional también lo hicieron respecto al comercio extra-regional, e incluso con más intensidad. Los países están agrupados por regiones para visualizar patrones comunes. Europa y de Centro América claramente ilustran este comportamiento general. Sudamérica es más heterogénea y menos liberalizadora, e incluso registra casos de reversión proteccionista. Este resultado se mantiene, y permite hacer un refinamiento, si en vez de presentar los datos por regiones se hace por acuerdos preferenciales plurilaterales[4]. El MERCOSUR es el acuerdo con el peor desempeño en términos comparados.
La segunda evidencia tiene que ver con los mecanismos que permitieron que se produjera tal reducción y su importancia relativa. Los mecanismos que se identificaron para determinar los CC asociados a la política comercial son de tres tipos:
-Cambios unilaterales de aranceles nación más favorecida (ND: MFN) y medidas asociadas al grado de preferencia por la apertura que se cristalizan en un conjunto de aspectos que hacen entre otros aspectos a la facilitación del comercio (ND: NRBL);
-Preferencias arancelarias asociadas a acuerdos de zonas de libre comercio y uniones aduaneras (PTA);
-Otras preferencias arancelarias parciales y no recíprocas (OPR), como por ejemplo el Sistema Generalizado de Preferencias.
Se midió la contribución al crecimiento de las importaciones de las diferentes PC, distinguiendo entre las contribuciones canalizadas por dentro y fuera de los bloques comerciales de referencia. Se destacan los tres hub mundiales, ASEAN+3, la UE+ y el NAFTA en relación a la contribución que se canalizó por medio del crecimiento del comercio intra acuerdos. En los tres casos se observa la prevalencia de los mecanismos no discriminatorios (aranceles NMF y preferencia por la apertura). Para la ASEAN+3 también se suma la creación de nuevos PTA dentro de este bloque. Las tres sub regiones de América Latina muestran un peor desempeño, siendo el menos malo el caso Centroamericano y el peor el del Mercosur. En cuanto a la contribución que se canalizó por el comercio extra acuerdos, se destacan los países de la CAN y los del CACM, donde se combinaron los mecanismos no discriminatorios y preferenciales. Nuevamente, el Mercosur se caracteriza por el peor desempeño e incluso evidencia una reversión proteccionista en la evolución del arancel nación más favorecida.
El Gráfico 3 resume los resultados de la contribución al crecimiento total del comercio debido a la política comercial en cada uno de los países de América Latina estudiados. Se observa un comportamiento claramente heterogéneo. Por un lado, están los países con políticas de liberalización que contribuyeron al crecimiento del comercio: la Alianza del Pacífico (Perú, México, Chile y Colombia) y los de Centroamérica (Nicaragua, Guatemala, Honduras, Costa Rica, El Salvador, República Dominicana y Panamá). El resto de los países exhibe un desempeño muy inferior, y dentro de estos últimos nuevamente se destacan en la cola inferior los países del Mercosur
Una extensión natural de este tipo de estudios sobre el vínculo entre costos y comercio, es evaluar estrategias alternativas de liberalización, por medio de ejercicios contrafactuales que capten los efectos dinámicos en un ambiente de equilibrio general.
Los resultados acá presentados destruyen algunos mitos y permiten observar algunas lecciones de PC. Por un lado, no hay oposición entre integración regional y apertura al mundo, en general o como vulgarmente se denominan a las acciones a favor de la globalización. Los países que practican políticas comerciales de orientación proteccionista no se integran tampoco sobre bases regionales. Los mecanismos de la apertura sobre bases no discriminatorias siguen siendo fundamentales, aún para el desarrollo del comercio intra-regional ahí donde coexisten con acuerdos preferenciales. Los acuerdos preferenciales implican liberalizar también sobre bases no discriminatorias, al hacer más consistente y transparente a la política comercial en general. Ambas dinámicas, más que sustitutas son complementarias y promueven nuevas disciplinas en materia de facilitación de comercio y convergencia regulatoria que tienen un efecto similar. Es útil considerar esta evidencia en momentos de cambios de gobiernos en la región cuando existen vientos de restauración de una política de la integración basada en una retórica divorciada de los hechos. La región tiene en su propia experiencia comparada las claves de los mecanismos que gobiernan la dinámica de los CC. Cuando se diseñen nuevas políticas la evidencia empírica debe ser considerada para innovar en como alcanzar una región más y mejor integrada, al mismo tiempo que se inserta en los mercados mundiales.
[1] Baldwin Richard, 2022. “The peak globalisation myth. A four-column VoxEU, series unrolled”, November 5, https://rbaldwin.substack.com/p/the-peak-globalisation-myth.
[2] Moncarz, Pedro, Flores, Manuel, Villano, Sebastián, y Vaillant, Marcel, 2022. “Intra and Extra-Regional Trade Costs: A Comparative Approach to Latin American Performance. Artículo sometido a referato en The World Economy. Una versión que sirve de antecedente se encuentra disponible en https://scioteca.caf.com/handle/123456789/1790.
[3] La regionalización de los países se basa en Borchert et al. (2021). Con el fin de presentar resultados más compactos, se agruparon algunas regiones para las que se tiene información para pocos países. Las regiones son nueve: África (AFR); América Central y el Caribe (CAC); Asia Central + Eurasia + Asia del Sur (CSEA); Sudeste y Este Asiático Oriental (SEEA); Europa (EUR); Medio Oriente (MES); Norte América (NAM; Pacífico (PAC); SAM (Sudamérica).
[4] Los acuerdos plurilaterales con base regional que se presentan son los tres latinoamericanos (MERCOSUR, CAN y CACM) que se comparan con los más importantes en términos comparados (NAFTA, UE+ que agrupa las zonas de libre comercio con otros países europeos y el ASEAN+3 que incluye a Corea, China y Japón).