El Inversor Inteligente y el Señor Mercado: para entender las fuertes caídas del cinco de agosto

Si uno comprende el negocio de las empresas en las cuales está invertido y ha “hecho los deberes” , no debería preocuparse por que el Sr. Mercado le golpee la puerta ofreciéndole comprar a un precio bajo e irrisorio.

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Mercados financieros
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Durante el shock del lunes 5 de agosto,las bolsas de todo el mundo enfrentaron fuertes caídas, en reacción a la inesperada suba en la tasa de interés resuelta por el Banco Central de Japón, que reducía el atractivo del conocido como “carry trade”, o sea el tipo de operación por la cual se toma deuda en yenes a costos bajos y se coloca en mercados con mejores rendimientos. El Señor Mercado, tal como lo describía Benjamin Graham en su célebre libro “The Intelligent Investor” se despertó de pésimo humor ese día.

La historia cuenta que el Señor Mercado es tu socio en una empresa y todos los días te golpea la puerta preguntándote si le vendes tu parte, todos los días a un precio diferente. Es la representación del mercado de acciones de EE.UU. en el muy corto plazo, caracterizado por su impredecibilidad. El movimiento dispuesto por el Banco Central en Japón, sumado a las valuaciones interpretadas como muy “estrechas” en las empresas conocidas como las “7 magníficas[1]” y una economía de EE.UU. que se dirige hacia un inevitable enlentecimiento, fue el combo perfecto para el mal día. Se hacía presente una vez más la alegoría creada por Graham para describir la irracionalidad del mercado de acciones en el corto plazo, asimilable al inversor promedio, que se deja llevar por sus emociones de codicia y miedo, en lugar de atender a los aspectos estructurales del largo plazo, y muchas veces despreciando las oportunidades que se presentan luego de las caídas violentas.

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¿Fue lo del lunes 5 de agosto una caída “justificada”? ¿Importa?

El ajuste en las expectativas dio lugar a la corrección de precios. El problema es que no debería ser relevante para la toma de decisiones ex post del inversor promedio. Siempre hay una forma de explicar las caídas luego que suceden. Pocos la habrán visto como una oportunidad de entrada al mercado, y más los que víctimas del nerviosismo del momento abandonan una inversión luego de una caída como la del lunes 5 de agosto pasado.

Es importante recordar también al histórico Peter Lynch, un exitoso operador de Wall Street que decía que “es importante entender que el mercado va a bajar, en el Siglo XX hubo 50 caídas de más de 10%, y de esas 15 caídas han sido de 25% o más, por lo que más o menos una vez cada dos años, el mercado baja 10% y una vez cada 6 años baja 25%, son caídas grandes, hay que entenderlo, pero es la naturaleza del mercado... si no estás preparado lo mejor es mantenerte fuera..”

Si uno comprende el negocio de las empresas en las cuales está invertido y ha “hecho los deberes” para entender también sus perspectivas, no debería preocuparse por que el Sr. Mercado le golpee la puerta ofreciéndole comprar a un precio bajo e irrisorio.

La realidad es que los mercados de acciones, especialmente los de países desarrollados, incorporan la nueva información disponible en los precios de forma instantánea. No hay chances de predecir su evolución durante las próximas semanas o meses, ni margen de acción para obtener una rentabilidad superior sin incurrir en riesgos extraordinarios. Otro ilustre inversor, Burton Malkiel, escribió un conocido libro con un título más que sugestivo en referencia a este punto, llamado “A random walk down Wall Street”. Malkiel se encarga de desenmascarar todos los métodos que supuestamente pueden predecir hacia dónde irá el mercado, particularmente al conocido como “análisis técnico”, que tiene poco de análisis y mucho menos de técnico.

Lo que ha sorprendido más en este caso ha sido la velocidad de la reversión de los valores en índices. De hecho, estamos ya en niveles previos a la caída, lo que puede dejar al inversor inexperto algo sorprendido. Es que en realidad así es como funciona, siendo imposible pronosticar el muy corto plazo.

¿Qué aspecto fundamental de una economía puede cambiar dentro de un mismo mes, para que haga que el índice Nasdaq baje 8% y suba 9% en menos de 10 días hábiles? En realidad nada, más que las expectativas sobre el futuro. Podemos acordar entonces acerca de la imprevisibilidad de los mercados de acciones en el corto plazo. Sin embargo, hay cosas que sí sabemos… y es que para períodos largos, uno cuenta con la razonable certeza de un aumento de valor para los mercados de acciones, de hecho durante los últimos 50 años el retorno ha sido de más de 9% anual, y lo que se presenta con estas correcciones no son más que oportunidades de compra, con una perspectiva de largo plazo.

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Otro factor a tener en cuenta es que estamos llegando al final de una nueva “temporada de ganancias”, tal como se le denomina en EE.UU. Allí, todas las compañías que cotizan sus acciones públicamente tienen la obligación legal de revelar formalmente sus resultados 4 veces por año, correspondiente a la actividad de cada trimestre (a las cuales se les denomina “empresas públicas” dado que el ¨público” es el dueño y aquel que directamente se beneficia o se perjudica por sus resultados económicos y financieros) La comunidad de inversores y analistas sigue atentamente estas publicaciones, dado que es ésta la información que “llevará de la mano” a los precios de las acciones. En definitiva, una acción, en tanto representa propiedad de parte de una empresa, convergerá hacia la suma del valor de sus dividendos futuros, descontados a una tasa adecuada

De haber seguido la columna hasta aquí, notará que los mercados de acciones están expuestos a, esencialmente, 2 tipos de riesgos. Aquel intrínseco del funcionamiento de la compañía, como no alcanzar un resultado esperado, por una mala estrategia y aquellos riesgos que emergen producto de episodios macro, no controlables, como una baja inesperada de tasas en Japón en un mundo financiero hiperconectado.

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La otra cara de los episodios no controlables es que también pueden ser favorables. Por ejemplo, una reducción en los costos de financiamiento que nace en la reducción de tasas de referencia, como la tasa de los Fondos Federales, tasa de política monetaria de EE.UU.

Probablemente uno de los indicadores más comentados y seguidos del mundo ha atravesado la serie de subas más veloz desde la década de 1990. Lo que es lógico, luego de la “inundación” de liquidez que dispusieron las autoridades de EE.UU. para contener los efectos económicos dramáticos de la pandemia, haber mantenido la tasa de interés en estos niveles finalmente está empezando a hacer efecto en algunos sectores de la economía y la expectativa es que comience ahora un lento pero seguro camino de reducciones en esta tasa, que la colocará mucho más cerca de 4% dentro de un año, que en el actual rango de 5.25-5.50

El primer movimiento hacia la baja se producirá el próximo 18 de setiembre cuando se reúnan autoridades de la Fed para tomar la decisión de bajar la tasa de referencia en 25 puntos básicos, ya descontada por los precios en el mercado, por ejemplo en lo que rinden los bonos del Tesoro de los EE.UU.

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A modo de mensaje final. Es saludable no dejarse impresionar por movimientos bruscos en el mercado internacional, especialmente cuando la economía sigue creciendo. Tampoco creer irreflexivamente en las proyecciones de corto plazo de analistas y otros “expertos”, sino más bien utilizar sus análisis como un insumo más para la construcción de una perspectiva de mediano plazo, que se adecúe a nuestro horizonte relevante. Y repasar la historia. ¿Dónde estaban los índices de acciones, hace 5, 10, 15 o 20 años atrás? Sin duda ha sido buen negocio, que afortunadamente se puede implementar desde su cuenta bancaria en Uruguay.

Carlos Saccone, Gerente Inversiones - Banca Persona. HSBC Bank (Uruguay) SA
Carlos Saccone, Gerente Inversiones - Banca Persona. HSBC Bank (Uruguay) SA

[1] Google, Apple, Nvidia, Microsoft, Meta, Amazon y Tesla.

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