Finalmente, el gobierno argentino logró volver a bajar la tasa de inflación, en esta oportunidad al 2,7% mensual. La tendencia es claramente descendente, luego de 4 meses en que no podían quebrar el piso del 4% mensual. Ya el mes de septiembre había conseguido perforar ese piso del 4% y ahora, el del 3%.
El acumulado de inflación que lleva Milei desde que asumió es del 161%, lo que implica que en estos 11 meses la inflación promedio mensual fue del 9,1%.
Hay tres factores que vienen influyendo en la baja de la tasa de inflación. Por un lado, la menor tasa de emisión monetaria, por otro lado, el tipo de cambio pisado que influye en la evolución del IPC y el menor ritmo de suba de las tarifas de los servicios públicos.
Milei dice que la verdadera inflación fue del 0,4% porque del 2,7% de aumento del IPC, 2 puntos corresponden a la inflación inducida por el crawling peg. A eso le resta la inflación internacional del 0,3% y le queda la inflación de propia del 0,4%. Sería 2,7% de IPC —2% de crawling peg— 0,3% de inflación internacional = 0,4% según Milei.
Como bien señala Carlos Rodríguez, siguiendo el mismo razonamiento, en diciembre la inflación fue del 25,5%. Si a esa inflación le restamos la devaluación del 114% del peso (que sería la inflación inducida de la que ahora habla Milei) y la inflación internacional del 0,3%, la inflación queda así: 25,5% – 114% – 0,3% = -88,8%. Es decir, siguiendo el razonamiento de Milei, en diciembre tuvimos una deflación del 88,8%.
Como puede verse, los números se pueden manipular de tal manera hasta que confiesen lo que queremos. Pero si se manipulan demasiado pueden confesar algo ridículo.
Entre noviembre 2023 y octubre 2024, el IPC aumentó el 160,8% y el tipo de cambio oficial el 173%, tomando los promedios mensuales del tipo de cambio oficial, o sea que el tipo de cambio oficial subió solo el 4,7% por encima de la inflación. En otras palabras, el gobierno se comió toda la devaluación del 13 de diciembre.
Esto significa que, en algún momento, todo el esfuerzo que hizo la gente para apoyar al gobierno, va ser tirado por la borda porque usan el tipo de cambio como ancla para frenar la inflación.
El hecho de tener un dólar artificialmente bajo lleva a que veamos que la canasta básica total se duplicó valuada en dólares desde que llegó Milei. En efecto, la Canasta Básica Total para una persona pasó de US$ 132 en noviembre pasado a US$ 264 en octubre. Exactamente el doble.
Se podrá argumentar que los salarios también subieron en dólares, el punto es si subieron porque hubo un fenomenal aumento de ingreso en dólares por inversiones o por lo que se conoce como la enfermedad holandesa.
Recordemos que el término "enfermedad holandesa" proviene de la experiencia de los Países Bajos en la década de 1960, cuando el descubrimiento de grandes yacimientos de gas natural llevó a un aumento en la apreciación de la moneda y, por ende, a problemas en otros sectores económicos.
Tal cosa no ocurrió en Argentina. Solo el ingreso transitorio de dólares por el blanqueo y la moratoria. El resto son dólares que vende la gente para pagar la tarjeta de crédito y carry trade.
Tan claro es este tema que del carry trade que la semana pasada Milei dijo que en cinco meses más podrían salir del cepo.
Recordemos que para salir del cepo, primero dijeron que tenían que limpiar el balance del BCRA. Para eso le pasaron la deuda del BCRA al Tesoro. Después agregaron que tenían que quitar el sobrante monetario del mercado. Luego que la inflación tenía que converger a la tasa del crawling peg.
Ahora Caputo dice que el BCRA tiene que tener reservas para poder salir del cepo. ¿Para qué necesitan más reservas para salir del cepo? Obviamente para intervenir en el mercado de cambios en caso que suba el dólar.
Saben que se armó un carry trade a partir del momento que anunciaron que el BCRA iba a intervenir en el mercado de CCL (contado con liquidación) vendiendo parte de los dólares que los exportadores estaban obligados a venderle al BCRA.
Recordemos que en ese momento la brecha cambiaria estaba en el orden del 50%.
Ese anunció fue a mediados de julio. En agosto los depósitos a plazo fijo aumentaron el 3,5% mensual, en septiembre el 8,8% bien por arriba de la tasa de interés y en octubre aumentaron el 11,3%, mientras que los depósitos a la vista (cuentas corrientes y cajas de ahorro) aumentaron menos del 4%.
¿Qué significan los datos anteriores? Que la gente se va a hacer depósitos a tasa de interés y no deja los depósitos a la vista. No hay aumento de la demanda de moneda no remunerada.
Por eso la contradicción entre lo que dijo Milei, que en cinco meses más se salía del cepo y, al día siguiente, Caputo afirmando que para salir del cepo se necesita recomponer las reservas del BCRA. Claramente tienen un serio problema para poder salir del cepo. Se metieron en una flor de problema que fueron agrandando con el paso del tiempo.
Hay un problema de carry trade que acumula tanta tasa de interés ganada por los que apostaron a vender sus dólares y depositarlos a plazo fijo, que Caputo parece querer tener reservas en el BCRA para vender en el mercado en caso que se dispare el tipo de cambio al salir del cepo.
La pregunta es: ¿quién le va a prestar a la Argentina US$ 10.000 millones o US$ 15.000 millones para que los use vendiendo en el mercado para que los que apostaron a tasa puedan salir sin pérdidas o a pérdidas mínimas? Es decir, para que el Estado les asegure que pueden salir con un dólar barato y no tener que afrontar las pérdidas del carry trade.
En síntesis, la inflación baja, el riesgo país baja, la actividad económica parece estar encontrando un piso, pero, al mismo tiempo se acumula una apuesta a la tasa de interés que parece estar alejando la salida del cepo, lo cual complica la posibilidad de atraer inversiones, crear puestos de trabajo y entrar en una senda de crecimiento económico.
Por ahora el gobierno festeja. Pero ojo que puede ser un festejo muy apresurado.