Energía solar térmica accesible

Hasta que no se queman la mano con el agua calentada por los equipos solares, los uruguayos no creen que la energía solar funciona, afirma Nebi Inan, un inmigrante turco fundador de CalorSun. Esta es una empresa creada en Montevideo hace tres años que se dedica a la importación, comercialización e instalación de calentadores de agua solares.

Los calefones de CalorSun no requieren electricidad ni baterías para su funcionamiento y tienen una vida útil de veinte años aproximadamente. Los equipos, que en su mayoría cuentan con un tanque acumulador, se colocan por lo general en el techo de los edificios. Constan de tubos de flujo directo de borosilicato con una película selectiva, que captan la energía solar y la utilizan para calentar el agua de cualquier canilla, ya sea de baños, cocinas o piscinas. Si bien el producto es uno solo, hay dos variedades: los calentadores compactos y los splits. Los primeros tienen un tanque propio de acero inoxidable que almacena el agua a la intemperie, mientras que los splits son ideales para casas de techo liviano porque se les instala un tanque al nivel del piso para evitar problemas con la estructura de la edificación.

Si bien CalorSun es una empresa uruguaya, su técnica está basada en una historia de trabajo familiar de cuarenta años en Turquía. Los abuelos de su director se dedicaban a fabricar equipos solares en aquel país, donde el uso de la energía solar es muy común. Cuenta Inan que en Asia Menor nunca se usaron los calefones eléctricos. El antiguo procedimiento de quemar leña para calentar el agua cayó en desuso hace cuarenta años cuando surgieron los calentadores de agua solares. Así es que actualmente hay dos o tres fabricantes de estos aparatos en cada barrio de su país, según el empresario.

Cuando llegó a Uruguay, recuerda el director, "no veía muchos paneles solares en los techos; este era realmente un mercado virgen con la ventaja de que aquí hay más radiación anual que en Turquía".

La conjugación de esas condiciones lo incentivó a instalar su propia empresa de venta e instalación de calentadores solares en el mercado uruguayo.

MODELO. Hoy la empresa cuenta con un modelo de negocio establecido; pero, para llegar a consolidarlo, su fundador tuvo que estudiar el mercado y experimentar en él, conservando varios métodos de trabajo propios de Turquía y modificando algunos otros.

"En un principio consideramos la posibilidad de fabricar algunos equipos en Uruguay, pero los costos de las materias primas y mano de obra eran muy elevados. Por eso, decidimos importar los aparatos armados, algunos de Turquía y otros de China", explica el director, quien aclara que recibe un contenedor todos los meses.

El servicio técnico también sufrió modificaciones con respecto al plan inicial. En sus comienzos CalorSun contrató a terceros para que se ocupasen de brindar el servicio técnico a las instalaciones, pero esto le trajo problemas con los clientes, ya que no todos los técnicos estaban disponibles cuando se los necesitaba.

VENTAS. Los precios de los calentadores varían dependiendo de su superficie de captación. El calentador más económico, que cuesta US$ 550, tiene una superficie de captación de 1,80 metros cuadrados y es compacto con un tanque de almacenamiento de 115 litros. Por lo general, este modelo se destina al uso doméstico para familias de dos personas, ya que se calcula que una persona utiliza diariamente entre 40 y 50 litros de agua caliente, incluyendo cuartos de baño y cocina.

CalorSun también desarrolla grandes proyectos para hoteles, moteles, edificios de apartamentos, fábricas, industrias, estancias turísticas, complejos deportivos, etc., en los cuales normalmente se utilizan varios calentadores del tipo split con una superficie de captación de 8 metros cuadrados cada uno. El mayor proyecto que CalorSun ha llevado a cabo fue en Los Naranjos Resort y Spa Termal, donde instaló 240 metros de superficie de captación. Este proyecto representó un ingreso aproximado de US$ 43.500 dólares para CalorSun. El segundo gran proyecto fue en el motel Séptimo Cielo, donde se instalaron 160 metros cuadrados de superficie de captación, alcanzando un monto aproximado de US$ 29.000.

En estos tres años de trabajo CalorSun ha expedido unas cuatrocientas facturas. Las familias constituyen el mayor número de clientes con la compra de, al menos, un calentador cada una; pero a nivel de empresas las órdenes de compra pueden ser para instalar una o varias docenas de aparatos. A su vez, las piscinas climatizadas también constituyen un nicho importante para la empresa ya que representan un 15% de la clientela.

MERCADO POTENCIAL. Según el empresario, "cualquier edificio que tenga una canilla de agua caliente es un potencial cliente nuestro, pero si tiene muchas canillas, entonces existe una alta probabilidad de que consigamos un nuevo cliente".

Esto va de la mano con el ahorro que representan los calentadores solares respecto a los aparatos convencionales. Los calefones de CalorSun pueden producir el 80% de la energía necesaria para el calentamiento del agua, siempre y cuando se instale una superficie de captación suficiente para el número de usuarios. De esta forma, se puede lograr un 80% de ahorro en el monto que se gasta en electricidad para calentar agua. Dicho porcentaje no se calcula sobre la totalidad de la factura de UTE (que también incluye electrodomésticos, iluminación, etc.), sino sobre el gasto que la familia o empresa destina al calentamiento del agua. En promedio, el consumo de un calefón eléctrico es de entre el 35% y el 45% del total de la factura.

Lo que ayudó a que CalorSun se hiciera un lugar en el mercado uruguayo fue algo básico: la energía eléctrica es muy costosa y los consumidores responden a incentivos. Si se les presenta una alternativa energética más económica y más limpia, responden positivamente. Además, logró diferenciarse de otras empresas dedicadas a la generación de energía solar gracias a los cuarenta años de experiencia que su director trajo de Turquía.

Este año CalorSun aspira a involucrarse en otro proyecto para la generación de electricidad a partir de energía renovable. "Queremos entrar en la producción de energía eólica porque es limpia y porque el viento es mucho más estable en el Uruguay que la lluvia", afirma Nebi Inan.