Crecimiento 2025 en Uruguay: contexto externo desfavorable y la demanda recalibrándose

Con un entorno externo complejo, la economía uruguaya ingresa al año 2025 con desafíos en materia de crecimiento. Todos los deberes pendientes.

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Uruguay en la lupa
Getty Images

De acuerdo con la reciente actualización de enero de las proyecciones delWorld Economic Outlook del Fondo Monetario, la economía mundial crecería 3,3% en 2025 —y 2026—, por debajo del 3,7% de crecimiento promedio anual del periodo 2000-19.

Este crecimiento de la actividad estará impulsado por la importante dinámica de la economía estadounidense, en cierta recuperación de la economía china, no obstante, ambas economías se encuentran en diferentes instancias de su reciente ciclo económico.

China débil pero con motores encendidos

El gráfico 1 da cuenta de los leves ajustes al alza que se han realizado en los últimos cinco informes WEO en la proyección del PIB 2025 para China (4,6%), pero sin embargo la cifra esperada aún se ubica muy por debajo del 9,0% histórico promedio anual que se registró en el periodo 2000 a 2019.

Esa cifra de 4,6% esperada por el staff del FMI se ubicaría por debajo del 5,0% que recientemente conocimos fue lo que creció la economía china en 2024, y que no deja de estar bajo cierta polémica en cuanto a que sería inconsistente con el comportamiento de otras variables de actividad que darían cuenta de un crecimiento menos dinámico.

En todo caso, la aceleración de la actividad en el último trimestre del pasado año si tiene un correlato claro en los motores encendidos de la demanda agregada, como el estímulo fiscal de final de año y también el de la política monetaria expansiva.

Incluso se maneja la posibilidad de debilitar la paridad monetaria con el dólar en caso de comenzar una guerra comercial con Estados Unidos.

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EE.UU fuerte pero con motores con baja potencia

En el caso de la economía estadounidense, el promedio anual de crecimiento en 2000-2019 resultó de 2,3% y las proyecciones de los últimos World Economic Outlook elaborados por el FMI (WEO-FMI) para 2025 se han ido ajustando significativamente al alza —en medio punto porcentual —, hasta alcanzar una proyección de 2,7%, tal como lo señala el gráfico 2.

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Si bien en un futuro próximo se tendrá precisión de cuantos de los anuncios se conviertan en realidad, los tres pilares fundamentales de acción anunciados por la administración Trump con consecuencias económicas se concentran en: (i) un aumento de aranceles, (ii) prolongar la exención de impuestos y (iii) la campaña de deportaciones de inmigrantes.

El aumento de aranceles, además de llevar al mundo a una posible “guerra de retaliación”, presionaría al alza los precios domésticos en tanto esa tarifa se traslada al consumidor, lo mismo que la exención de impuestos —si bien se mantiene— será interesante, si se produce, como sea captada por los consumidores, si afectando —o no — al ingreso disponible permanente, y de esta forma podría —o no— provocar un aumento del consumo que también presionaría sobre los precios. En el caso de las deportaciones de inmigrantes, en este caso del lado de la oferta, implicaría un aumento de costos que también presionaría sobre los precios. En todos los casos, a mayor presión sobre los precios, el mercado puede prever o bien menor reducción de tasas o incluso alza de éstas y esto se ve reflejado en la valorización del dólar a nivel mundial.

El alto uso del motor fiscal no deja de debilitar a ese instrumento en el largo plazo, y podría condicionar la extensión del alivio fiscal (reducción de impuesto a la renta desde tasa de 35% a una de 21%), más allá del de nominar a la deuda en una moneda que tiene el “privilegio exorbitante” del dólar. Detrás de las posiciones fiscales subyace una deuda federal que alcanza un 121% del PIB, tal como lo refleja el gráfico 3.

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Uruguay: se normaliza la expansión de la economía

Considerando nuevamente el marco de análisis de Oferta y Demanda Agregada, para entender cuáles son los factores de crecimiento de la economía uruguaya en el corto plazo, identificamos en el gráfico 4 la incidencia de los principales componentes de la demanda (Consumo Privado, Inversión en Activo Fijo y Exportaciones). Con el último dato conocido el mes pasado de cuentas nacionales del Q3-24, se confirmaría la “normalización” de la tasa de crecimiento de la economía luego de los efectos rebotes postpandemia, y por tanto la economía crece al ritmo que sus condiciones estructurales (productividad, instituciones, tecnología, inserción externa, entre otras) determinan su capacidad de generar riqueza.

Así es que el gráfico 4 muestra como la demanda se expandió a una tasa de 2,4% en los últimos dos trimestres relevados de 2024, y si se considera el último año móvil, la expansión de la demanda promedia una tasa cercana al 1,5%, cifra similar a la del periodo 2017-2019.

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puede verificar en las zonas destacadas del grafico 4. ¿Cómo resulta eso? En que la economía se expande principalmente a partir del consumo que realiza su sector privado (hogares y empresas), que tiene la mayor incidencia debido a que si bien la tasa de crecimiento no resulta de gran magnitud, la “base imponible” es alta (el consumo privado pondera cerca del 50% de la Demanda Agregada total). Dicho en otras palabras, la base es muy amplia, la de “todos” los uruguayos que en general resulta muy difícil elevar la capacidad de consumo per cápita. Por ello es que resulta tan determinante cuando se remplazan o incorporan automóviles al parque automotor o cuando los uruguayos gastan en turismo en el exterior o, sobre todo pensando en la generación de riqueza para el país, cuando extranjeros ingresan a Uruguay para consumir servicios vinculados al turismo (en este caso se canalizan vía importaciones).

En las anteriores decisiones de consumo mencionadas, las señales de precios relativos son claves, además de la evolución del ingreso.

Continuando con el análisis de los factores detrás de la normalización de la Demanda Agregada, al retorno del crecimiento del Consumo Privado a tasas pre-pandemia, se agrega una normalización en los factores de expansión de la Inversión en Activo Fijo, que ya no cuenta con los elementos puntuales de la mega inversión de la tercera planta de inversión y tasas de crecimiento de Exportaciones que también se normalizan respecto a la expansión prepandemia. Como lo resume el gráfico 4, la pre y la post pandemia muestran tasas menores al 2% de expansión de la demanda agregada, la cual recordemos se va a satisfacer con el crecimiento del PIB y el crecimiento de las importaciones.

Proyecciones 2025: el Consumo Privado seguirá siendo el principal factor explicativo de la Demanda Agregada y del crecimiento del PIB. En primer lugar por un mero elemento aritmético: es el principal componente de la “base imponible” de esa Demanda Agregada -y que luego impulsa el PIB, y por tanto, alcanzando una “mínima” tasa de crecimiento, logrará explicar gran parte del crecimiento de la demanda y del PIB de 2025. Pasando a los fundamentos macro, ¿por qué sucedería eso? Porque el mercado de trabajo seguirá firme.

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