Crecimiento histórico del salario real

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Billetes Foto: El País
Traba. La marca de los billetes no tiene el relieve suficientepara hacerlos reconocibles BILLETES ESPECIALES PARA CIEGOS, CON SIMBOLOS PARA CIEGOS, PESOS URUGUAYOS, DINERO, FOTO PLA, ND 20081128
AMÉRICO PLÁ

El crecimiento del salario real en los últimos doce años resultó extraordinario y sigue firme al inicio de 2015. Hay varias explicaciones para esta evolución que supera el ritmo del 4% anual, y no se puede imputar el resultado logrado a algunas por separado porque todas jugaron un papel importante.

En el contexto actual lo lógico sería un enlentecimiento en el crecimiento anual de esta variable, pero por los convenios actuales si esto ocurre será muy moderado. El impacto, con el nivel de rigidez que imponen los convenios colectivos por sectores, seguramente sea por el lado de un aumento moderado en la cantidad de personas desocupadas.

La dinámica del crecimiento del salario real fue fruto de:

1) los consejos de salarios y el mayor poder negociador del lado de quienes ofertan horas de trabajo;

2) crecimiento del nivel de actividad que a su vez requiere mayor cantidad de horas de trabajo;

3) una disponibilidad limitada de personas en edad y condiciones de ocupar determinadas actividades;

4) buenas condiciones de precios para nuestros productos y servicios;

5) una baja fuerte en la tasa de interés real;

6) cambios tecnológicos que modifican la productividad.

El mercado laboral comenzó a salir de la gran crisis a mediados del año 2004 y desde ese entonces la interacción de todos los factores mencionados provocó un crecimiento del 4,3% anual.

Al ser el punto de partida un nivel altamente deprimido y con una carga impositiva extraordinaria, siempre se esperan tasas de variación altas al comienzo, porque hay un componente alto de recuperación de la crisis.

Lo notable es que, luego de lograda una puesta a punto con lo perdido allá por 2007 o 2008, el ritmo de crecimiento siguió siendo sostenido. Incluso si se mira solamente la coyuntura reciente para los tres últimos años, se observa que la tasa promedio fue del 4,1%, muy parecida a la de todo el período.

En el Gráfico N° 1 se ilustra la evolución del salario medio del sector privado corregido por el IPC para expresarlo en términos reales y claramente estos últimos doce años mostraron un crecimiento sostenido alto.

El impacto positivo se debió a condiciones institucionales que hacen a la negociación y varias condiciones de mercado que hacen a la oferta y la demanda. Estas últimas se puede decir que convalidaron las exigencias que se presentaron en la negociación y de ahí que el nivel de desempleo haya sido muy bajo.

En el Gráfico N° 2 se observa la evolución conjunta del salario real en el sector privado y la tasa de desempleo en la economía. Hay una clara relación inversa y los períodos de baja en el salario real ocurrieron siempre con altas tasas de desempleo. Por el contrario, la suba en el salario real ocurre en un contexto en el que las empresas encuentran dificultades para conseguir horas de trabajo.

Cambio.

La evolución prevista para las variables que explican la evolución del salario real en poco más de una década lleva a la conclusión de que el salario real en los próximos años enfrentará fuerzas hacia la moderación en su crecimiento, lo que debería representar un cambio en la tendencia.

Por lo tanto, es un deber de las políticas acompañar este escenario en forma acorde para minimizar el impacto negativo en lo económico y en lo psicológico de la desocupación. Las fuerzas que tiran hacia abajo la proyección del salario real por el lado de la demanda, provienen de una realidad en la que el nivel de actividad se está desacelerando y los precios internacionales de nuestros productos muestran caídas.

Esto reduce la cantidad de horas que pueden contratar las empresas para cada nivel de salario. Lo peor del caso es que esta desaceleración no es pareja para todas las actividades y todavía tiene el carácter de selectivo. O sea, está pegando a la baja en sectores de actividad puntuales o incluso en empresas particulares dentro de los sectores. Como resultado, del lado del mercado hay una presión a que baje el salario real.

Del lado de la oferta cada vez hay más disponibilidad para los niveles salariales actuales. La tasa de actividad que mide el INE es creciente año a año, por lo que se están incorporando nuevos interesados a la fuerza laboral. Entre otras cosas es porque encuentran en los salarios pagados un incentivo suficiente para pasar al trabajo formal. Esto también impacta sobre las perspectivas del salario que ante un exceso de oferta debería tender a bajar.

Los otros dos factores explicativos también juegan en el sentido de una baja en el salario real. Las perspectivas para la tasa de interés son al alza y las ganancias de productividad están sujetas a la entrada de inversiones o a la educación de la fuerza laboral. Estos dos casos pueden jugar en el sentido correcto pero ciertamente el impacto es muy lento.

Por último está el impacto sobre el salario real de la negociación colectiva. En una primera etapa el objetivo fue la recuperación de lo perdido en la crisis. La segunda fue lograr un crecimiento con especial énfasis en los salarios más bajos con tasas diferenciales y subas mayores de los salarios mínimos, tanto a nivel nacional y general para toda la economía como para cada categoría laboral de los convenios. Ahora el tiempo es otro y el cuidado de los puestos de trabajo pasa a integrar la agenda.

Sectores.

El crecimiento del salario real en la actividad privada tuvo entonces un componente por la negociación entre las partes pero también contó con muy buenas condiciones de demanda derivada de trabajo por parte de las empresas. En gran medida, el resultado final fue convalidado por el mercado y por ello la baja tasa de desempleo que caracterizó los últimos años. También se puede observar cómo la actividad privada pagó más por hora trabajada al poner en un mismo gráfico la evolución del salario privado con el del sector público.

En el Gráfico N° 3 se presentan índices reales del salario en el sector privado y en el sector público donde se aprecia que desde el año 2009 la evolución es muy pareja, pero a partir de mediados del 2011 se observa un cambio a favor de la actividad privada que se intensifica desde el momento en que ocurren los primeros ajustes indexados de la última ronda salarial, que es la que se encuentra vigente.

El ritmo creciente que se fijó por las políticas públicas fue superado por la realidad del mercado privado.

Dentro de la actividad privada hay diferencias de comportamiento. De todas formas, todos los sectores de actividad muestran tasas de crecimiento altas. En el Gráfico N° 4 se presentan las grandes categorías sectoriales que componen el índice de salario del sector privado. En cada caso se mide la tasa de aumento del salario real en promedio anual para los últimos tres años.

El mayor incremento se da en los sectores Comercio y Construcción, con tasas promedio anual que superan el 5,5%. Pero el resto también registró variaciones positivas y el caso de menor aumento que fue la prestación de servicios de salud (2,5%) no está muy lejos.

Al interior de la industria manufacturera (3,5%) hay comportamientos muy diferentes destacando los aumentos de los salarios en los sectores productores de plásticos, minerales no metálicos y productos metálicos que subieron a la par del sector construcción.

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Billetes Foto: El País

HORACIO BAFICO Y GUSTAVO MICHELIN

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